Para evitar que haya más segregación social y crear mayor desigualdad, el intendente de Paraná, Sergio Varisco, vetó la normativa que habilitaba nuevamente la habilitación de barrios privados en la ciudad. La medida que consistió en derogar la ordenanza Nº 9.130 que los prohibía –y fuera aprobada en la gestión de Blanca Osuna–, había sido aprobada por ajustada mayoría.

 

De este modo, el intendente Varisco comunicó al Concejo Deliberante la firma del decreto Nº 1.967, fechado el 31 de octubre último, por el cual vetó la ordenanza que rehabilitaba la construcción de “Barrios Privados, Cerrados y de Clubes de Campo” en la capital provincial. La medida había sido impulsada por la edil María Marta Zuiani (Cambiemos), y fue sancionada por el cuerpo legislativo en la sesión del 13 de octubre pasado.

 

En los fundamentos de su decisión, el titular del Departamento Ejecutivo Municipal expresó que “estos nuevos emprendimientos urbanos no hacen más que crear desigualdad social”, afirmando que “esta gestión ha tomado como bandera la inclusión social, donde todos los ciudadanos de la ciudad tengan la oportunidad de participar de manera plena en la vida social, y así puedan disfrutar de un nivel de vida adecuado, lo cual con la creación de los Barrios Privados se vería cercenada”.

 

Al profundizar sus consideraciones sobre el tema, Varisco subrayó que “entre los efectos sociales más negativos (de estos emprendimientos) se encuentra la segregación social que ellos generan, al constituir enclaves exclusivos que se aíslan de la ciudad y transforman barreras físicas en barreras sociales”.

 

Añadió al respecto que “las puertas, barreras y dispositivos de seguridad, refuerzan la segregación social urbana y establecen claramente la división entre los de adentro y los de afuera”.

 

Consideró también que los barrios cerrados “buscan dar respuesta a un problema social muy grave como es la inseguridad y la violencia urbana”, aseverando que “constituyen una solución que solo unos pocos privilegiados pueden conseguir, no actuando sobre la causa del problema, sino sobre sus efectos”.

 

El intendente calificó a estos conjuntos urbanos “destinados a alojar a las clases media y media alta, son un reflejo fiel de la sociedad actual donde prima el individualismo por sobre la solidaridad y el bien común”, estableciéndose “una relación desigual al privatizarse el espacio público en beneficio de unos pocos”.

 

Finalmente sostuvo que “la brecha entre ricos y pobres, los que tienen o no tienen, los que viven seguros en la ciudad y los que no, se hace cada vez más amplia y difícil de cerrar”.

 

En la oportunidad de sancionarse en el recinto la norma ahora vetada, lo hicieron por la afirmativa los concejales María Marta Zuiani, Karina Llanes, Carlos González, Claudia Acevedo y Emanuel Gainza (Cambiemos); Elsa Salazar de Ermácora (Paraná de Pie) y Luis Díaz (Frente Renovador). La edila Silvina Fadel (Frente Renovador) no participó de la votación al haberse retirado minutos antes de la sesión.

 

Por la negativa lo hicieron los legisladores Sergio David Cáceres, Cristina Sosa, Stefanía Cora, Juan Enrique Ríos y Sebastián Bértoli (Frente para la Victoria) y Santiago Gaitán (Paraná de Pie).

 

Desde el HCD se recordó que como requisito para insistir en la ordenanza, y de acuerdo al nuevo Régimen Municipal para Entre Ríos (ley provincial Nº 10.027), se establece en su artículo 99º que para insistir en una normativa vetada por el Departamento Ejecutivo se exigirá una mayoría especial de las 2/3 partes de la totalidad de los miembros del Concejo Deliberante.

 

El decreto suscripto por el intendente Varisco bajará a tratamiento de los ediles en la sesión ordinaria que el parlamento municipal celebrará el 15 del corriente mes en el Sindicato de Dragado y Balizamiento, en el marco del programa “El Concejo en tu Barrio”.

 

De la Redacción de ERA Verde