La aparición de iguanas en domicilios familiares y zona habitadas comenzó ser noticia reiterada en los últimos tiempos, lo que ha demandado la intervención policial para reintegrarlos a su hábitat. ¿Cuál es la razón en que estos reptiles se animen a internarse en sectores poblados? El biólogo Alejandro Giraudo ensayó con ERA Verde algunas hipótesis y brindó un perfil de esta especie relevante por su comportamiento para mantener el equilibrio de los ecosistemas que habitamos.

Desde que hace aproximadamente un mes las noticias policiales cuentan periódicamente sobre el rescate y regreso a sus entornos naturales de ejemplares de lagartos overo (Salvator merianae) o iguanas, como se la conoce en la Argentina. Pero ¿qué lleva a estos reptiles a adentrase en casas, patios o lugares habitados por seres humanos? Para el investigador Alejandro Giraudo “estos animales siempre han vivido en lugares periurbanos e incluso en baldíos grandes, en áreas no tan habitadas de las ciudades”.
En diálogo con ERA Verde, el científico del Instituto Nacional de Limnología (INALI) del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de Santa Fe, describió a los lagartos overos o iguanas overas como “son una especie de tamaño relativamente grande, no son peligrosos para el hombre, aunque hay que manipularlos con cuidados porque sí pueden morder y que sea una mordedura importante, pero cuando se los intenta capturar, porque en general no son animales peligrosos”.
En cuanto a la hipótesis de porqué ahora si aparición reiterada es novedad, plantea como hipótesis “que al haber menos actividad humana (por la cuarentena) estos animales son vistos con más frecuencia. Ahora también estos animales invernan y salen justo en esta época, en octubre noviembre, con los calores más importantes salen de sus cuevas. Porque viven en cuevas o refugios debajo de troncos o maderas, pero mayormente enterrados en cuevas. Salen de sus habitáculos a comenzar a alimentarse. Es posible, yo creo, que como la gente está más en su casa y está observando más estas cosas, vea más a estos animales que lo que antes lo hacía. Además que estos animales estén desplazándose más porque hay menor actividad humana en general en las ciudades. Pero estos animales viven en los alrededores de Paraná, seguramente en el Parque Urquiza, seguramente sobre la costa del río, seguramente donde hay muchos terrenos baldíos. Y bueno, son animales comunes aún en ambientes modificados por los humanos”.
En cuanto a qué hacer cuando uno se topa con alguno de estos ejemplares, Giraudo señaló que “una de las cosas importantes es que se lo pueden dejar donde están, no es necesario sacarlos de todos lados a no ser que ingrese en una vivienda o esté en donde creamos que el animal no tenga posibilidades o pueda ser lastimado”.
Respeto a su alimentación explicó que “son bastante omnívoros”, y de allí su importancia en el equilibrio ambiental. “Comen todo tipo de insectos, como ser langostas, arañas, otros animales, menores, desde lauchas hasta otros reptiles. Pueden comer carroña, alimentarse de desechos que dejan las personas y también pueden comer algunos tipos de fruta. Cumplen una función muy importante en los ecosistemas”, subrayó. Estos animales se reproducen en sus cuevas, comentó el investigador, “ponen bastantes huevos, sus crías son más pequeñas y muy coloridas. Esta especie ha sido aprovechada comercialmente en la Argentina, está regulado por lo cual es fuente también de cierto grado de explotación para ciertas poblaciones rurales o alejadas”.
Finalmente, el biólogo reflexionó: “Tenemos que integrarnos más a la naturaleza, respectar a los animales, que ahora como estamos siendo más meticulosos en esta cuarentena en observar que nos rodea, que convivimos con muchas especies, que tenemos que seguir conviviendo, tenemos que aprender de ellos, tenemos que respetarlos y eso nos va a llevar a un mundo más sostenible”.
De la Redacción de ERA Verde
