El bloqueo de drenajes naturales de cursos de agua, la construcción de enormes diques y la fumigación con agrotóxicos en siembra intensiva, todas estas prácticas perjudiciales, agresivas y prohibidas en el Delta del Paraná, fueron advertidas por la ONG Unidos por la Vida y el Ambiente. La denuncia pública efectuada por esta entidad ecologista de Ramallo, provincia de Buenos Aires, surge tras una investigación que llevó a cabo al advertir un circuito ilegal de transporte de bidones con agrotóxicos hacia un sector de humedales en las islas Lechiguanas del departamento Gualeguay.

 

“¿Quiénes lucran con los incendios de las islas frente a Ramallo?”, se pregunta la ONG Unidos por la Vida y el Ambiente (UpVA) para introducir a una denuncia pública que realizó en las últimas horas donde reveló una serie de graves delitos que se estarían cometiendo en el Delta del Paraná. La entidad bonaerense narró sobre una serie de hallazgos que podrían explicar las causales de los incendios en las islas que tienen a mal traer la zona desde principio de año. Una situación que se ha visto agravada por la extrema y prolongada bajante del río Paraná y la sequía producto de la alteración del régimen de lluvias.

 

Justamente en este escenario que en 2020 se presentó caldeado en la zona de islas, los ambientalistas se percataron en el inicio del invierno del bloqueo de Zajón de Gregorio: la desembocadura de un canal del Delta que vierte sus aguas en el río Paraná ubicado frente a la ciudad de Ramallo, detrás de Islas de la Hermanas. Al indagar sobre el origen del corte en este cauce, la UpVA inició una investigación en le permitió comprobar una serie de obras privadas que cortaron Zajón de Gregorio. También registraron el ingreso a la zona de una maquinaria fumigadora de tipo mosquito en una barcaza, y tras sus pasos encontraron un campo con un sistema de terraplenes hacia donde eran también transportado agrotóxicos en un barco repleto de bidones de glifosato. Todo este tránsito quedó registrado en fotos e imágenes aéreas.

Terraplenes en Isla de la Lechiguanas, Gualeguay. Fuente: Unidos por la Vida y el Ambiente.

“Las tierras en cuestión son explotadas por el señor Fabio Di Fonzo, mediante una empresa llamada ‘El Mapuche SRL’ con miras a sembrar 4.000 hectáreas de islas de igual manera que si se tratase de tierras pampeanas, la misma persona responsable de clausurar el acceso al Zanjón de Gregorio para evitar que surjan testimonios sobre las actividades que allí realiza. Entonces atando cabos podemos aventurar que los incendios son intencionales  y que cumplen la función de desmalezar, para evitar dedicar a ello el costoso trabajo de horas máquina sobre extensas superficies de territorio, y así dejar disponibles las tierras para la agricultura intensiva”, afirmaron desde la entidad ambiental en la información dada a conocer.

Sentencia judicial

 

La ONG de Ramallo recordó también el mandamiento vigente dictado por el juez Federal 2 de Paraná, Daniel Edgardo Alonso, que el 1 de julio pasado dispuso “la prohibición absoluta de acciones humanas con capacidad para alterar el medio ambiente, especialmente la quema de recursos naturales, actividades que impliquen riesgo de incendio aún de carácter accidental; construcción de diques y terraplenes de cualquier naturaleza o realización de actividades que pongan en riesgo el ecosistema” del Delta. Esta disposición surgió a partir de la cautelar solicitada por las asociaciones civiles Cuenca Rio Paraná y Foro Medio Ambiental y en función de tomar los recaudos para evitar las quemas en las islas y comenzar un proceso para alcanzar la reparación o la indemnización por los daños ocasionados dentro de la causa civil iniciada

 

Teniendo en cuenta estos antecedentes, UpVA señaló que la semana pasada efectuó “tareas de vigilancia en las que pudo constatar la violación de tal cautelar, grabando imágenes in situ del mosquito transportado en la chata, realizando aplicaciones de agrotóxicos con motivo de preparar el terreno para una futura siembra. Las mismas ya están a disposición de la Justicia de manera que sirvan como evidencia para futuras acciones dedicadas a la preservación de los espacios de islas y serán dadas a conocer a la comunidad en los próximos días”, indicó.

 

Desde el a ONG asimismo se destacó “como agravante que la clausura del paso del Zanjón, también constituye una violación a la mencionada cautelar y un perjuicio enorme a la población de Ramallo que se vale de él para realizar sus actividades en las islas, obligándolos a consumir tiempo y recursos en un viaje de varias horas para acceder al mismo punto. Resulta asimismo notable la falta de compromiso de las autoridades locales para tomar cartas en el asunto, librando la problemática de los incendios a la acción de la comunidad, prefiriendo desviar la mirada ante hechos tan graves como son los incendios o las restricciones a la navegación. Si la imposibilidad de actuar sobre jurisdicciones de otra provincia justifica ese silencio, la posibilidad de investigar o hacer pública información que la población logró conseguir por sus propios medios, la refuta”.

 

Finalmente la organización adelantó que “seguirá actuando coherentemente con las preocupaciones que manifestamos desde hace años, y participaremos activamente en todo tipo de medidas dedicadas a defender nuestros humedales, de los que dependemos y gracias a los que vivimos”.

 

 

De la Redacción de ERA Verde