“No encuentro riesgo de daño irreparable (de difícil o imposible reparación), previo a una decisión de mérito y definitiva. Más bien, el grado de contaminación y situación actual que presenta el arroyo y sus márgenes (…) justifica las actividades humanas tendientes a recuperar el ambiente”, afirmó en su resolución el juez de feria José Antonio Reviriego para rechazar una medida cautelar para frenar las obras de “sistematización” del arroyo Las Viejas en Paraná. El amparo ambiental había sido interpuesto por la Fundación Cauce y se sumaron otras ONG en un proceso colectivo que se lleva adelante en el Juzgado en lo Civil y Comercial Nº 9 de Paraná, a cargo de Ángel Luis Moia. El proyecto ha sido reprochado por falta de estudios de impacto ambiental y audiencias públicas. Tampoco que haya intervenido el Comité de Cuenca.

 

El juez José Antonio Reviriego no advierte a “prima facie” la “urgencia” y la tutela “anticipatoria” para dictar una medida cautelar por el inicio de obras de “sistematización” en el arroyo Las Viejas de Paraná. El magistrado actuante en esta Feria judicial, no observa que se cumplan los requisitos para un “trámite expedito y rápido” dentro del amparo ambiental colectivo solicitado por la Fundación Cauce para frenar los trabajos de “saneamiento e integración” del tramo final de ese curso de agua que desemboca en las playas de Thompson, al norte de la capital entrerriana. La mencionada entidad ecologista, junto a otras ONG que se han sumado al litigio, reclaman estudios de impacto ambiental acumulativo sobre la cuenca hidrográfica de los arroyos Colorado y Las Viejas y que se cumpla con las instancias de información pública con participación ciudadana. La petición se tramita en el juzgado Nº de Ángel de Moia, pero la solicitud de “no innovar” hasta tanto se resuelva el fondo recayó en manos del juez en turno.

 

Así las cosas, este 12 de julio Reviriego señala que “más allá de los cuestionamiento de la peticionante, existió la publicidad del proyecto, la posibilidad de requerir información sobre el mismo y efectuar presentaciones, obtener respuestas en tiempo razonable, y respecto a lo primero se dio un estudio de impacto ambiental, la intervención de órganos técnicos de la provincia (con resolución que otorgó el Certificado de Aptitud Ambiental) y la convocatoria a información consulta pública, todos elementos que conspiran contra la pretensión ‘cautelar’ de urgencia”.

 

El juez de Feria además funda su postura destacando que en el expediente se realizó un relevamiento judicial el 6 de julio y que por las fotografías de esa inspección “no se advierte que los trabajos iniciales que se están realizando, considerando la división en tramos de la obra, tengan aptitud para generar un daño irreparable en esta instancia de resolución cautelar”, dice la sentencia a la que accedió ERA Verde. Reviriego también observa que “más bien, de las imágenes tomadas por el relevamiento surge el estado actual del lugar: gran cantidad de basura acumulada, tanto dentro del arroyo como en sus márgenes, numerosas viviendas que impresionan en condiciones inadecuadas para el desarrollo humano, un grado avanzado de contaminación y obras anteriores (así se aprecian) en estado de abandono y ruina sobre el arroyo”.

 

ANTECEDENTES

 

El 27 de mayo último el intendente Adán Bahl firmó el contrato para comenzar la obra de “sistematización, saneamiento e integración del arroyo Las Viejas”. Estos trabajos han sido promocionados como los que lograrán recuperar de la contaminación la playa de Thompson. El diseño básico del proyecto consiste en realizar una gran canaleta de hormigón por donde conducir las aguas, desde su nacimiento en la confluencia de los arroyos Colorado y Culantrillo, en zona de avenida Uranga y su desembocadura en el río Paraná, con un presupuesto de $1.029 millones, financiado por Nación y Provincia.

No habrá consulta al Comité de Cuenca por las obras de arroyo Las Viejas

Cauce además cuestiona que “curiosamente, o no”, al otro día de presentar su demanda, el 24 de junio, “la Municipalidad firmó el inicio de obras”. También criticó en duros términos la administración municipal por lo que considera la violación flagrante de las normativas vigentes. La organización ecologista plantea que “se va a eliminar el arroyo Las Viejas”, y sostiene que sus fundamentos son además de legales, técnicos y científicos, y enumeran: “En el pliego se menciona el revestimiento de canal del arroyo en una longitud total de 1.800 metros a cielo abierto. Esto significa modificar su cauce y lecho de manera permanente, no hay vuelta atrás”. Dicen asimismo que “no respeta y contradice abiertamente su calidad de corredor biológico y el estado natural del agua en todo su ciclo. Falta la consideración integral-ecológica de la temática en cuestión por parte de la Municipalidad de Paraná que ha ideado un Proyecto que se da de bruces con el paradigma ambiental”.

 

En otro tramo de una declaración pública sobre sobre el litigio, desde Cuace apuntó que “el Ejecutivo Municipal viola flagrantemente el deber que tienen las autoridades, según mandato constitucional, de proveer a la protección del derecho ‘al ambiente sano, equilibrado y apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras’; de utilizar racionalmente los recursos naturales y, principalmente, de preservar el patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica. El Ejecutivo Municipal tampoco respetó el deber de proveer información pública ambiental en forma adecuada, completa y veraz previa a las instancias correspondientes de participación ciudadana. Es una obra basada en datos desfasados en el tiempo, sin un relevamiento real y completo de la zona de intervención, lo que deja algunos de los ‘beneficios positivos e importantes’ de la obra en manos de terceras partes, y exponiendo fundamentos débiles en cuanto a las formas de reducir la contaminación y el tratamiento de los residuos urbanos para que no vuelvan al cauce del arroyo en un futuro”.

 

En cuanto a lo técnico, la entidad ambiental cuestiona una serie de parámetros que no se contemplan: “1) las variables medidas para el presente proyecto son insuficientes; 2) carece totalmente de sus estimaciones en cuanto a índice de biodiversidad; 3) no hay uso de índices o indicadores biológicos para evaluar la calidad ambiental de la Cuenca; 4) se hace una mera referencia a la detección de efluentes provenientes de una papelera en la ruta de acceso al Túnel Subfluvial (llamándolos ‘efluentes papelera’), pero no se menciona resultado de análisis de las aguas que hayan permitido detectar el nivel de contaminación que está provocando; 5) prevé su incorporación pero justificación cuantitativa de su elección y su futura eficacia; 6) las medidas de mitigación de los RSU (residuos sólidos urbanos) que propone el proyecto carecen del soporte cuantitativo que permita evaluar y predecir su efectividad (El arroyo Las Viejas transporta masivas cantidades de residuos plásticos hacia el cauce principal del río Paraná y esto no ha sido siquiera analizado en el proyecto, sólo estimado)”.

 

El amparo ambiental por el arroyo Las Viejas suma nuevos actores

De la Redacción de ERA Verde