Investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y la Universidad Nacional del Litoral (UNL), analizaron la presencia de especies no autóctonas de peces en el río Paraná y Uruguay. El estudio se centró en salmónidos no nativos y que fueron capturados en episodios inusuales, en los ríos De La Plata, Paraná y Uruguay. Estos especímenes, señala la publicación realizada en BioInvasions Records, fueron introducidos con fines deportivos y acuícolas en toda la Patagonia en las primeras décadas del siglo XX y poco a poco se han propagado naturalmente; llegados al océano Atlántico, reingresan al continente para reproducirse corriente arriba en cursos fluviales del sur. Así, su presencia en el Litoral parecen ser casos de extravío, ya que las temperaturas de estas aguas no son aptas para su reproducción. A esto se suma que el paulatino aumento de la temperatura del mar y la misma tendencia proyectada en la cuenca del Plata plantea un escenario donde “el riesgo de dispersión e invasión de los salmónidos anádromos de cuencas más templadas probablemente se verán limitados”, señala el escrito al que accedió ERA Verde.

Un grupo de científicos de Conicet, encabezados por Luis Espínola, llevó adelante un estudio donde efectuó una revisión actualizadas de los registros de salmónidos capturados en Argentina, “específicamente fuera de la ecorregión patagónica y particularmente dentro de la cuenca del Río de la Plata”, indica el paper publicado recientemente. Alguno de los integrantes de este equipo, llevó adelante otras investigaciones de la misma índole, y en 2022 dio a conocer un relevamiento que dio como resultado para la Argentina de 5 especies de peces potencialmente invasoras, 18 invasoras, 11 introducidas y 6 con riesgo de introducción.

Registran 40 especies de peces no nativos en ríos argentinos

En el estudio publicado a principios de marzo de este año, se plantea examinar las características de salmónidos capturados “fuera de la ecorregión patagónica y particularmente dentro de la cuenca del Río de la Plata”. En este orden, se caracteriza que “los salmónidos son especies de peces no nativas del hemisferio sur, pero se han introducido continuamente en regiones templadas y frías de América del Sur, a través de fugas de piscifactorías y programas de repoblación intencionales para la pesca deportiva”. Es así que su presencia en Argentina se remonta a las primeras siembras realizadas a principios del siglo XX en la Patagonia. En la actualidad, se ha datado presencia de poblaciones de agua dulce de trucha arco iris, marrón y trucha de arroyo “más allá de la región de la Patagonia, incluso en áreas con condiciones ambientales subóptimas (altas temperaturas del agua” para su establecimiento, apunta Espínola en el documento al que accedió ERA Verde.

 

Se recapitula para el relevamiento que, recientemente, se encontró un salmón Chinook en el Delta del río Paraná y en el bajo río La Plata, así como se obtuvieron otros “informes anecdóticos sobre capturas de salmónidos por parte de pescadores artesanales y recreativos locales han resaltado el potencial de los salmónidos anádromos para invadir el Río de la Plata”. El enfoque del estudio se plantea de este modo “describir informes novedosos de especies de salmónidos nunca antes registradas en esta cuenca, lo que puede ser indicativo de una expansión poblacional en curso. También discutimos los posibles mecanismos de dispersión y los riesgos que estas especies pueden representar para las comunidades de peces nativos”, señalan en el planteo. Para el estudio, la investigación toma finalmente siete casos probados: Tres en el río Paraná, uno en el Delta del Paraná, dos en el río Uruguay, y el restante en el río De La Plata.

 

CLARIDAD Y TEMPERATURA

En la “discusión” del análisis, sobre las hipótesis de su llegada a estas latitudes, y las condiciones que anteceden su expansión, se señala que “la presencia de salmónidos anádromos en el río de la Plata, sin embargo, parece ser un caso típico de extravío, donde los individuos que no han logrado llegar a sus arroyos natales para reproducirse, se dispersan a otros arroyos, ampliando así su rango de distribución”. Esto puede atribuirse a corrientes marítimas que llevan a los peces perdidos hasta estas cuencas. Los interrogantes que surgen en este punto es qué grado de invasión puede representar esta propensión. “Si bien la expansión del salmón Chinook en América del Sur parece ser un proceso en curso”, citan de otros trabajos, “el potencial de esta especie de volverse invasiva” en la cuenca del Plata “parece ser mínima” ya que “los salmónidos adultos que migran río arriba para reproducirse presentan requisitos de hábitat específicos y operan durante períodos de tiempo específicos para garantizar una migración reproductiva y un desove exitosos. Por ejemplo, los arroyos que son excesivamente cálidos pueden impedir o retrasar la migración río arriba, haciéndolos inadecuados para la reproducción y la supervivencia de los huevos. Las condiciones térmicas de los ríos Paraná y Uruguay no son aptas para la reproducción de salmónidos. Además, la temperatura del agua de estos ríos no sería la adecuada para la persistencia de salmónidos más allá del Delta del río Paraná”, apunta la publicación conocida por ERA Verde.

 

“Dado que los salmónidos son especies conocidas por construir nidos, el riesgo de competencia con especies nativas por los hábitats de desove sigue siendo bajo”, se afirmó, a lo cual se agrega que “los salmónidos también requieren aguas claras y relativamente rápidas con sustratos dominados por grava para migrar río arriba y construir nidos”. Sin embargo, “la calidad del agua, velocidad y composición del sustrato de las cuencas de los ríos Paraná y Uruguay tampoco serían favorables, ya que se caracterizan por corrientes lentas y perezosas, con un sustrato fino, con limo y arcilla suspendidos elevadas”.

Por otra parte, se toma en consideración que el cambio climático previsto dentro de la cuenca “y el creciente avance de las aguas cálidas de la corriente de Brasil hacia la plataforma patagónica en los últimos años”, esto “también servirían para limitar la posible invasión de salmónidos en el futuro”. Este aumento constante en las temperaturas de la superficie del mar en todo el Océano Atlántico sudoccidental se observa durante las últimas tres décadas. “Debido al aumento de temperatura proyectado en la cuenca de La Plata y en el Océano Atlántico en general, el riesgo de dispersión e invasión de los salmónidos anádromos de cuencas más templadas probablemente se verán limitados. En consecuencia, se deben minimizar las preocupaciones sobre los salmónidos anádromos que representan una grave amenaza para las especies nativas. No obstante, es imperativo realizar más evaluaciones de nuevas capturas y registros para confirmar las rutas migratorias de estas especies”, cierra el informe.

 

 

De la Redacción de ERA Verde