“Tenía una amplia cartera de clientes”, comentó a ERA Verde el inspector de la Dirección de Recursos Naturales y Fiscalización de Entre Ríos, Silvio Arenas, sobre la manufactura clandestina de salames y chorizos que fue desbaratada en la ciudad de Gualeguaychú. En el operativo, que se llevó adelante junto con la Brigada de Abigeato de la Policía de Entre Ríos y la Dirección de Bromatología local, se decomisó más de media tonelada de embutidos que no contaban con un control sanitario sobre la procedencia de los productos y el lugar de elaboración. Entre la mercadería hallada se encontró 200 kilogramos de carne silvestre, de ciervo Axis y jabalí, que se incautó para su desnaturalización.

Personal de la Dirección de Recursos Naturales y Fiscalización provincial encabezados por el inspector Silvio Arenas, con la colaboración de la Brigada de Prevención de Delitos Rurales de la Policía de Entre Ríos y la Dirección de Bromatología de Gualeguaychú realizaron este jueves 4 de julio por la tarde un allanamiento en una vivienda ubicada en calle Rebori de la ciudad del sur entrerriano. En la misma funcionaba una fábrica clandestina de chacinados, por lo que se procedió al decomiso de la mercadería y cierre del local que no estaba permitido para este tipo de faenas.

 

“No era un comercio habilitado; se elaboraban productos en un domicilio particular carente totalmente de condiciones higiénico sanitarias para hacerlo y que luego se vendían”, explicó Arenas a ERA Verde sobre las características del negocio donde se realizó la intervención.

En la requisa se constató la existencia de más de media tonelada de embutidos, entre salames y chorizos frescos de elaboración casera sin ningún tipo de control sanitario, ni habilitación alguna para la fabricación de estos productos. Asimismo, se procedió al secuestro de maquinarias y elementos utilizados para tal fin, como balanza, picadora, amasadora, embutidora, balanzas, sierra, cuchillos, así como tripa, tocino e hilos de algodón. Entre la carne de origen doméstico que se incautó se encontró también un total de 200 kilogramos de cortes de procedencia de la fauna silvestre, siendo de Ciervo Axis y chancho Jabalí, dos especies exóticas invasoras que, en este caso, se utilizaban como materia prima para la elaboración de embutidos “especiales”.

 

“El encargado tenía una amplia cartera de clientes que comprada este tipo de productos”, reveló a ERA Verde el inspector de Recursos Naturales y Fiscalización. De acuerdo a las investigaciones y procedimiento que fueron autorizadas por el titular del Juzgado de Transición y Garantías Nº 2 de Gualeguaychú, Ignacio Boris Nicolás Telenta, se estima que por semana en el lugar se elaboraba entre 600 y 700 kilos de salame. Además, al momento de realizar el allanamiento, se interceptó un importante envía que se iba a llevar adelante a un lugar que por el momento no trascendió.

 

ILEGAL

 

Desde la Policía se indicó que el procedimiento se originó en el marco de una investigación en resguardo y protección de la salud pública de la población de la ciudad, “ya que la carne utilizada para la fabricación es adquirida de la caza furtiva, siendo ello un foco de contaminación frecuente, desconocido forma y lugar de faena, sanidad de los animales ultimados y falta de control bromatológico a la hora de la elaboración”. Además, “la morada allanada (que funcionaba como fábrica era) un lugar faltó de higiene y condiciones reglamentarias que la hacen no aptas para realizar y comercializar los embutidos”.

Arenas explicó a ERA Verde que de acuerdo al 25º de la Ley de Casa Provincial Nº 4.841 se prohíbe “en forma terminante la venta o comercialización en cualquier forma de productos o piezas provenientes de la caza deportiva, en cualquiera de sus etapas, inclusive preparadas consumo”. Esto significa que no puede elaborar para la venta, porque “no hay trazabilidad sanitaria” de los productos. Si hay producto de la caza, es para propio consumo, se aclaró.

 

Por su parte, de la fuerza de seguridad se detalló que los cortes cárnicos y los elaborados se sacaron de circulación “para que no se sigan vendiendo a la sociedad”, procediéndose al decomiso y posteriormente a su desnaturalización ante presencia de testigos que fue refrendado en un acta “por ser considerados por el facultativo actuante cómo no aptos para el consumo humano”, se agregó.

 

 

FOTOS: PER / Dirección de Recursos Naturales y Fiscalización

De la Redacción de ERA Verde