Por MAD (*). Somos un grupo de mujeres que buscamos visibilizar historias de vida de otras mujeres y su vinculación con el agua mediante la recopilación de relatos y el rescate de memorias de mujeres actuales, de diferentes edades y que en sus diversos roles en la comunidad tienen una relación algunas veces evidente, y otras no tanto, con el agua en sus diferentes formas y orígenes.

 

Mujeres de la mesopotamia argentina, que se vinculan con los ríos, arroyos, humedales, cañadas, lagunas y acuíferos, que necesitan del agua limpia, que le cantan, le escriben, inspiran y la pintan, la acarician, le danzan, que le entregan su historia, sus antepasados, que la estudian y la defienden. También que visibilizan las problemáticas asociadas a la conservación, al cuidado y al acceso al agua en cantidad y calidad adecuadas, entendiendo el ciclo del agua y la vida como indisociables. El agua como elemento de vida, un bien común natural, cultural y patrimonial, un derecho humano.

 

En esta oportunidad, en nuestra presentación, queremos compartir la poesía de Gloria Montoya (**), una mujer de agua dulce; a modo de presentación

 

(al Paraná)

1963-1964

 

Yo broté en tu orilla de silencio y esperanza

 

no soy sino una carcajada de arena

 

un suspiro que el sauce amontonó en la luna

 

he llenado mis bolsillos con tu caracol iluso

 

donde charlas con el mar y te haces viento

 

tu sueño es más azul que mi sueño

 

porque juegas a ser cielo a ser nube a ser alga

 

tu huella huele a la alcoba donde el pez se torna pájaro

 

para llevarte en sus alas hasta el país del plátano

 

por la senda del espejo

 

allá

 

explotará tu risa cuando juegues con la estrella

 

a que la atrapas

 

yo sé que esperas el abrazo de la luna

 

te tiende un hilo de seda para que subas a amarla

 

la noche se pone zancos con botones de luciérnagas

 

se agazapa entre el islaje

 

para besarte

 

tu cuenca se vuelve cuna con olor a madreselva

 

tu amor se torna guitarra que el viento lame en el sauce

 

lavandera que le cantas canción de cuna a tu niño

 

recoje en tu cesta de paja la canción que canta el río

 

te has puesto zapatos de espuma y un saco de caracoles

 

un sombrero de guijarros para camuflar tu ansia

 

silencio

 

ha llegado la amante

 

el río no es río es luna

 

la luna no es luna es agua.

 

El cielo se tragó las estrellas, Poemas. Gloria Montoya, Editorial Colmegna Santa Fe

(**) Gloria Montoya (1935-1996). Poeta, narradora, artista plástica y docente nacida en Paraná, provincia de Entre Ríos, donde falleció. Estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes «Ernesto de la Cárcova». «De sensibilidad exquisita, tras haber transitado muchísimas rutas como pintora y dibujante, sin abandonar ese campo comenzó a darse a conocer en el terreno de las letras. En sus poemas está también el color y están –siempre– el río como lugar de referencia; la luna, compañera de paisaje. Su poesía alude a la injusticia social, al hecho que le duele porque lo sabe tropelía, casi con pudor, delicadamente, con tonos pasteles se diría…», dice de ella Silvia Rodríguez Paz. Libros de poemas: «Adiós a las ciudades y otros poemas», «El cielo se tragó las estrellas», «Tierra América» e «Historias traspapeladas». Fuente: Facebook “Recordando a Gloria Montoya”.

 

(*) Melina Crettaz Minaglia, Diamela Gianello e Irene Aguer. Mujeres de Agua Dulce (MAD) – Unidad de Vinculación Ecologista – Fundación La Hendija.

 

Ilustración: Mujer con sombrero, de Gloria Montoya, de la serie “Mujeres”.