El Foro Ambiental de Gualeguaychú reveló un informe donde se da cuenta que el río que baña las playas más concurridas en el verano y del cual se abastece de agua potable la ciudad del sur entrerriano contienen colifornes fecales y escherichia coli en niveles mayores a los permitidos. El municipio admitió esta alarmante presencia de ineludible origen, pero relativizó los resultados del muestreo y apuntó que debe considerarse “ciertas eventualidades”, como el vertido clandestino de “emprendimientos productivos agrícolas”. Estas afirmaciones fueron como nafta al fuego y la Sociedad Rural salió con un fuerte cruce a las autoridades comunales por eludir su responsabilidad.
El pasado viernes se conoció un informe que alerta sobre la alarmante presencia de materia fecal que supera los valores mínimos permitidos en el río Gualeguaychú. Trascendió a través de un informe que el Foro Ambiental local dio a conocer en base a muestras tomadas en cinco puntos de los cuales en cuatro supera los estándares provinciales vigentes, se consignó a la prensa. Los registros de noviembre de 2019, se indicó, fueron realizado por profesionales de Concepción del Uruguay del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), “entre puente y Solar del Este; entre Puerto y Club de Pescadores; Desembocadura Aº Las Achiras; Desembocadura Aº del Cura; y Cancha Larga”. Con parámetros máximos admitidos de 800/100 mL en escherichia coli (la bacteria que se aloja en el tracto gastrointestinal humano) se midieron valores de 11.000, 15.000, 3.600, 2.400 y 280 en los mencionados puntos. En tanto colifornes fecales (del grupo de bacterias alojadas en la materia fecal), de valores que no deben superar 1.000/100 ml, los resultados arrojaron 11.000, 15.000, 9.100, 2.400 y 2.100 en los mismos lugares. El resultado general al cual llegó este estudio fue que estas aguas no están aptas, por lo que el Foro advirtió los potenciales riesgos a la salud por el uso recreativo o de consumo.
Sí la hay
Ante esta información, la Municipalidad de Gualeguaychú respondió que compartía la preocupación ante la información dada a conocer por la entidad ambiental y dijo que “el cuidado de nuestro principal curso de agua es un objetivo central para la comunidad de Gualeguaychú”. Por otro lado expuso que conoce las resoluciones de Ambiente provincia, donde establece parámetros para la medición de datos y que el personal del área municipal también observa el comportamiento del curso de agua.
No obstante –continuó la respuesta del municipio–, dada la complejidad, “deben considerarse ciertas eventualidades que pueden afectar los resultados aislados de tomas de muestras, alterando circunstancialmente los resultados analíticos integrales; por ejemplo, en ocasiones de lluvias, crecientes, y sudestadas, que originan la reprogramación del muestreo, dentro del periodo planificado, respetando lo normado por resolución provincial; o así también circunstancias humanas relacionadas a volcados clandestinos de efluentes; los emprendimientos productivos agrícolas, la cría de pollos, porcinos, vacunos (Feed Lods), etc. Todo esto rompe con la linealidad de cualquier análisis que pretenda hacer pie en la unicausalidad, advirtiendo que el análisis de cada causal que afecta nuestro río, requiere complejos abordajes que necesariamente involucran a todos los niveles del Estado y la sociedad en su conjunto”, señalaron. Tras esta aclaración, oficialmente se planteó que los resultados que trascendieron no son representativos “dada la variabilidad del curso de agua”, se excusaron.
Réplica
La contestación dada por la Municipalidad de Gualeguaychú lejos de aplacar los ánimos y llevar tranquilidad desencadenó una dura refutación de la Sociedad Rural que sintió agraviada por el deslinde de responsabilidad oficial. En un comunicado dado a conocer hoy con el nombre “Culpar al otro, la estrategia elegida una vez más por la Municipalidad”, la entidad ruralista cargó contra la comuna por un tema que debe ser tomado “con seriedad, responsabilidad y obliga a actuar en consecuencia”, se advirtió. Planteó que observan “absortos, al igual que toda la comunidad, que la respuesta por parte de la Municipalidad a los estudios (dado a conocer por el Foro Ambiental) ha sido otra vez no asumir su enorme responsabilidad e intentar desviar la atención. Esta reacción por parte del intendente y su gestión no es admisible. En vez de poner el foco en las principales causales que puede llegar a tener el problema, como por ejemplo el mal funcionamiento de la planta de tratamientos de efluentes cloacales, intenta culpar y salpicar a otros”, se indicó.
La Sociedad Rural puso en la mesa de discusión del problema dado a conocer las deficiencias en el tratamiento de efluentes sanitarios, toda vez que recordó “por falta de previsibilidad y gestión, la planta referida estuvo durante un largo período de tiempo fuera de régimen volcando los efluentes cloacales crudos al río y aún hoy técnicos en la materia aseguran que sigue funcionando con problemas. O sea, todas las cloacas de la ciudad volcaban a nuestro río de manera directa, pero la Municipalidad se empeña en culpar, por ejemplo, al sector agropecuario. Otra vez, el enemigo dialéctico del intendente aparece en escena. Sí, porque en su insólita defensa deja traslucir que los emprendimientos productivos agrícolas, la cría de pollos, porcinos y vacunos son responsables de que nuestro río esté repleto de materia fecal”, fustigaron. Y detallaron “a decir verdad, todas las excreciones animales pueden llegar a tener una incidencia en los valores observados, pero en un nivel infra decimal, mínimo, irrisorio. Desviar la atención del problema hacia el sector agropecuario es una felonía. Un manotazo de ahogado de quien no puede mostrar resultados o soluciones y quiere diluir las culpas. Se trata, una vez más, de un ataque al sector agropecuario que tampoco vamos a dejar pasar. En un momento de nuestro país que se habla de consensos, a la actual gestión municipal no les interesan. Todo lo contrario, sigue haciendo del enfrentamiento y la diatriba, una forma de hacer política”, castigaron duramente desde la Sociedad Rural.
De la Redacción de ERA Verde