Las organizaciones nucleadas en la Coordinadora Basta es Basta reiteraron el pedido de un encuentro con Gustavo Bordet para abordar la problemática de los agrotóxicos. Ingresaron una nota con el pedido formal luego del piquete realizado por las entidades rurales que se oponen a la restricción de las fumigaciones alrededor de las escuelas, y tras lo cual fueran recibidos por las autoridades del Superior Tribunal de Justicia. Los activistas señalan que los dirigentes agropecuarios no les han atendido el teléfono.

 

Colectivos enrolados en “Coordinadora por una Vida Sin Agrotóxicos en Entre Ríos: Basta es Basta”, volvieron a solicitar una audiencia con el gobernador Gustavo Bordet. El planteo es para poder dialogar respecto a la prohibición que la Justicia dejó firme de no pulverizar de forma aérea en 3.000 metros a la redonda de los establecimientos educativos rurales en 1.000 metros en caso de ser terrestre. Los ambientalistas, que afirman también ser “entrerrianos/as, madres y padres, alumnos y alumnas, docentes, consumidores y consumidoras, trabajadores y trabajadoras, productoras y productores agropecuarios”, plantean que el diálogo no significa negociar. “Claramente no queremos negociar, por el solo hecho de que la salud de nuestros gurises no se negocia.

 

En una réplica a la Mesa de Enlace de entidades agropecuarias, que se oponen a las limitaciones del uso de pesticidas, señalaron que el conflicto lejos está de ser comparado con el “de la 125” que en 2008 desataron las protestas agrarias por el sistema de retenciones a la venta de soja. “En ese momento, se hablaba de números, de costos, de exportaciones, de granos, no de vidas. Hoy hablamos de daño genético, cáncer, infertilidad, malformaciones de gente que habita en nuestro territorio, no en la estratosfera: ¿Cómo podríamos negociar eso, señor presidente del Superior Tribunal de Justicia? ¿Cómo se negocia señores productores? ¡Cuéntennos Mesa de Enlace!”, lanzaron en un comunicado.

 

Teléfono roto

 

En relación a los calificativos de “fundamentalistas” que esgrimieron dirigentes rurales para calificar a los activistas, se preguntaron “¿Desde cuándo defender la salud es ‘fundamentalismo’? y si defender la vida es ser fundamentalista extremo, bienvenida la calificación.En cuanto a la intención de dialogar, desde tiempo antes del fallo solicitamos que nos atienda la Ministra de Salud, el Sr. Gobernador de la provincia, a cada uno de los diputados, a todos los Sres.  Senadores. Hicimos sonar los teléfonos de dirigentes agrarios (pregúntenle a Don Alfredo De Angeli y a Alfredo Bel por ejemplo). Todos nos ignoraron y hoy quieren correr el acceso a la educación de nuestros gurises para envenenar ¿Sera porque saben que la Universidad de La Plata y la Universidad de Rio Cuarto desde el año 2013 que vienen haciendo estudios científicos en escuelas rurales?”.

 

En cuanto a las diferencias a los pedidos de atención, desde Basta es Basta apuntaron que “los que se dicen ‘campo’ fueron recibidos con alfombra roja; en cada solicitud que realizaron. Recibidos por el Gobernador Bordet a poco días del primer fallo, dos veces con el presidente de la Suprema Corte provincial, con nuestro Fiscal de Estado y decimos ‘nuestro’ porque debería serlo de todos y todas l@s entrerrianos,  pero se ha constituido en asesor personal del sector de la mesa de enlace; se focalizó en prepararlos para enfrentar a las organizaciones que habíamos tenido la osadía de querer defender los niños y niñas de las escuelas rurales”.

 

Hijos y entenados

 

Las organizaciones ambientales recordaron por otra parte sobre “la responsabilidad legal de todo funcionario público de proteger los derechos fundamentales, como salud y educación, de los ciudadanos y asimismo el deber moral de los dirigentes de proteger a los grupos que ‘dicen’ representar; y esto referido a la liviandad e irresponsabilidad de hablar de ‘falta de rigor científico’ sin conocer una letra del expediente”. Y agregaron: “No son los hijos de Feldkamp (de FAA), Rodríguez Signes (fiscal de Estado), Elbio Guía (FAA) ni de Guadalupe Vivanco (titular de la Sociedad Rural de Nogoyá) los que asisten a las escuelas. La actitud de los dirigentes agrarios y gobierno fue de ningunearnos, ridiculizarnos y cerrarnos todas las puertas al diálogo. Solo nos quedó la vía judicial. Por el contrario a sus consignas pro venenos, expresamos: sin vida no hay trabajo y sin salud no habrá productores ni vida rural”.

 

En el comunicado asimismo apuntaron que “a pesar de un aparato económico y político a su favor no han podido contrarrestar las irrefutables pruebas científicas, de estricto rigor científico en función de los protocolos avalados internacionalmente por la ciencia independiente. Pedimos mesura en los irreproducibles discursos mentirosos y agresivos pulverizados por varios dirigentes sojeros; sabemos que no representan al campo; representan solo un sector al que han ahogado con engaños y hecho dependiente de venenos”, fustigaron.

 

Por último, solicitan en la nota ingresada el 28 de mayo, “una vez más a nuestro Gobernador Bordet que nos reciba con el único objetivo de poder poner en palabras todo el trabajo que venimos realizando y los resultados ineludibles que están arrojando los estudios en el territorio entrerriano. No puede aventurarse a un nuevo decreto sin conocer exactamente lo que está sucediendo”. Y anticipándose a una medida que comenzó a tejerse respecto a un nuevo decreto reglamentario para atender el amparo judicial, anticiparon que “el sol no se puede atajar con un decreto, menos aún la deriva de las fumigaciones. Cuando decidan respetar la vida y levantar productivamente a la provincia, dejar de ahogar productores y darles herramientas para producir alimentos, desde la Coordinadora Basta es Basta, ¡acá estamos!”, concluyeron.

 

De la Redacción de ERA Verde