El conflicto planteado dentro de la sucesión de Luis Félix Etchevehere, donde su hija donó parte de lo que reclama como su herencia a un proyecto de producción agroecológica –con la oposición de sus hermanos y madre–, coloca a flor de piel ciertos debates que pugnan por un espacio dentro del show mediático que sobre el caso se ha montado. El acceso a la tierra y las producciones sustentables son dos de las discusiones que es necesario profundizar en Entre Ríos, plantea a ERA Verde el historiador Mauricio Castaldo.

 

La irrupción de Proyecto Artigas de manos del Movimiento  de Trabajadores Excluidos (MTE) ligado al dirigente social Juan Grabois ha exacerbado algunas discusiones larvadas sobre instituciones, seguridad jurídica, necesidades de grupos postergados, derechos y también modelos productivos asociados a intereses en pugna. La cesión del 40% de la herencia que reclama para sí Dolores Etchevehere en estancia Casa Nueva, departamento La Paz, ha desatado la furia de sus hermanos Luis Miguel, Juan Diego, Arturo Sebastián Etchevehere, así como su madre Leonor María Magdalena Marcial Barbero de Etchevehere. Y más allá de una disputa familiar por el reparto de una sucesión, el escenario coloca a estos últimos actores como mascarones de proa de sectores que se ubican en las antípodas de las organizaciones de trabajo colectivo: la Sociedad Rural Argentina, las tradicionales familias terratenientes y en lo político la derecha conservadora. No por nada Luis Miguel fue el representante del ruralismo en el gobierno de Mauricio Macri.

 

A este drama sociológico tampoco le falta la faceta delictual ya que sobre los hermanos Etchevehere y su madre pesan además acusaciones de tráfico de influencias, amenazas, violencia de género, extorsión, falsificación de documentos, explotación laboral, trabajo esclavo y vaciamiento empresarial por el cual, entre otra cosas, se dejó a 80 trabajadores de El Diario en la calle sin su indemnización producto de intrincadas maniobras delictivas que protagonizara la familia de Luis Felix como accionista en la emblemática firma de comunicación provincial.

 

La colonización

 

Pero en esta trama lo que interesa resaltar en definitiva  son dos aspectos, plantea a ERA Verde el docente y dirigente sindical Maurcio Castaldo. Por un lado, está “la lucha por la tierra en la historia de Entre Ríos que no tiene como único antecedente a (José Gervasio) Artigas y el Artiguismo. La discusión de la sustentabilidad contra el extractivismo es decisiva en este punto”, señala. Y por otro, ya en el terreno de lo que califica como de la sociología política y jurídica, se encuentra esta “relación entre las clases sociales y el poder político”. En este sentido, el integrante de la Junta Abya Yala por los Pueblos Libres considera paradigmático “todo lo que encarna Luis Miguel Etchevehere desconociendo el fallo del juez en la tradición de la Sociedad Rural y (Alfredo) Martínez de Hoz, que mete fuerza y cadenas en la tranquera y se burla de la Justicia que termina siendo mediadora cuando ya tiene un fallo”, apunta en relación a acontecimientos sucedidos en el marco del caso judicial.

 

Volviendo sobre la propuesta de Proyecto Artigas, el historiador señala que “la lucha por la tierra para el que la trabaje y la cuide es muy sensible en la lucha de las historias federales y en Entre Ríos. Desde los pueblos originarios, charrúas y guaraníes, que defendieron con mucha fuerza la tierra y que luego se integraron al proyecto artiguista, porque fueron de la base de milicianos de la Liga Federal. Fue el artiguismo quien propuso un reglamento para distribuir la tierra para los sectores más humildes que los acompañaban”, evocó.

 

“Este proyecto de artiguista, como otras iniciativas políticas, les estaba dando contenido a la Revolución de Mayo”, encuadró el estudioso quien recuerda que el proyecto del caudillo se “frustro cuando Artigas fue derrotado y traicionado”.

 

De todos modos, “este debate sobre el uso compartido, solidario y responsable de la tierra se continuó. Se continuó por ejemplo en los debates de Alejo Peyret, ese gran educador francés que vino a vivir a Entre Ríos (en 1857) por invitación de Justo José de Urquiza; le planteó al propio Urquiza como Presidente. Le planteó que tenía que elegir entre la estancia y la colonia. Si Entre Ríos iba a seguir el mal camino del latifundismo o el camino de la colonización agraria, que es la idea que defendía en Colonia San José. Este camino lo intentó retomar el Jordanismo. Ricardo Ramón López Jordán igual derrotado pide unas tierras para fundar una colonización agraria en Misiones. José Hernández, que acompañó a Urquiza y después a López Jordán plantea, no en el Martín Fierro (1872) pero sí en Instrucciones del Estanciero (1881): ’la tierra para los criollos’. En ese libro dice que está bien que haya colonias para los gringos, los inmigrantes, se merecen trabajo, pero también son necesarias colonias para los criollos, los gauchos. Y esto continuó, hay referentes en la literatura como la de Alberto Gerchunoff y otros tantos que promovieron la colonización agraria, como Bernardino Horne, ministro de Hacienda del gobernador radical Luis Lorenzo Etchevehere (1931-1935). Está en el libro La necesidad de la colonización agraria de Marina Holman. Y hoy más que nunca ese anhelo revive con proyectos como este agroecológico de Proyecto Artigas que encabeza Dolores Etchevehere cediéndole la tierra a la gente de la corriente Patria Grande que acompañan a Juan Grabois”.

 

Argumentos

 

“Claramente los que estudiamos historia no podemos dejar de reivindicar dos cosas. Primero la recuperación de Dolores Etchevehere su propiedad y el ataque que sufre de un sector de derecha y sectores confundidos del campo sobre este tema. Porque acá no hay una usurpación de esta estancia. Lo que hay es una recuperación que es parte de Dolores Etchevehere de lo que es suyo y viene litigando, y tiene todos los fundamentos argumentos legales para defender su posesión. De hecho está en eso hace más allá de lo que pueda decir un fiscal temporariamente. Entonces en términos de recuperación de su propiedad ella cede, dona las tierras, a los movimientos sociales, en este caso al Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE). No hay ninguna usurpación ni van a venir millones de usurpadores de Buenos Aires como están diciendo algunos dirigentes equivocados con mentiras elaboradas por Luis Miguel Etchevehere”, explica Castaldo.

 

El docente se esperanza que Proyecto Artigas pueda poner en marcha el proyecto agroecológico, “porque tiene que pasar la batalla legal” del litigio de Dolores con sus hermanos y madre.

 

De todos modos la mecha está encendida y la discusión sobre la producción sustentable ya está presente. “Cómo no alentarlo si está en la base de nuestro proyecto federal y está en el significado profundo de la diagonal roja de nuestra bandera federal. De lucha por los más humildes y justicia social”, sostiene le profesor de Historia que cierra con una petición de principios: “Entre Ríos necesita seguir discutiendo el sentido federal y las actividades sustentables”. Es parte, dice, de la reivindicación de los sectores humildes que se hace cada vez más necesaria.

 

 

Foto: Gentileza Claudio Rougier.

De la Redacción de ERA Verde