Vecinos de barrio Los Zorzales de Colonia Avellaneda, reiteraron la denuncia del vertido de desechos cloacales sin tratamiento sobre un curso de agua que pasa por la plaza del lugar y desaguan directamente en arroyo Las Tunas. Tal como informara ERA Verde, la situación se presenta a partir de la falta de funcionamiento y las deficiencias de una costosas las piletas de tratamiento que fueron proyectadas para los desechos sanitarios de Colonia Avellaneda y San Benito. “Las cámaras (sépticas) están rotas y todo va a las tomas de agua de Paraná, a los balnearios El Thompson y demás”, describió el poblador y periodista, Daniel Tirso Fiorotto.

 

Nuevamente vecinos de Colonia Avellaneda exhibieron cómo desechos cloacales crudos son arrojados al arroyo Los Zorzales, un pequeño curso de agua que pasa por el barrio del mismo nombre, y que a través del mismo transporta desperdicios al arroyo Las Tunas, para luego desembocar en arroyo Las Conchas y terminar finalmente en el río Paraná. No es la primera vez que se alerta de esta situación a la ciudadanía y autoridades. Anteriormente se denunció públicamente de esta contaminación cuando los mismos vecinos interpusieron un recurso de amparo ante la Justicia por el estado del basural de la a localidad lindante a la capital entrerriana.

 

Así las cosas, las cloacas de San Benito y Colonia Avellaneda desaguan sin ningún tipo de tratamiento ni control y todo termina en el agua del río Paraná, a poco de las tomas para abastecer de agua potable la capital entrerriana, señalan los habitantes de Los Zorzales. “Visité ese lugar a pasos de mi casa el Día de la Tradición (10 de noviembre), es decir cuando rendimos homenaje a la viejísima tradición de armonía con el entorno. Toda esa inmundicia a la toma de agua de Paraná y los balnearios”, contó a Análisis Digital el periodista Daniel Tirso Fioroto.

El 25 de mayo pasado, ERA Verde publicó un donde se contó que los vecinos de la zona habían obtenido un amparo ambiental para “erradicar un basural fuera de control que los tenía a maltraer, alertaron que los problemas de en su salud y el ambiente en la zona no terminaron con el cierre del vertedero”. Y ya en esa presentación judicial “hicieron saber del vertido y colapso de líquidos cloacales sobre el arroyo que atraviesa el barrio y que transporta desperdicios crudos hacia el arroyo Las Tunas, que luego desembocan en arroyo Las Conchas para terminar finalmente en el río Paraná”. Apuntaron a las deficiencias de una “millonaria obra de piletas de tratamiento para los desechos sanitarios que son recolectados de Colonia y San Benito. Donde años atrás se pescaban mojarritas, hoy transitan aguas negras y fétidas”.

 

“A propósito del recurso de amparo que vecinos de Colonia Avellaneda interpusieron en la Justicia por la contaminación del basural de esa localidad, los pobladores de barrio Los Zorzales, lindantes a ese volcadero, también aportaron pruebas sobre la problemática por el vertido de líquidos cloacales”, se agregó en el informe periodístico.

 

La presentación en la Justicia tuvo curso favorable en el aspecto del tratamiento de los residuos, humaredas y minibasurales. En este sentido, el juez de Primera Instancia en lo Civil y Comercial N° 7, Martín Luis Furman, dispuso “el cierre del depósito de desperdicios a cielo abierto, el saneamiento del origen de las quemas y ordenó al municipio la búsqueda de un predio que reúna las condiciones mínimas”.

Desborde de líquidos fecales sobre el arroyo Las Tunas

Pero “la contaminación por el vertido de los despojos fecales sobre el arroyo Los Zorzales, quedó sin resolver. La efusión contaminante transita por este curso de agua que pasa por la plaza del barrio, para luego desembocar en el arroyo Las Tunas, y de allí a Las Conchas y el río Paraná, aguas arriba de la playa del Thompson. Pero el derrame de estos efluentes no fue considerado en la demanda”, se subrayó. “La contaminación del arroyo es tremenda, con las cloacas de Colonia Avellaneda y también las de San Benito”, dijo en su momento Fiorotto a ERA Verde.

 

SANEAMIENTO IRREVERSIBLE

 

En una columna de opinión recientemente publicada por Análisis Digital, el periodista y vecino de Los Zorzales, reactualiza el estado de situación del problema que, en el fondo, no ha cambiado. En un escrito que titula “Imágenes de la peligrosa contaminación de Las Tunas que inquieta a los paranaenses”, Tirso Fiorotto apunta a un refrán: “Ver para creer”, para compartir imágenes donde muestran “una rápida incursión en el arroyo Las Tunas”, por las “fuentes de contaminación de este curso de agua y sus afluentes que entregan sustancias tóxicas aguas arriba de la toma de agua y de los balnearios de Paraná”.

 

El periodista plantea que “en el Gran Paraná padecemos un círculo vicioso: cloacas hacia la toma de agua es toda una curiosidad en el mundo. Felizmente, vecinos de los arroyos Los Zorzales y Las Tunas y funcionarios salientes y entrantes de San Benito y Colonia Avellaneda, incluidos los intendentes, además de ecologistas, artistas y científicos reconocidos, realizaron una asamblea para constituir una comisión Pro Comité de Cuenca”, rescata. “Todos, sin excepción, conscientes y dispuestos a poner manos a la obra porque el estado del arroyo da vergüenza. A la agresividad hiriente de la contaminación por varias vías se le opone ahora una conciencia vecinal que nos lleva a imaginar un proceso de saneamiento irreversible”, propone.

 

COMITÉ DE CUENCA

Autoconvocados crean una comisión pro Comité de Cuenca de arroyo Las Tunas

Tirso FIorotto alienta el proceso en marcha que iniciaron los vecinos en una convocatoria colectiva. “Las cloacas municipales, los residuos sólidos de los domicilios, los efluentes de algunas industrias del Parque Industrial de Paraná, por ejemplo, deterioran la naturaleza de los arroyos. Y la comisión Pro Comité de Cuenca se comprometió a curar esta enfermedad por la vía del consenso, es decir: en vez de gastar energías en señalar a los responsables principales, ponerlas al servicio de la reparación del daño. Qué imagen esperanzadora: la vecindad sin distinciones comprometiéndose a celebrar la naturaleza, un día no tan lejano, a la sombra de los árboles en la barranca de un arroyo que hoy apesta, pero en el corazón es un Paraíso. Las imágenes que ofrecemos aquí hieren los ojos, pero la respuesta en asamblea genera enormes expectativas. Todos estamos involucrados en las causas, en mayor o en menor escala, y todos podemos estar involucrados en la superación del problema”.

 

El vecino de Los Zorzales vuelve sobre las imágenes donde “pueden verse caños cloacales con desechos crudos lanzados al arroyo Los Zorzales que desemboca en Las Tunas para fluir hacia el río Paraná. Lagunitas repletas de plásticos, trapos, gomas, latas. Cámaras rotas que también dejan correr sus desperdicios al arroyo. Y un cartel que promete una obra mayúscula, usado como propaganda (hasta con nombres de candidatos) porque la obra nunca fue completada. ¿No es también un mérito la paciencia comunitaria? Se han intentado soluciones rápidas, de corto plazo, que no logran abarcar el conjunto y por eso son arrasadas en poco tiempo por el vicio de la contaminación”.

 

“La podredumbre de los barros, las bolsas de nylon y los trapos colgados de los árboles en cada creciente, o depositados en las barrancas, las miles de botellas atascadas, entregan un escenario lastimoso. Pero el problema no es ocasional, es crónico. Hace 15 años se hicieron estudios científicos que demostraron la contaminación extrema, y fueron divulgados. Incluso hubo respuestas escritas por funcionarios de la municipalidad de Paraná, asegurando que estaban atentos para resolver el problema… La vecindad alertó a tiempo, e incluso llegó a realizar volanteadas en la ruta nacional 12 para denunciar obras que terminarían en desastre, lo que finalmente ocurrió. Los organismos de Ambiente de la provincia conocen estos antecedentes. Pero pasan gestiones diversas, de distintos signos políticos, y el arroyo Las Tunas continúa entregando olores nauseabundos y un panorama desolador a la vista”.

 

“Incluso se sabe de vecinos conocedores de la cuenca que insisten en que un puente ferroviario y otro vial que vinculan Paraná con Colonia Avellaneda, en la calle Convención Constituyente, fueron construidos muy estrechos, y detienen las aguas en las crecientes, provocando inundaciones desmedidas durante las lluvias copiosas. Ese aspecto se resolvería, dicen, con un par de aliviadores”.

 

“La Comisión Pro Comité de Cuenca de Las Tunas espera respuestas de la Municipalidad de Paraná. Se sabe que la intendenta electa está al tanto y aspira a reunirse con los demás intendentes electos vecinos, que ya integran la Comisión. Pero también la Provincia ha demorado un paso decisivo para constituir ese Comité, de manera que la vecindad promete realizar gestiones, avanzar desde una mirada integral y colectiva, generando conciencia y consenso, mientras el gobierno entrante entra en órbita”.

 

“Nosotros integramos una de las entidades convocantes, la Comisión Vecinal del barrio Los Zorzales, de Colonia Avellaneda, que ha recibido numerosas expresiones de adhesión desde distintos lugares de la provincia, donde los vecinos ven que sus arroyos están destruidos. En algunos casos, esperan fondos prometidos que no llegan, en otros casos se trata de incompetencia en la gestión. Como sea, salta a la vista que la Constitución Nacional, la Constitución Provincial y una decena de leyes garantizan sustentabilidad, dan prioridad a la salud del agua, y aseguran la participación vecinal en los problemas comunes, pero eso no se traduce en la práctica por ahora”.

 

 

De la Redacción de ERA Verde