A través de una producción audiovisual del Instituto Audiovisual de Entre Ríos (IAER), el Museo Provincial Antonio Serrano dio a conocer un trabajo de recolección y rescate de restos fósiles de dos grandes mamíferos que fueron encontrados en las barrancas de arroyo El Espinillo, en jurisdicción de Sauce Montrull, en el departamento Paraná. El material pertenece a dos grandes perezoso que habitaron la provincia entre 120 mil y 60 mil años atrás, comentó en diálogo con ERA Verde la investigadora de Conicet Diamante, Brenda Ferrero. La paleontóloga agregó que ahora comienza otra etapa de investigación de los materiales que pertenecieron a estos animales que vivieron en una época en condiciones que caracterizó similar a la actual, pero con mayor temperatura y disponibilidad de agua.
El Museo Provincial Antonio Serrano con sede en Paraná dio a conocer un trabajo realizado de forma conjunta con el Centro de Investigación Científica y de Transferencia Tecnológica a la Producción (Cicyttp) del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) Diamante. Se trata de una campaña realizada en febrero de 2021 por personal del Museo junto a investigadoras del Conicet donde rescataron los restos fósiles de dos perezosos gigantes encontrados en un camping particular sobre arroyo El Espinillo. El organismo que depende de la Secretaría de Cultura es también la autoridad de aplicación de la Ley N° 9.686 de Protección del patrimonio arqueológico y paleontológico provincial, por lo cual coordinó estos trabajo que fueron plasmados en un video institucional realizado por el IAER.
La investigadora del área de Paleontología de Vertebrados que coordinó las tareas, Brenda Ferrero, comentó sobre los detalles y la importancia de este hallazgo y rescate patrimonial. Refirió que Conicet trabaja con la Provincia y ella lo hace particularmente “con vertebrados del período cuaternario, que estuvieron ampliamente distribuidos en la planicie de Entre Ríos. Siempre tenemos vínculos y comunicación con el Museo Serrano porque en muchos casos a ellos le avisan de estos hallazgos y combinan con el laboratorio, porque además contamos con permisos para la actividad de extracción paleontológica. En esta instancia ocurrió que pudimos tener la oportunidad de coordinar una campaña conjunta de extracción de materiales a partir del aviso que realizaron”.
Ferrero apuntó a ERA Verde que “lo llamativo fue que habían aparecido dos ejemplares fósiles a una distancia no muy extensa. Entonces la idea era reconocer el contexto estratigráfico donde aparecieron los fósiles, es decir la roca que los contenía, y por otro lado organizar una actividad para poder extraer. Es interesante el hallazgo porque en primera instancia porque lo más común es que se encuentren fragmentos y elementos que están aislados; un hueso de una pata o restos dispersos. Pero en este caso en particular, en los dos lugares había varios restos y en uno estaban articulados. Esto significa que hubo una buena preservación de gran parte del ejemplar, probablemente por un evento de enterramiento muy rápido del animal, en una etapa temprana de muerte, que permitió que se pueda preservar gran parte de su esqueleto”.
DETALLES
En cuanto a algunas precisiones que pudieron alcanzarse, la investigadora apuntó que “ee acuerdo al análisis preliminar que hicimos es probable que (los restos de) ambos ejemplares correspondan a perezosos, al menos uno de ellos es un lestodom o perezoso gigante, es como un perezoso de gran tamaño, y que bastante frecuente su hallazgo en Entre Ríos para este período cuaternario y también otras áreas de Argentina. También pudimos determinar que unos de los ejemplares es de uno muy joven con marcas que presentan algunas patologías, que previo al momento de su muerte se pueden observar marcas de lesiones y un proceso de reconstitución del hueso, y eso es muy evidente en una parte del esqueleto en las costillas. Esto es muy interesante para seguir investigando para ver qué más nos cuentan, qué más podemos conocer estos huesos encontrados en una cárcava cercana al arroyo El Espinillo”.
En cuanto a lo que viene de aquí en adelante, la paleontóloga planteó que continuarán con el estudio de los materiales así como los darán a conocer a la comunidad científica u para otras actividades de difusión del patrimonio paleontológico de la provincia. En este orden valoró la experiencia conjunta “gratificante” con el Museo, y nombró especialmente a Jorge, Sergio y Graciela, como estrechos colaboradores. También recordó que el Serrano es la autoridad de aplicación de la Ley provincial de protección del patrimonio arqueológico y paleontológico “por eso cualquiera que encuentre un fósil debe informar al Museo. Esto es si se encuentro en un arroyo de acceso público o campo privado, o cualquier obra de construcción, donde pueden aparecer estos materiales”.
VIAJE EN EL TIEMPO
Sobre lo que se puede decir del momento que habitaron estos perezosos gigantes, la científica explicó: “Decimos que esta es una fauna típica que corresponde al cuaternario, y particularmente esta de arroyo El Espinillo sería de la última parte del Pleistoceno, es decir Pleistoceno tardío, que es un período que abarca desde los 120 mil a 11 mil años atrás. Es muy probable que la fauna que encontremos en El Espinillo se haya desarrollado en este período. Me animo a decir por otros estudios que hemos desarrollado que estaría cercana los 120 y 60 mil años aproximadamente”, dató.
Sobre las características ambientales para esta edad “son similares a las actuales”, dijo, y agregó que en “el inicio de Pleistoceno tardío se caracteriza como un evento global que se conoce como interglacial que se caracteriza por poblaciones de clima cálidas y húmedas, con altas temperaturas y alta disponibilidad de agua por ambientes fluviales. Las características del paisaje son muy similares a las actuales, pero probablemente con temperaturas un poco más altas y mayor disponibilidad de agua. Esto lo podemos inferir por estudios zoológicos, estratigráficos y cronológicos en la provincia que caracterizan el Pleistoceno tardío en Entre Ríos. Sumado a que también conocemos lo que sería el ensamble de la fauna y hemos reconocido una serie de elementos faunísticos que actualmente están vinculados a ambientes tropicales”.
De la Redacción de ERA Verde