La Asamblea No a los Agrotóxicos  de Colón y la de San José denunciaron la tala de un sector de monte nativo cercano al arroyo Artalaz, afluente del río Uruguay y que surca lindante con el casco urbano de la ciudad de Colón. Según los ambientalistas, se trata de “depredadores” en búsqueda de madera para la venta como combustible. Derribaron al ras especies invasoras y también una gran cantidad de ejemplares autóctonas. También hubo desmontes en eucaliptos en el ingreso a la ciudad.

En un sector que forma parte del valle de inundación de la cuenca del arroyo Artalaz poblada de árboles y que muchos vecinos de Colón utilizan para acceder al curso de agua a través de senderos, fue depredada por leñadores furtivos, dieron a conocer activistas ambientales locales.  Según constataron, habrían ingresado con un camión a esa zona muy cercana al casco urbano de la ciudad y talaron desde el pie un importante número de acacias negras, pero también ejemplares autóctonos. Para borrar las huellas de la intervención, quemaron las ramas y las chauchas, detallaron los denunciantes.

 

Un episodio de estas características también registró Yo opino Colón en su página de la red social Facebook que filmó cuando unos leñadores trasladaban troncos de eucaliptos a pocos metros de la ruta de ingreso a la ciudad.

 

Menos árboles, menos oxígeno

“Derribar un árbol es más grave de lo que imaginas, pues en promedio una persona necesita cerca de 22 árboles para respirar. Una hectárea de árboles plantados apenas abastece de oxígeno a 18 personas al día”, plantearon en un comunicado las asambleas ambientales. “En Colón y todo el departamento Colón, es muy, pero muy escaso el monte nativo que está quedando. Y lo poco que queda está siendo depredado cada día un poco más”, afirmaron para señalar cómo derribaron árboles “de muchos años con el único fin de lucrar con la leña, en un campo sobre el arroyo Artalaz, delimitado por calle Salta, Combatientes de Malvinas y Ruta Provincial Nº 26”, detallaron.

 

Los activistas lamentan profundamente la falta de conciencia de quienes no dudaron en calificar como “depredadores”, ya que “en lugar de cortar solo ramas, dejando los árboles en pie, los cortan al ras, sin tener en cuenta la función vital que los mismos cumplen, como proveedores del oxígeno que respiramos todos, como controladores de la contaminación y la erosión del suelo, como reguladores de la temperatura y las lluvias. Aparte de ser el hábitat de innumerables especies. Más esta zona que está por debajo de la cota de inundación y sobre el camino de sirga del arroyo”, precisaron.

 

“Es tiempo de repoblar el mundo de árboles, no de derribarlo. Es hora que las autoridades se responsabilicen de todos los aspectos que su función implica, ya que nos solo de pan vive el hombre, sino de oxígeno, agua y un medio ambiente sano. A poner las barbas en remojo, desempolvar la normativa y controlar estas cuestiones, solicitando todos los permisos que se requieran”, plantearon para dejar sentado que las autoridades de la ciudad tomaron intervención en los hechos, pero que no habría normativas para encuadrar ordenadamente estas prácticas.

De la Redacción de ERA Verde