Gualeguay ha comenzado a levantarse contra los malos olores. Desde hace unos años protesta por los gases tóxicos de Soluciones Ambientales, una planta de residuos peligrosos que tiene a mal traer a los pobladores porque no hay modo que se encuadre en las normativas ambientales. Ahora también lindantes al frigorífico de aves Soychú SA piden que haga algo con sus fétidas emanaciones y sus ruidos ensordecedores. Ambos reclamos se unieron, se juntaron firmas y se las llevaron un petitorio al intendente, pero no estaba; se había ido a comer un asado al cuartel de bomberos.

 

“No queremos que la planta cierre o disminuya sus puestos de trabajo. Sino que siga creciendo con las normas de convivencia y cumpliendo las leyes de medio ambiente”, explica a ERA Verde Christian Larroquette, un vecino que tiene su casa frente al Frigorífico de Aves Soychú SA, y sufre permanentemente los malos olores y el constante ruido de las maquinarias del complejo alimentario. Larroquette, con un puñado de colindantes ha comenzado a movilizarse reclamando para que la empresa cumpla con las condiciones que permita la convivencia saludable con los pobladores del barrio.

 

Soychú está instalada en Gualeguay desde el 1962, desde la “época en que la avicultura comenzaba a transformarse en una actividad industrial”, cuenta la firma en su sitio institucional. Y desde entonces, desde esa localidad el negocio se fue proyectando y creciendo, hasta constituirse en un grande dentro del rubro, con puntos de venta, incubadoras de pollos y producción de derivados de la faena distribuidos en distintos puntos del país. A la par de este desarrollo, la planta ubicada en la avenida Perón 1.273 fue ampliándose, pero al mismo tiempo quedó muy cerca de una zona densamente poblada. Tan es así que a solo cinco cuadras está ubicado el Hospital San Antonio de Gualeguay, el principal nosocomio de esa ciudad.

 

Algo huele mal

 

“El tema olores se agrava cada vez más. Y el equipo de frío que constantemente está andando, las 24 horas, pero el tema de los olores se ha complicado, un olor a podrido que penetra. La cuestión es que gente no quiere apoyar porque se siente amenazada porque si la planta cierra, se queda sin trabajo. Además que no tenemos mucho apoyo, ahora tenemos contra. Porque a la gente no le gusta. Pero yo les digo que es como venderle el alma al diablo. Estamos entregando en manos de los demás nuestra salud y la de nuestros hijos. Es como ‘nos están envenenando, pero nos dan trabajo’, y es tristísimo”, plantea como disyuntiva el vecino.

 

“Ha habido movilizaciones pero esperamos tener más apoyo. Es duro porque la gente no acompaña y después nos quejamos de los olores. Es triste ver que Gualeguay está al descubierto y que estamos a la deriva, nadie se quiere comprometer, y nadie quiere hacer algo. Estamos en la lucha, queremos  que nos den bolilla”, planteó Larroquette.

 

Los vecinos de Soychú realizaron una movilización el 12 de febrero pasado. Se reunieron frente al frigorífico y juntaron firmas para un petitorio.  Y a la semana, el 19 de ese mismo mes, se unieron a una convocatoria más grande del Foro Ambiental Gualeguay que clamó por el “aire puro” para todos, en un su incansable pelea para que resuelvan la contaminación de Soluciones Ambientales, la empresa de tratamiento de residuos peligrosos que azota a todo el pueblo con sus emanaciones tóxicas. Ese día se unieron en una misma protesta los reclamos por que se libere de los malos olores a la ciudad. Esa misma noche, al finalizar la marcha, se tenía previsto llevar un petitorio al intendente. El presidente municipal, Federico Bogdan, les había adelantado a los organizadores que los iba a esperar en persona para recibir una nota con las quejas. Pero al llegar los representantes al palacio comunal el intendente no estaba, sólo se encontraba un ordenanza de turno. Bogdan se había retirado hacia el cuartel de bomberos a comer un asado.

 

De la Redacción de ERA Verde