La cátedra de Comunicación de la carrera de Administración de Empresas de la Facultad de Gestión de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader), sede Crespo, está haciendo un relevamiento del sector agroecológico en la provincia. En el marco de este estudio en proceso, que surgió espontáneamente de la curiosidad compartida por docente y alumnos, circuló durante el pasado junio una encuesta a la cual respondieron algunos protagonistas de la esfera agroecológica entrerriana. El sondeo permite tener referencias de cómo impactó la pandemia de coronavirus en el conjunto de chacareros, granjeros y comerciantes que se distinguen por proveer alimentos sin veneno y productos ecológicos a la población de Entre Ríos y, en ciertos casos, a provincias vecinas.
ERA Verde pudo acceder al documento que recoge las conclusiones preliminares de esta investigación de Uader. Al cotejar las respuestas de los distintos encuestados pudo establecerse que el fenómeno coronavirus, que para algunos analistas enfrenta a la Argentina a “una demolición total de la economía” o a “la peor crisis económica de nuestra historia”, tuvo en el sector de la producción ecológica entrerriana evidentes impactos negativos, pero también algunos muy positivos. Y mientras en otros ambientes cunde la desesperación a la hora de proyectar el futuro de numerosas empresas y locales, en el ámbito del impacto ambiental mínimo, el comercio justo y la producción saludable lo que reina es un optimismo moderado, con los pies sobre la tierra. Por lo habitual, los agroecologistas son reacios a pedir créditos o contraer deudas: así como respetan el tiempo natural de crecimiento de un cultivo, prefieren no apurar el desarrollo sus emprendimientos inyectándoles fondos “artificiales”, no generados por la dinámica misma de su propia producción. De modo que la crisis los ha sorprendido con las cuentas saneadas. Y esto es clave para que, más allá de contratiempos pasajeros, el futuro pueda parecerles promisorio.
Trabas y una mayor demanda
Ante la pregunta ¿Qué cambió en el funcionamiento del emprendimiento desde la pandemia? Cecilia Jacob, de la Huerta Agroecológica Myriam Gorban, de Crespo, señaló: “Se nos dificultó conseguir semillas y los preparados que usamos como abono”; sin embargo, Ana Paula García, de la misma organización, destacó que “se logró una mejor coordinación con el grupo de trabajo, distribución de roles y un mejor cuidado; también se sumó gente y se creó un grupo de wsp para el intercambio de verduras y frutas”. En el caso de la Granja La Porota, de La Picada, “la actividad más afectada fue el grupo de la huerta colectiva, que quedó imposibilitado de continuar funcionando”, puntualizó Martín Tincho Martínez. Desde la Chacra Posvill, en Diamante, Damián Posadas comentó: “el único inconveniente para producir fue una demora con algunos insumos para elaborar el alimento de las gallinas. Y los primeros días de cuarentena se complicó la venta por la prohibición de circulación, pero luego se solucionó sin mayores repercusiones”.
Más inconvenientes a la hora de colocar la producción se les han presentado a la Granja La Dorita, de Basavilbaso y a Verde que te Quiero, el almacén de alimentos orgánicos de la granja La Vaca Rumbera, de Sauce Montrull: Alicia Schvartzmann, de La Dorita, indicó que “han bajado las ventas. Antes, además de vender a la gente del pueblo, vendíamos a turistas. Y ahora tenemos obstáculos físicos incluso para llegar al pueblo, casi no salimos. Pero seguimos trabajando, tal vez más que antes, o más organizadas”. Cina Citera, de Verde que te Quiero, por su parte, detalló: “lo que cambió es que dejamos de ir a las ferias para hacernos conocer y vender, pero las personas que ya nos habían contactado nos preguntaban cómo podían reunirse con nuestros productos, entonces trabajamos por pedido, los mandamos o vienen a buscarlos”.
También están quienes han incrementado ventas por la pandemia. Claudia López, del laboratorio y farmacia de hierbas medicinales FitoFarm, de Crespo, expresó: “a nosotros, en este rubro, siempre se nos exigió el uso de delantal, cofia, barbijo, guantes y la desinfección con 96° de alcohol. Esos cuidados al producir se intensificaron. Pero la atención al cliente es como en los demás negocios, deben ingresar con todas las medidas de prevención dispuestas. Y notamos que ha aumentado la demanda de productos para reforzar el sistema inmune y prevenir la gripe”.
El auge que naturalmente viene
¿Qué secuelas cree que dejará el Covid-19? fue otra de las preguntas de la encuesta. En este punto la coincidencia es casi unánime entre los cultores de la agroecología de Entre Ríos: cada vez más personas se volcarán a la producción y al consumo de productos ecológicos al calor de una evolución de la conciencia colectiva que empieza a comprender cuán dañino e inviable se ha vuelto el sistema productivo hegemónico vigente. “Ya se está viendo un mayor consumo de alimentos elaborados en los hogares y una mayor demanda de productos sanos (agroecológicos)”, indicó Damián Posadas.
Por su lado, Martín Martínez, aventuró: “Esperamos que la secuela sea el reconocimiento de los daños al ambiente que genera el actual sistema de producción, el reconocimiento de la importancia de una alimentación sana sin venenos, de la necesidad de la relación directa de productor y consumidor en mercados de cercanía, de la conciencia sobre la inviabilidad de los grandes conglomerados urbanos, de la necesidad de la vuelta al campo…”.
Cina Citera, en el mismo sentido, precisó: “Creo que viene una nueva normalidad. Este va a ser un cambio rotundo si queremos sobrevivir como humanidad. Es una cuestión no solamente productiva sino filosófica: tenemos que cambiar nuestra forma de pensar, hacer, sentir, de ver a la naturaleza, somos parte de ella, tenemos que cambiar nuestra manera de mirar a los otros reinos, vegetal, mineral, animal y a nosotros como reino humano”. Y Alicia Schvatzmann, tajante, subrayó: “¿Secuelas? No sé. Sólo sé que esta, como otras pandemias (malaria, ébola, dengue), son consecuencia de la destrucción de los ecosistemas naturales para producir de forma extractivista y genocida”.
Fotos: Huerta Agroecológica Comunitaria Miryam Gorban y La Dorita Granja Agroecológica.
Marcelo Mangiante
Especial para la Redacción de ERA Verde