En la fresca mañana de este 13 de abril, un vecino de Villa Urquiza, localidad a pocos kilómetros de Paraná, detectó el deambular de un ejemplar de aguará guazú, en inmediaciones de una zona de monte ubicado no muy lejos de la plaza céntrica. El cánido, el mayor de su tipo que habita en Sudamérica, se mostraba manso y curioso, como en búsqueda de alimento, contó a ERA Verde Alex Klocker, quien tomó registro fílmico del hecho. El lugareño comentó que se iba a poner en aviso a las autoridades provinciales para poder seguir el animal y que de hallarse perdido pueda ser trasladado a un área natural protegida.

Dos jóvenes que se encontraban trabajando en cercanías del basural de Villa Urquiza, fueron sorprendidos esta mañana por la presencia de un aguará guazú, que pudieron observar sobre la traza de una calle de tierra que cruza por el lugar. El animal se les acercó y luego de tomar contacto visual se alejó para perderse en el monte que linda con el lugar.

 

De acuerdo al relato que realizó Alex Klocker, uno de vecinos que pudo filmar el encuentro, el animal se mostraba “muy mansito” y deambulaba como en búsqueda de alimento. El hecho se produjo a las 8:30 de la mañana. Es un sector de monte, a poca distancia de una zona de bañado conocida como de Gastiazoro, dentro de la cuenca del arroyo Las Conchas. El lugar del avistamiento se encuentra aproximadamente a 1,5 kilómetros de la plaza céntrica de Villa Urquiza, y de acuerdo a testimonios de pobladores que viven cerca de allí, de noche se escucha un aullido “raro” que posiblemente sea de este aguará guazú.

 

La preocupación de quienes vieron este hermoso ejemplar es que pueda estar en buenas condiciones y que no sufra daño, se expresó a ERA Verde. Es por esto que se comunicaron con autoridades provinciales para que el animal pueda ser puesto a resguardo.

 

ANIMAL SAGRADO Y DE LEYENDA

 

De acuerdo a los catálogos científicos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, el aguará guazú, es el más grande de los zorros sudamericanos. Su pelaje es más bien largo, de un hermoso color rojo y en la nuca y cruz tiene una especie de crin oscuro.

 

En el país según estimaciones de 2021, no hay más de 700 ejemplares en total, por lo cual la especie está catalogada como en peligro de extinción. Se lo sitúa geográficamente en Corrientes, Formosa, Chaco, norte de Santa Fe y Córdoba, Este de Santiago del Estero y Sur de Misiones. En Entre Ríos es una rareza, pero hay registro de su presencia en el departamento Gualeguaychú –en agosto de 2021– y en La Paz, donde en 2019 se realizó la suelta de un ejemplar en el área natural Dos Sebastián, que se encuentra en el Paraje Tacuaras Ombú. En Paraná hubo un caso en el cual se rescató un aguará guazú que se deambulada por la zona del kilómetro 5 y ½ y fue trasladado a una reserva en la provincia de Santa Fe. Es por eso que el de Villa Urquiza es un verdadero hallazgo.

Su formología se describe como corpulento, de manos y patas largas. La coloración del pelaje es pardo y rojiza, con negro en el hocico, la parte inferior de las manos y de las patas y una línea a lo largo del lomo. Presenta dos manchas blancas, una en la garganta y la otra en el extremo de la cola. La cabeza es alargada y las orejas son grandes. Los dedos tienen uñas y las almohadillas plantares son grandes. Los pelos del cuerpo son largos, de 9 a 10 cm., pero en la región de la cruz miden más, hasta 14-15 cm.

 

Tiene hábitos nocturnos y es omnívoro: se alimenta de raíces, frutos, huevos y algunas especies animales pequeñas como cuises, lagartos, liebres, reptiles y aves. No forma manadas, tiene pareja estable desde el apareamiento hasta los tres meses de las crías, que nacen en camadas de tres cachorros -aunque en cautiverio han llegado a registrarse seis- después de dos meses de gestación.

 

Los principales factores de riesgo que ponen en peligro a nuestro amigo el zorro grande de los bañados son la caza indiscriminada e ilegal, el contagio de enfermedades comunes de los perros, el atropellamiento en rutas cercanas a las zonas protegidas, el mascotismo irresponsable y el avance del hombre sobre su hábitat con desmonte para instalación de campos y urbanizaciones.

 

La hembra atrae al macho mediante vocalizaciones. La gestación se extiende 62-66 días, con camadas compuestas por 1-5 crías, (mayormente 2) son oscuras, abren sus ojos luego de la primera semana de vida. Tras un período de lactancia de 3-4, aprenden de su madre técnicas de caza y se independizan luego de 7-8 meses.

 

Para algunas culturas nativas, como los tobas y mocovíes, representa a un animal sagrado envuelto de espiritualidad.

 

El nombre, aguará guazú, tienen un significado en lengua guaraní que equivale a “gran zorro”, siguiendo la tradición que en buena parte los nombres de la flora y fauna, así como toponimia de llanos, bosques, selvas y cuerpos de agua de Sudamérica tiene origen tupiguarani.

 

El aguará guazú encarna también la leyenda de lobisón para los criollos. Pero en la mitología toba es un ser protector y padre de todos los perros.

 

 

Videos: Gentileza Alex Klocker

De la Redacción de ERA Verde