A raíz de una denuncia de la Asociación de Funcionarios y Abogados por los Derechos de los Animales (AFADA), en agosto de 2020 la Justicia Federal de Gualeguaychú decomisó dos ejemplares de guacamayos. Las aves habían sido adquiridas a un criadero de Corrientes por un comercio local y luego pasaron a manos de la nueva dueña del local, quien a la postre resultó acusada por tráfico de fauna. Lorenzo y Martín fueron secuestrados y enviados a una reserva, pero tras idas y vueltas, el tribunal del caso se declaró incompetente y el expediente pasó al fuero provincial en donde la fiscal interviniente entendió que no había delito, contó a ERA Verde el abogado defensor. Los dos grandes loros finalmente regresaron a su hogar.

Desde hace años Lorenzo y Martín son dos reconocidos personajes del centro del Gualeguaychú. Sus plumíferas figuras eran la atracción de la vidriera de Mundo Animal, un local ubicado en calle Urquiza Nº 966, entre Irigoyen y Magnasco, uno de los puntos más transitados en Gualeguaychú. Pero lo que era un pasar apacible, de buenas a primeras se alteró. Cerca del mediodía del 31 de julio del año pasado, Fiscalía Federal de Gualeguaychú –el único juzgado de este tipo en esa localidad–, acogió una denuncia de Amalia Mercedes Lenzi y Fernando Nicolás Benedetto, letrados representantes de AFADA, quienes señalaron a Mundo Animal como un comercio donde se exhibían especies protegidas y apuntaron específicamente a que poseía “dos ejemplares de aves popularmente conocidos como guacamayos; uno de color azul amarillo”, esto es Lorenzo y Martín.

 

Es así que el fiscal Federal Pedro Rebollo dio entidad a la acusación y solicitó la intervención del juez Hernán Sergio Viri, quien el 3 de agosto de 2020 dispuso el allanamiento del comercio, secuestrándose las mentadas aves. Profundo fue el dolor y pesar de su dueña, Marina Andrea Maciel, quien emprendió una batalla judicial para recuperar sus mascotas que fueron confinadas al santuario “Tekove Mymba” de la localidad de Colón por solicitud de los denunciantes, según se puede leer en el expediente al que accedió ERA Verde.

 

En diálogo con Lisandro Luis Gamarra, letrado defensor de Maciel, comentó que su defendida fue acusada por el posible tráfico de especies silvestres exóticas, de acuerdo a la Ley nacional Nº 22.421 de Conservación de la Fauna, pero que su representada para nada se encuadraba en estas prohibiciones y que prueba de ello estaba en la documentación respaldatoria de la tenencia de la aves secuestradas que no fue analizada al momento del secuestro de las mismas.

 

De acuerdo a lo asentado en el expediente, los dos guacamayos estaban bajo la guarda de Maciel desde el año 2002, “momento en el que fueron adquiridos legalmente como pichones sin plumas” cumpliendo el lapso de 18 años con su dueña, “siempre tratados con los cuidados y pericias que los mismos necesitaron, hecho de público y notorio conocimiento en nuestra comunidad”, se indicó. “Que dé más está mencionar el dolor profundo que me embarga en este momento y el sufrimiento que tendrán los animales al cambiar de forma tan abrupta de su hábitat de los últimos 18 años”, expresaron en defensa.

 

Largo regreso a casa

Gamarra comentó que luego que Lorenzo y Martín fueran decomisados, comenzó una ardua tarea por probar que las aves no fueron extraídas de su hábitat natural y que no estaban para la venta. En orden refirió a la presentación de documentación donde surge que Maciel adquirió el comercio Ferritodo, que pertenecía a Daniel Boggiano, y que a su vez había comprado a los guacamayos de Loro Park SA, un criadero de aves habilitado por la provincia de Corrientes donde está ubicado.  Con el pase de manos del local, también fueron los loros, que quedaron bajo la propiedad de Maciel que cambió de nombre al comercio por el de Mundo Animal.

 

El juez niega el pedido de restitución, cuenta Gamarra, quien expuso que los argumentos de defensa se sostenían en que la tenencia ilegal que regular la legislación es respecto a la “flora y fauna silvestre”, siendo que “nace, se cría y reproduce en un ámbito natural, fuera de la mano del hombre. Yo entiendo desde mi criterio jurídico que no es el caso de Lorenzo y Martín, que son dos guacamayos que fueron comprados a un criadero, en calidad de polluelos, y llegaron desplumados a la ciudad de Gualeguacyhú, a un comercio que en su momento se llamaba Ferritodo y luego pasó a ser Mundo Animal. Y siempre fueron exhibidos a la vista de todo el mundo los últimos 18 años, por lo tanto entiendo que no son fauna silvestre, ya que fueron animales criados de forma doméstica, y siempre estuvieron bajo el cuidado de Marisa Maciel, y bajo ningún punto de vista hubo intensión de comercializarlos. De hecho forman parte de la vida cultural, educativa y social de la ciudad de Gualeguayhú, puesto que desde los asilos de ancianos hasta los jardines de infantes, Facultades, escuelas y demás, visitaban la veterinaria para ver esos ejemplares que son únicos”.

 

Al ser rechazada la solicitud, comenta el letrado, interponen un “recurso de reposición con apelación en subsidio para que el juez revea” porque tras el cambio de fiscal, la nueva agente pública sugiere que sean restituidos los animales.  En septiembre de 2020, Fiscal Federal interina a cargo de la Fiscalía Federal de Primera Instancia de Gualeguaychú, María Josefina Minatta, interviene en el expediente y en virtud a las exposiciones y pruebas acercadas, plantea “Hacer lugar a la entrega de las dos (2) aves –guacamayo rojo y guacamayo de color azul y amarillo-, en carácter de depositario judicial, en favor de la peticionante Marisa Andrea Maciel, haciéndole saber que el reintegro definitivo deberá supeditarse a lo que oportunamente se decida en el expediente principal.

 

“El juez hace oídos sordos e igualmente nos deniega esta petición. Se hace la apelación, y va a la Cámara Federal de Paraná, donde se substancia este recurso, nos otorgan una fecha de audiencia que nunca se llevó adelante porque de forma repentina y extraña, el juez Federal (Hernán Sergio Viri) en lugar de archivar la causa o imputar a mi clienta, es declararse incompetente en este expediente puntualmente. Acto seguido pasa a manos de la Justicia Ordinaria (provincial) donde termina cayendo en manos de la agente fiscal interina Nº 3 Martina Cedrés, quien es titular de la acción pública, responsable de investigar si hubo comisión de algún tipo  delito y esta entiende que no hubo delito y están las condiciones dadas para restituir de forma definitiva estos ejemplares y libra un oficio a Flora y Fauna de la provincia para restituir a Lorenzo y Martín a Maciel que fueron a buscar a la reserva cercana a la ciudad de Colón”.

 

Según lo que trascendió, los guacamayos no fueron encontrados en sus mejores condiciones, pero igualmente desde este lunes 8 de febrero, ya estaban en su hogar.

 

De la Redacción de ERA Verde