La bajante del río Paraná y las complicaciones para el abastecimiento de agua en la ciudad de Victoria volvió a colocar el dragado de la Hidrovía en el centro de los cuestionamientos. Desde el municipio local se solicitó a la Provincia que gestione la remoción de sedimento de las bocas de acceso a los riachos que se depositan por el refulado de arena del canal principal. Y desde las organizaciones socio ambientales y habitantes de la zona se insiste en alertar que esta situación se viene dando desde hace tiempo. “Siempre que se menciona el tema de (dragar) las bocas (de acceso de agua al humedal), pero hacen oídos sordos”, se quejó el emprendedor isleño Javier Núñez, en diálogo con Radio de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). El prestador de servicios turísticos y habitante del Delta señaló que desde distintas organizaciones han evaluado hechos concretos que llevan a pensar las obscuras pretensiones de “pamperizar la zona y venderla a empresas” para la ganadería y la agricultura extensiva.
Habitantes de las islas y activistas socio ambientales de la zona de Victoria apuntan que la falta de agua para potabilizar es por el dragado de la Hidrovía río Paraná. En diálogo Radio UNR, con el emprendedor e integrante del movimiento socioambiental Javier Núñez, explicó en el programa “Apuntes y Resumen” el entramado de la problemática que hoy tiene en alerta a la ciudad de Victoria. El trabajador del río, señaló que el estado actual de la problemática por la bajante del río Paraná es similar a la del extenso período de seguía y aguas bajas del trienio que comenzó en el año 2020. El prestador de servicios para turistas detalló que la complicación para la captación para potabilización genera muchas “aguas turbias” e incluso el peligro que los efluentes cloacales sean tomados por las bocas de abastecimiento de la ciudad “porque el río ha perdido correntada”, explicó el baqueano del Delta.
“El problema viene desde hace muchos años y la causa es el dragado de la hidrovía, del río Paraná”, afirmó a Radio UNR. Núñez explicó que esto se debe a que “se ha dragado” demasía el río Paraná, “sin dragar las bocas de ingreso al humedal”. Esto “ha hecho que estas bajantes se han hecho críticas. Antes el río bajaba así, pero no cortaba el paso (de las aguas hacia el interior del Delta)”. Recordó que antes de inaugurar el puente Victoria-Rosario había un servicio de lancha, con una altura en el puerto local de 1,5 metros. “La lancha iba y venía sin problema. Ahora está sedimentado: a la altura del (arroyo) Careaga y las principales bocas de ingreso de agua que están a la altura entre Diamante y Rosario, como La Azotea y la Boya 500, que están totalmente sedimentada. Eso hace que no ingrese nada de agua”, graficó.
DRAGADO Y TAPONAMIENTO
Los periodistas de “Apuntes y Resumen” señalaron la reunión que mantuvieron 28 de agosto por esta problemática la intendenta de Victoria, Isa Castagnino, con el gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio. El activista socio ambiental se mostró escéptico con el éxito de estas gestiones, porque no se observan avances concretos. “Además –agreó–, el gobierno nacional anunció que quieren llevar la Hidrovía a 42 pies y esto sería la sentencia de muerte para el humedal. Acá hay muchas familias que viven de la pesca, en mi caso del turismo, acá también se produce buena carne, la apicultura. Además, hay más de 50 mil personas que toman agua de este río”, planteó.
En Victoria piden el dragado del río Paraná para evitar quedar sin agua potable
“Hay una intensión de secar este lugar”, planteo el isleño al comentar que “siempre que se menciona el tema de (dragar) las bocas (de acceso de agua al humedal), pero hacen oídos sordos”, se quejó. “Pescadores, isleños y quienes andamos por la zona, venimos batallando con esto de dragar las bocas y cada vez se complica más. El contrato (de concesión para mantenimiento) pide dragar la Hidrovía a 34 pies a (la empresa belga) Jan de Nul. Se draga de tal modo que se chupa la arena, la carga (en el barco), se arrima a la costa entrerriana y libera el sedimento. Ese sedimento es arrastrado por la correntada y se va metiendo las bocas del humedal, y hace que no ingrese agua a la zona”, explicó sobre el procedimiento por el cual se tapa el ingreso de agua del río Paraná al interior del Delta.
“Decimos que quieren secar el humedal porque en los ’90 un propietario de una marca conocida de jugos (Baggio), compró 34.000 hectáreas a propietarios y para pamperizar la zona y venderla a empresas. No decimos ninguna locura, porque también una empresa, (la multinacional holandesa) Bema Agri BV, compró 10.000 hectáreas frente a Villa Constitución y sembró soja. Nos dicen que somos mal pensado, pero todo da a entender que es lo que se quiere”, cerró.
Con información de Radio UNR
De la Redacción de ERA Verde