Este 21 de septiembre, la Multisectorial por los Humedales Paraná volvió a las calles para manifestarse en la capital entrerriana. La convocatoria tuvo como eje la consigna “Sin humedales no hay primavera”. La concentración se realizó en Plaza Mansilla, frente a Cada de Gobierno, donde se leyó un documento antes de partir en marcha hacia la Costanera baja. Frente al río hubo una asamblea donde se reiteraron los puntos acordados en el escrito que, de cara a las elecciones generales, exhortó a “cambiar la forma de relación con la naturaleza”. En este orden, en la invitación a ERA Verde se afirmó la necesidad que “en este contexto de recrudecimiento de los discursos negacionistas y antiderechos, y en medio de la gran crisis ambiental, consideramos fundamental encontrarnos en las calles para reclamar por la salud de nuestros pueblos y territorios y para seguir exigiendo nuestra ley de humedales”.

La Multisectorial por los Humedales se movilizó, por la ley de protección de estos ecosistemas, “pero también por todas las leyes que se encuentran vigente y que cuidan la vida y los ecosistemas, que indican también el necesario cambio del modelo productivo para abandonar el mal desarrollo y extractivismo que sólo somete y contamina a nuestros cuerpos territorios”, contó Enzo Culasso Orué, integrante del colectivo socio ambiental sobre la manifestación llevada adelante este jueves en Paraná.

La convocatoria se llevó adelante en la tarde de este 21 de septiembre, frente a la Casa de Gobierno de Entre Ríos, donde se concentró a las 16:00. Luego desde allí, una colorida columna con bombos pancartas y carteles, partió hacia la Costanera de Paraná. Al llegar hubo una ronda donde circuló la palabra para afirmar los ejes de la convocatoria. La propuesta apuntó a “llevar un mensaje de lucha y reivindicación de todas las que el pueblo entrerriano supo conquistar como la libertad de los ríos, del fracking, de las pasteras de celulosas. Y también denunciamos las mega granjas porcinas y las fumigaciones sobre las escuelas y territorios rurales. La invitación es a mantener vivo este mensaje de esta transformación colectiva”, sostuvo a ERA Verde Culasso Orué, activista de la Unidad de Vinculación Ecologista (UVE) de Fundación La Hendija.

Antes de partir, y a llegar a la orilla del río, se leyó un documento que se transcribe a continuación:

¿Qué necesitamos para vivir?

 Nuestras denuncias buscan cambiar la forma de relación con la naturaleza por una que sea saludable, entendiéndonos como parte de ella —y no como dueños—, priorizando la salud y el bienestar de todos los seres que habitamos la tierra. Para garantizar otra forma de habitar el planeta es necesario cambiar las estructuras de este sistema, partiendo de cuestionar nuestros hábitos de producción y consumo, teniendo en cuenta modelos como la agroecología, la soberanía alimentaria y el buen vivir. Comprendemos y percibimos que el camino es en comunidad y en armonía con la naturaleza, incluyendo todas las voces y las especies que habitan el territorio, y así, encaminarnos hacia una transformación colectiva.

El modo de acumulación capitalista, extractivista, regido por el sistema patriarcal viene hace 528 años saqueando nuestros territorios y culturas. Provocando un genocidio planificado y depredando la biodiversidad de la cual somos parte.

Somos la memoria viva que camina y recoge los saberes ancestrales de la resistencia, somos parte de las reservas políticas y culturales con las cuales cuenta la humanidad para cuestionar y resistir el avance de este modelo destructor de la vida.

 Argentina exporta naturaleza. Envía al exterior a través de nuestros ríos, usados como hidrovía, cultivos industriales, petróleo, minerales, pasta de celulosa. Deja en el país sequías, inundaciones, aguas contaminadas, tierras empobrecidas, drenajes ácidos, extinción de especies, pérdida de soberanía alimentaria.

 En las dictaduras se creó el entramado jurídico para el avance del modelo depredador que se consolidó en la década del 90 y desde entonces solo se ha profundizado de la mano de los falsos progresismos y el liberalismo económico. Durante los últimos 20 años los sucesivos gobiernos protegieron, incentivaron y promocionaron el modelo extractivo, basado en exportar naturaleza. “Bienes comunes” dicen los intelectuales.

“Recursos no renovables” llaman los economistas. “Nuestra vida” explican los pueblos ancestrales.

El actual modelo depredador, patriarcal y de sometimiento sistemático de la naturaleza para una acumulación capitalista sin fin, está destruyendo las condiciones que hacen posible la vida en el planeta Tierra. El calentamiento global es sólo la expresión más visible de los procesos de destrucción sistemáticos que están reduciendo la diversidad genética, devastando bosques, sobre explotando los mares, contaminando las aguas, quemando islas intencionalmente para el avance de la frontera agrícola, ganadera, minera y los negocios inmobiliarios… La velocidad con la cual se están destruyendo las condiciones que hacen posible la vida en la pachamama no sólo no se ha frenado, sino que se ha acelerado, y es absolutamente incompatible con la preservación de la vida. Se necesitan respuestas efectivas y rápidas ante problemas cada vez más severos y catastróficos.

 Porque este sistema acumula riquezas y distribuye enfermedades y pobreza. Las consecuencias del aprovechamiento sin límites de los bienes naturales de uso colectivo provoca inexorablemente su sobreexplotación y los lleva a su agotamiento.

Porque sabemos que la salud de los territorios es nuestra salud

Desde el ejercicio de la democracia, desde el derecho humano a reclamar y el deber de proteger la naturaleza, que hoy queremos recordar todos los SÍ que el pueblo entrerriano conquistó,

Hace 26 años logramos frenar la instalación de una mega represa hidroeléctrica sobre el río Paraná y declaramos para siempre la libertad de los ríos y sus ecosistemas asociados, logrando una legislación que es única en el mundo.

Sí luchamos para frenar la instalación de las pasteras en territorio entrerriano.

Sí logramos prohibir el fracking, una de las mayores entregas en el territorio del acuífero guaraní

 Sí llegamos a rondar 300 veces para decir Basta de Venenos en Nuestros

Cuerpos-Territorios

 Sí alzamos la voz cuando en plena pandemia incendiaron nuestros humedales.

 Sí llenamos las calles para frenar la instalación de las mega granjas porcinas…

 Par así poder vivir en armonía con la naturaleza, para sí elegir donde queremos vivir, para sí imaginar un futuro de buen vivir, para sí resguardar la biodiversidad ante las sequías y olas extremas de calor, para sí tener agua sana como un derecho humano fundamental, para sí decidir qué, cómo y para quienes se produce, para sí decir

Jujuy, Chubut, Mendoza y todas las luchas hermanas son nuestras luchas!

para sí decir nunca más, para sí a las abuelas y madres de plaza de mayo, para sí

tener memoria, verdad y justicia, para sí tener trabajos y sueldos dignos.

Para sí tener derecho a decidir sobre nuestrxs cuerpxs,

Para que no dé lo mismo decir que se puede contaminar el río y que eso no acarrea responsabilidades,

Para sí seguir cantando y pintando a nuestras y nuestros poetas

Desde todas estas conquistas colectivas del pueblo, salimos una vez más y

renovamos el compromiso por la vida y la salud de nuestros territorios, que es la nuestra.

 Por eso hoy decimos que sin humedales no hay primavera! sin naturaleza sana no

hay futuros posibles y entendemos que somos la naturaleza que se defiende!!!

Fotos: Gentileza Fran Paredes / Red Ecosocialista MST
De la Redacción de ERA Verde