En los relatos rurales la Calandria (Mimus saturninus) simboliza la libertad, ya que es una especie que no tolera el cautiverio y muere al poco tiempo de estar en una jaula. Su energía se destaca en un canto variado y hermoso. Es uno de los gorjeos más destacado que se puede escuchar en las zonas rurales de toda América del Sur donde habita. Tiene incluso la capacidad de imitar el canto de otras aves con precisión, emulando sonidos del entorno e también la música. En el folklore argentino numerosas prosas la evocan, y hasta tiene una danza poco conocida.
La calandria, por notable trino, es siembre bienvenida en cualquier reposo en la campiña entrerriana.
Foto. Raúl Perro Perrier. Exquisito fotógrafo que sabe detener su mirada en las composiciones más simples y despojadas, urbanas, de la vida cotidiana y también de la naturaleza que no le es indiferente. Trabaja para Cultura municipal y lleva adelante talleres de fotografía en Paraná. Uno de ellos en Departamento de la Mediana y Tercera Edad de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de Entre Ríos. También en el Instituto de Periodismo Deportivo y en el espacio cultural “De las maravillas” en Oro Verde.
Además de sus facetas más conocidas como fotoperiodista y como fotógrafo artístico, el Perro, ha registrado y vivido durante los 90 y 2000 el under local de la llamada Generación X. Las noches, recitales (de “Todos tus Muertos”, “2 Minutos” hasta el hardcore homocore de “Los Crudos” junto a “Fun People”). En esas horas en las calles, movidas en bares y centros culturales que ya han desaparecido vivenció costumbres de la cultura skater, las obras de los primeros tatuadores, y peleas antológicas de box. Buceando en sus archivos se podrá reconstruir lo que no era editado en los suplementos de salidas y “movidas” nocturnas en los medios gráficos locales. Esas otras historias, se conservan en sus imágenes. “Raúl es nuestro Larry Clark”, dijo alguna vez un entrañable amigo y artista que lo conoce como pocos.