El fuego se traslada “bajo tierra” en el Delta. Las brasas ardientes “corren debajo de un colchón vegetal reseco”, cuenta a ERA Verde Carlos Salazar, uno de los nueve voluntarios que partieron el martes hacia las islas ubicadas frente a la localidad bonaerense de San Nicolás. Desde el fin de semana pasado, ese sector del humedal en el departamento Gualeguay se ve afectado por incendios incontrolables que en las últimas horas comenzaron a amenazar las casas de los lugareños y una escuela flotante. Hasta allí acudieron desde Rosario activistas ambientales para tratar de dar una mano en el enfrentamiento con las llamas y a la espera que la tormenta de Santa Rosa por fin llegue y apague ese fuego que se oculta dentro.

 

Una delegación de la Multisectorial por los Humedales de Rosario salió hacia Islas de Las Lechiguanas cerca del mediodía del 31 de agosto. Lo hizo ante una convocatoria lanzada junto con el Movimiento Regional en Defensa de Humedales (MoReDeHu), la Brigada Punta de Flecha y Comunidad Nicoleña por el Ambiente para frenar los incendios en el Delta del Paraná que se dan con particular virulencia frente a la ciudad bonaerense de San Nicolás.

El punto de destino fue la desembocadura del arroyo Del Ceibo con el Río Pavón, en jurisdicción del departamento Gualeguay, provincia de Entre Ríos. En ese sector, las poderosas llamas produjeron una humareda y lluvias de cenizas sobre las ciudades de la costa vecina. “El improvisado operativo contó con la coordinación de Hugo Capacio; un ex bombero de alto rango retirado, que el año pasado ya había colaborado en la coordinación de acciones voluntarias contra el fuego en las islas frente a Rosario”, contaron desde la Multisectorial, para desestimar las críticas que las autoridades entrerrianas había desalentado la convocatoria a voluntarios planteado que se debía “conocer el terreno, tener el equipamiento y conocimientos necesarios”.

 

PONER EL CUERPO

 

Con base en San Nicolás, el grupo de voluntarios coordinó acciones con las organizaciones territoriales locales y se embarcaron hacia el frente en las islas. “La severa crisis hidrológica que atraviesa el río Paraná impidió la llegada de una de las embarcaciones civiles que prestaba servicio, pudiendo llegar sólo una de las dos lanchas, con el equipamiento de la Multisectorial Humedales y el equipo coordinador a bordo, además del fotógrafo Carlos Salazar”. El grupo asistió a los isleños e isleñas del lugar con machetes, motobombas y rociadores para mojar el terreno, entre otras herramientas, contó a ERA Verde Salazar.

“En el lugar los vecinos trabajaban arduamente con las llamas aproximándose, rodeados de numerosos focos. En conjunto con el apoyo se pudo completar un extenso cortafuegos y se utilizaron las moto bombas para humedecer los alrededores de una de las ocho casas humildes para una población de 15 personas estables y otras tantas itinerantes. En la madrugada se tuvo que volver a humedecer el terreno, con resultado exitoso ya que se pudo evitar la quema de las viviendas y los corrales, aunque todo alrededor quedó convertido en un mar de cenizas y muerte”, describieron en el comunicado del colectivo socio ambiental. “En el día de hoy (martes) se evaluó como controlada la situación en las cercanías a las viviendas y se decidió regresar. Ya todos los voluntarios y coordinadores volvieron y están bien de salud, si bien afectados por las situaciones vividas”.

 

Salazar explicó que de día el humo ahoga el aire para respirar y cuando baja el sol las llamas dibujan “una línea roja sobre el pasto seco”. Pero no sólo de eso hay que temer, ya que las brasas encendidas permanece bajo el colchón de canutillos huecos de materia orgánica reseca y se va trasladando fuera de la vida “por debajo de la tierra”, graficó. Es por eso que hay que estar atento “en la madruga puede aparecer el fuego” sobre la superficie.

 

Salazar, ya de regreso en Rosario se mostró contento a ERA Verde por el granito de arena aportado. “Nos fuimos contentos porque las cosas mejoraron”, pero “preocupados porque el Estado no está”, lamentó. “Si entre los isleños no se ayudan, nadie hace nada”, apuntó comentando la situación que como “hace más de una semana están combatiendo el fuego y ni tiempo para pescar tienen” no tienen ingreso de dinero.

 

Ahora la esperanza está fijada en la espera de la tormenta de Santa Rosa anunciada por estas horas, “para que se quede unos días, enfríe el fondo del suelo y no se prenda fuego que está dentro”.

 

Fotos: MHR / Carlos Salazar.

S.M

De la Redacción de ERA Verde