De los creadores paranaenses de Piedras del Universo, el juego de mesa pensado para el cuidado del ambiente, a fin de mes se espera que dispongan para la venta un nuevo diseño lúdico con los mismos propósitos. Pez, es un conjunto de barajas ideado para divertimento, pero también como un modo de acercamiento a la fauna acuática de nuestro entorno, para conocerla y generar conciencia de su preservación. La lógica lúdica invita a preguntarse “¿Qué pasaría si una especie se extinguiera?”, señala Iván Taylor, integrante del grupo de emprendedores. Enterate de estas novedades en esta nota de ERA Verde y participá del sorteo por un juego de naipes de Pez que obsequia El Equipo Azul.
Pez nace a partir de tres pilares, cuenta Iván, uno de los gestores e integrantes del grupo que diagramó un mazo de naipes en base a la fauna del río. Con la experiencia de haber desarrollado un tablero lúdico cuya narrativa se basa en los cuatro elementos de la naturaleza, la nueva propuesta con barajas viene con delicadas ilustraciones de peces en dibujos realistas de Elina Aguilar, el diseño de Rocío García y el trabajo en fichas 3D de Jorge Cuesta.
El proyecto, plantea el emprendedor a ERA Verde, se gesta “después de realizar un juego de tablero, como es Piedras del Universo; teníamos fijado como siguiente objetivo un juego de naipes. Por muchas razones pero la principal es que los naipes tienen un especial arraigo local; parte de la idiosincrasia argentina se puede descubrir mientras se ojean las cartas del truco o se ordenan las 7 cartas que nos tocaron en el Chinchón. La segunda razón es estrictamente geográfica: vivimos a la vera de un río. El río nos contiene, nos define incluso a los que le dan la espalda, sobre todo a los que lo maltratan. El río nos complementa, dibuja la silueta de nuestra ciudad y de varias que se han alimentado de su curso y crecido de cara a su peregrinar. Al río, que siempre sorprende al que piensa que el territorio tiene que ver sólo con la tierra, le queríamos dedicar un juego. Al río, del que decimos que es nuestro, pero al que en realidad pertenecemos. Y la tercera razón es una palabra. Específicamente la que nombra al juego: Pez. Es una palabra incómoda. Seguramente estamos más acostumbrados a decir pescado y a vincularnos con ellos desde la pesca, el turismo o la gastronomía. Cada vez que queremos decir pez, esa otra noción que señala al animal capturado o ya muerto, se nos adelanta y ocupa un lugar que no le corresponde. Este juego es para volver sobre nuestras palabras y, al ver a un dorado saltando en el río, ya no digamos: ‘Mirá, un pescado’. Digamos pez. Queremos volver a mirar al río y realizar un aporte a la conexión y el descubrimiento con esos animales en su hábitat, en el medioambiente que compartimos”.
El proceso
Con estas ideas girando, y los acuerdos a los que arribaron Iván, su pareja Mariana Bolzán, hijas e hijo, le cuentan a Elina Aguilar. “Queríamos ilustraciones de peces vivos, peces que estuvieran nadando, peces que mostraran algo más que su cuerpo. Y Elina se adueñó de esa idea y la llevó a su máxima expresión, algo que está a la vista en esas líneas y puntos y sombras que están en cada carta. Son la expresión de la vida de cada especie”, dice entusiasmado. “En esta etapa decidimos sumar a Rocío García, que estuvo a cargo del diseño del juego. Rocío se propuso mostrar la territorialidad del río en el packaging y la vitalidad de las especies representadas en el juego, desde el isologo. El trabajo final nos llena de orgullo, estamos muy felices por el producto que se generó, pero mucho más felices por las hermosas personas que elegimos para sumar a este nuevo desafío”.
En cuanto al trabajo de Jorge Cuesta, que estuvo a cargo del diseño y desarrollo de “las palometitas”, las fichas corpóreas que en la dinámica del juego registran puntos, se suma a partir de otras iniciativas compartidas. “De hecho estuvo a cargo de realizar todas las piezas de nuestro juego anterior, Piedras del Universo. En el caso específico de Pez se encargó meticulosamente de seleccionar una forma reconocible y que destaque desde la forma por sus condiciones de pez de río. El resultado es un detalle estético que nos parece fascinante”, apunta Iván
Detalles y cómo jugar
La baraja completa de Pez representa la cadena alimenticia del río. Se encuentran 16 especies elegidas en base a su popularidad, entre la gran variedad que existen en el complejo sistema hídrico de la Cuenca del Plata. Se puede encontrar así al Surubí; Pacú; Manguruyú; Dorado; Patí; Armado; Raya; Anguila; Tararira; Manduvé; Sábalo; Boga; Amarillo; Moncholo y Mojarra. La Palometa completa la lista con dos distinciones: es la única carta que no tiene valor numérico y la especie cuya forma toman las 50 fichas de puntos que acompañan al mazo en la propuesta.
La idea general del juego, con variantes según la modalidad que se elija, es igualar o superar el valor numérico de la carta que juega la persona inmediata anterior a la mano propia. La ganadora o equipo ganador es quién logre obtener más de la mitad del total de los puntos posibles: hay 50 en total, “como un recordatorio de que el río es un ser vivo y que las poblaciones de peces no son infinitas. También como una pregunta: ¿Qué pasaría si una especie se extinguiera?”, reflexiona Iván.
En cuando a sus características, el juego presenta seis modalidades “que se adaptan a la variable de jugadores posible. Esto permite que entre dos y nueves personas puedan, sin importar cuántas son, encontrar una modalidad divertida para todos, sin que nadie deba esperar su turno para jugar. Las modalidades son: Arroyo de mazo abierto, de 2 jugadores; Arroyo de mazo cerrado, con 2 jugadores; Río Grande, de 3 a 9 jugadores; Tajamar, en equipos de tríos o parejas; Laguna, en equipos de tríos o parejas; y Remanso, en equipos de tres parejas”.
“Pez trae de arrastre insinuaciones típicas de los juegos de naipes argentinos más clásicos, con un sistema de juego original, cuya baraja –para empezar a señalar diferencias– prescinde de palos. Por esta razón las pintas –la línea que enmarca las cartas– son todas iguales”, distingue el integrante de El Equipo Azul. “Elegimos sostener el sistema de rondas clásico para todas las formas de juego, pero alterándolas en las modalidades de equipos, salteando jugadores según las cartas que se vayan jugando y sus combinaciones posibles”.
Otra propuesta original, continúa, “es el hecho de que los puntos no se suman al finalizar las rondas, sino que esto sucede en el momento en que suceden las acciones. Si un jugador supera la carta de otro, la suma de puntos en el instante. Además, dentro de una ronda pueden darse varias manos, lo cual termina de delinear la dinámica que queríamos imprimirle al juego. En pocas palabras, Pez es un juego por descubrir. Esperamos que la gente se lo apropie y que pronto haya muchos jugadores y jugadoras de Pez”.
Quienes deseen tener su mazo de cartas con los peces de río, pueden comunicarse por mensajes directos a los perfiles en las redes sociales Facebook o Instagram de El Equipo Azul, o a través de mensajes de WhatsApp al 3435145264. Se hacen envíos a todo el país mediante el sistema de encomiendas Paq AR del Correo Argentino.
“Realmente estamos muy felices y agradecidos con todo lo bueno y amoroso que nos ha pasado y nos sigue pasando con este proyecto”, cierra Iván.
El Sorteo
Merced al aporte de un juego de cartas de El Equipo Azul, ERA Verde sorteará entre sus lectores un mazo de Pez. Para esto quienes quieran participar deberán:
- Seguir a los perfiles de El Equipo Azul y ERA Verde en Instagram
- Etiquetar a dos (2) amigos/as con quien jugarías a Pez
- Para tener doble chance, deberán subir historias a sus perfiles y etiquetarnos los perfiles de las cuentas de El Equipo Azul y ERA Verde.
De la Redacción de ERA Verde