En pleno confinamiento sanitario por el Coronavirus, en la ciudad de La Paz hallaron un yaguarundí, un felino salvaje que se lo ve pocas veces. Personal policial rescató a este tipo de puma que se encontraba perdido para así regresarlo a su hábitat natural, y el episodio pasó a ser noticia nacional. De esta rara especie se dijo que estaba en peligro de extinción, pero para ser preciso es necesario estudiarla mejor, dijo a ERA Verde el biólogo Alfredo Berduc, quien planteó su hipótesis sobre cómo sobreviven estos animales fuera del alcance de los ojos del hombre.

El felino salvaje fue hallado detrás de una plantera en una vivienda de La Paz. Foto: PER.

El domingo por la tarde, una familia de calle Alvarado, en pleno ejido de la ciudad de La Paz, se vio sorprendida por una extraña visita. Un pequeño gato del monte fue encontrado perdido detrás de unas macetas fuera de su vivienda. Inmediatamente dado aviso a la Bridada de Prevención de Delitos Rurales intervino para rescatar al felino cuya especie se identificó como puma yaguarundí, también conocido como “leoncillo o puma de la costa”. El animal fue trasladado en un canil para ser examinado por un médico veterinario, para asegurar un buen estado que le permitiera ser restituido a alguna zona de monte nativo, se indicó desde la fuerza policial. Lo cierto es que las imágenes del operativo alcanzaron los medios nacionales, ya que es poco común ver un ejemplar de estas características en el ámbito urbano. La situación fue atribuida a las consecuencias por la pandemia de Covid-19 y también se dijo que estos especímenes se encontraban en vías de extinción por las deforestaciones, aunque no parece ser del todo así. Consultado sobre el episodio, el biólogo y director de Áreas Naturales Protegidas provincial, Alfredo Berdúc explicó a ERA Verde que “el yaguarundí tiene aspectos que lo hacen poco conocido”, aunque también “la gente de campo lo conoce más de lo que se lo nombra o lo reconoce. En algunos lugares le dicen gato de las pajas, pumita o gato moro. Tiene una particularidad, que es la más importante, que es un bicho que tienen dos coloraciones bastante marcadas. Una es de ese rojizo como el que apareció en La Paz. Y la otra es de los que llaman moro, que a simple vista es gris oscuro, pero tiene pelos negros y blancos mezclados, entonces se ve como un gris. Lo que tiene justamente la especie, que la ha salvado de la cacería para la peletería cuando había más comercio de pieles, es que al tener esa variación de colores –incluso no es raro que los colorados tengan muchas variación de tonalidades– no sean  pieles muy apreciadas para hacer tapados, porque es necesario muchas pieles para poder combinarlas y que sirva para estos fines. Esto es lo que los hizo zafar bastante”, planteó el responsable de Áreas Naturales. De lo que no “zafa” el yaguarundí, admitió Berduc, es cuando se producen un choque de intereses con los hombres. “Le encanta atacar los gallineros, y es muy voraz. Entonces cuando entra en conflicto con criadores de gallina, lo terminan matando”.

La especie también puede contar con un pelaje grisáceo.

Gato panamericano

El biólogo apunta que las características de coloración de este animal son muy llamativas, ya que “dentro de una misma camada, pueden salir ejemplares de un color y de otro”. Por otra parte “es un gato que algunos confunden con un hurón. Otro de los nombres que se le da es ‘gato hurón’, porque es muy parecido al hurón mayor, que es de otro grupo, el de los mustélidos, en el cual están el hurón, el lobito de río y el zorrino. Es de los gatos el más parecido a este grupo porque tiene la cabeza más chica, las patas delanteras más bajas que las traseras, orejas chiquitas, y por eso se asemeja más al hurón que el resto de los gatos, pero su nombre científico es puma yaguarundí”. En el mapa de distribución geográfica, el yaguarundí habita prácticamente casi toda América, desde Texas hasta la Pampa, aunque no está en Chile, ni el Uruguay. “Lo raro es que no esté en el Uruguay, porque sus habitas están sobradamente en el Uruguay”, observa Berduc, que vuelve sobre la distinción sobre sus pelajes. “De los felinos pequeños es el único que no tiene manchas. Es el felino más diurno, y está emparentado genéticamente con el puma de América y el guepardo chita, el mamífero terrestre más rápido del mundo. Y se diferencia bastante de los ‘gatos manchados’. Tiene una cola muy larga y peluda, que sobrepasa generalmente el largo del cuerpo. Es un gato que está distribuido por muchos ambientes, es muy ‘plástico’ en cuanto a sus requerimientos de habitas; puede vivir en bosques, en arbustales, en pastizales, en selvas cerradas, en bosques secos, pero lo que no le gusta tanto son los desiertos y lugares muy altos, aunque se los ha registrado en los Andes”.

Para conocerlo mejor

Si bien tiene presencia en un rango geográfico muy amplio, el número de yaguarundí no es abundante, apunta el docente. “Hay otros gatos que pueden tener poblaciones más grandes. Es muy caminador. Se ha registrado para los machos, que son los que más andan, lo que se llama el home range, el área de acción, puede ser de 100 kilómetros cuadrados, que es muchísimo. Puede ser por esto que no hay una gran abundancia». Como otra rareza,  narró Berduc, cerca de una casa en La Picada, «se registraron siete individuos a la vez, que se acercaron con esto de pandemia a una vivienda”.   Por último, ante la información consignada que estaba en peligro de desaparecer, Berduc aclaró que “para la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza es un animal que no está en peligro, si no en ‘preocupación menor’ para la conservación, aunque se advierte que está catalogado así porque hay muchas áreas donde no ha sido suficientemente estudiado y está la recomendación de chequear donde podría estar en poblaciones estables, ya que la fragmentación del hábitat, es decir la disminución de los corredores de biodiversidad donde puede vivir la especie, van desapareciendo,  y quedan poblaciones aisladas y a veces se han registrado extinciones locales. Entonces si bien se puede decir que no corre peligro de extinción general, sí podría haber extinciones locales, que no sería el caso de nuestra provincia. Es una especie que está en vías que la reconozcamos, que la volvamos a descubrirla”, invitó.

De la Redacción de ERA Verde