Vestigios descuidados de un campamento de cazadores ilegales fueron encontrados en lo que se conoce como humedales del Perucho, entre las localidades de San José y Liebig, departamento Colón. El hallazgo lo constataron brigadistas de la Reserva municipal Los Teros. Entre el fuego mal apagado se encontraban huesos y restos de tres ciervos Axis, así como un ejemplar adulto de un capibara hembra destripado y abandonado.
En una zona de “intangibles”, en cercanías del puente La Picada del arroyo Perucho Verna, afluente del río Uruguay, se descubrieron restos óseos, carne y cuero quemados de dos ciervos y el cadáver de un carpincho adulto hembra, de unos 80 kilos, mal eviscerado.
Las evidencias de un campamento de cazadores furtivos fueron advertidas el domingo por la tarde por unos vecinos, quienes dieron aviso al personal de la Reserva Ecológica Educativa Municipal Los Teros, que se encuentra en las cercanías. Una vez en el lugar, se constataron los restos en donde se dejaron un capibara muerto, tres cabezas de ciervos Axis y otros restos quemados. Se dio aviso a la Brigada Prevención de Delitos Rural de la Policía, contó a ERA Verde Jaime Borda, coordinador de la reserva y docente de la escuela Nº 10 “Juan B Alberdi”.
Borda manifestó dolido por la muerte del carpincho, una ejemplar hembra que solía visitar el área natural. “Es una zona donde la gente a veces va a cazar y pescar. De la carpincha teníamos huellas de su paso en la reserva, la mataron y no se le deben haber llevado porque contaminaron la carne. Pero esto es un delito, porque desde el año 1979 rige una resolución, la 237/79, que prohíbe la caza del carpincho, del gato montes, y el desplume del ñandú en la provincia. Por estas situación necesitamos una Escuela de Guardaparques, para que se pueda tener cuidando con gente las 24 horas”, finalizó.
De la Redacción de ERA Verde