Hace un tiempo, el músico y compositor Carlos Negro Aguirre compartió en su perfil en redes sociales su experiencia de no usar más plásticos de un solo uso en su casa. El posteo tuvo gran repercusión y fue ampliamente replicado. “No es una idea tan especial”, dijo a ERA Verde, ya que es una práctica cada vez más extendida, y anticipó que seguiría contando cómo le iba en esta búsqueda que ya cumplió seis meses. El primer paso, remarcó, es “no ir más a los supermercados” y hacer una lista para pensar cómo ir dejando de lado los polímeros. El papel higiénico fue una cuestión, ya que viene envuelto en plásticos que se descartan enseguida. Con la ayuda de sus simpatizantes en las redes, también surgen ideas para reemplazar las toallas de papel por telas y usar cepillos de dientes con materiales biodegradables.
“Hace unos días se cumplieron 6 meses que no ingresa plástico a mi casa!!! Creí que iba a ser tremendamente difícil; es posible, sigo vivo, está mucho más cerca de lo que imaginamos”, contó en un reciente posteo el notable cantautor entrerriano, Carlos Negro Aguirre. “No es para que me feliciten, les pido por favor que no lo hagan, no soy un mártir de nada. Es para invitarles a que sean parte de esta cruzada, es para que lo hagamos juntxs. Es para que seamos un montón revisando aquellos patrones de consumo que nos dañan, que dañan fuertemente la vida en el planeta que habitamos”, aclaró y convocó al mismo tiempo.
La propuesta, dijo el Negro en su momento a ERA Verde, forma parte de un proceso que comenzó “de una forma muy amable” desde algunos años. “Desde que reciclo la basura, o desde que separo la basura hace 10 años atrás, estoy atento a estas cuestiones. También profundizando en la alimentación y muchas cuestiones que vienen atadas a esto”, mencionó.
“A menudo nos cruzamos con imágenes de crecientes islas de plástico flotando en los océanos que cubren grandes superficies equiparables a países enteros, hemos naturalizado los basurales de las ciudades como si estos hubieran sido parte del paisaje desde siempre y no somos capaces de imaginar que algo de lo que estuvo hasta ayer en el basurero de nuestra casa hoy ya es parte de una montaña gigantesca de materia contaminante y así todos los benditos días”, reflexiona para situarse en el punto de la cadena donde se pueden comenzar a efectuar algunos cambios al alcance de la mano.
“Nosotrxs como consumidorxs, no hemos ejercido el poder enorme que tenemos. Es sólo recordar que la presencia de mega industrias que fabrican muchos de los insumos no degradables depende exclusivamente de sus ventas, es decir, de que alguien compre esas producciones. Está en nosotrxs entonces la decisión de seguir o no apostando a esa industria absolutamente desconectada de la naturaleza. Miremos a nuestro alrededor y descubramos todo el plástico que nos rodea”, convoca.
“Me siento un principiante, un aprendiz que recién abre los ojos de asombro en este camino, lo digo en relación a mucha gente que ya lo asumió hace tiempo y en forma silenciosa. Pero no obstante eso, tomo coraje y abro aquí un espacio a lo que quieran compartir, experiencias que nos sirvan a todxs y nos ayuden a fortalecer este camino. Que sean ideas nacidas desde el deseo de apuntalar la iniciativa, no de dar por hecho de que ‘no’ se puede hacer!!! Abstenerse quienes no crean por favor!!!”, pidió.
GRANDES PASITOS
“Vamos pasito a pasito”, alienta Aguirre, y para comenzar propone “tomar un lápiz y una hoja y anotar todas las cosas que forman parte de sus universos de consumo: alimentos, insumos de limpieza, aseo personal, etc. Cuando hice por primera vez ese largo listado comencé a transpirar frío, jajaja… pensé que sería imposible. No se desanimen!!! Es re posible!!! Lo primero que comprendí es que nada de lo que estaba buscando se encuentra en el supermercado”. Entonces lanza: “Primera decisión fuerte: No ir más a los supermercados”.
¿Y cómo reemplazar esta decisión? Los amigos de las redes del Negro aportan: “además de esquivar el supermercado es (es importante) comprar en las ferias de artesanos/emprendedores. Comercio más justo y ecológico”, dice Florencia.
“Hay muchas opciones donde comprar que no sean las cadenas de supermercados. Por ejemplo: UTT (Unión de Trabajadores de la Tierra), Almacoop, Cooperativa La Yumba, Alimentos Argentinos, Más Cerca Más Justo”, agrega Estela.
EN LAS REDES
La modalidad de usar las redes sociales se plantean como un espacio de intercambio. El Negro se muestra dispuesto a responder a quienes con buenas intenciones, “amorosidad”, “tolerancia” y la construcción de “una mirada despierta”, establezcan un diálogo para responder “humildemente todas las inquietudes que surjan de cómo fui resolviendo cada problema que se me presentó en esta transición”.
Y uno de los primeros productos por resolver es el papel higiénico. “Existen varias marcas de papel reciclado que se consigue en rollos sueltos envueltos en papel en muchos almacenes de barrio. Es importante aclarar que los de esta marca (“Bahia” que muestra en una foto) y modelo son de papel reciclado. La misma marca tiene otros modelos que vienen envueltos en plástico. Empecemos por ahí. Cuenten si los consiguieron y dónde para que sirva el dato a toda la comunidad”, solicita a sus contactos en las redes. “Sólo agrego que no logré encontrar rollos de cocina envueltos en papel, razón por la cual en la cocina comencé a usar también papel higiénico que es igualmente funcional a lo que necesitamos”.
Las respuestas no se hacen esperar. Desde todos los puntos del país responden al posteo de Aguirre, desde donde que ha cultivado relaciones en torno a la música, su arte.
De los tantos, Marcela desde Córdoba dice que en su ciudad “venden rollos de cocina grandes sueltos sin ningún envoltorio”, Y Mariana desde Puerto Madryn, provincia del Chubut, cuenta sobre su compost con el cual “achica basura y bolsas de basura”, el intercambio de semillas para la huerta, y la conformación de un grupo para “compras comunitarias”. Y aporta: “Creo que de a poco hay que empezar a cambiar hábitos, de limpieza, alimentación, aseo, etcétera y sobre todo cuidar como oro el agua!! Cada vez tenemos menos y no nos damos cuenta”, y repasa la lucha contra la mega minería y el uso de agrotóxicos para los transgénicos. “Tenemos derecho a elegir como queremos vivir! y yo elijo sin venenos!!, abrazon Negrito!! y a ver cuándo volvés a tocar en Madryn!!”, reclama.
La cuestión con el papel higiénico derivó en los intercambios en la cuestión de las servilletas de papel. Y surge que en muchos el reemplazo es volver a viejas usanzas.
“En casa volvimos a los pañuelitos de tela, reciclando prendas de algodón que ya no usamos… Pensando en los rollos de cocina, buenisimo que compartas tu camino de no plástico”, dice Silvina.
“Muy bueno lo del papel, para el caso de los rollos de cocina, nosotrxs reemplazamos por las queridas servilletas de tela, las de la abuela”, agrega Hernán.
Y una cosa lleva a la otra. Porque también se puede pensar lo del cepillo de dientes. “Yo empecé x ahí, uso uno de bambú, y cerdas naturales que son reciclables. Se compran en herboristerias, y valen lo mismo o menos que los clásicos. Y además duran mucho más, (y) el manguito de bambú, a la huerta”, completa Pao.
De la Redacción de ERA Verde