Las obras de apertura de una nueva calle hacia la costa de Villa Urquiza, localidad del departamento Paraná emblemática por su inigualable playa, puso en alerta a vecinos lindantes al balneario. Los pobladores cercanos a la barranca que da al río Paraná, alertan que estos trabajos no cuentan con estudios de impacto ambiental. Tampoco la Dirección Provincial de Vialidad está al tanto de la traza, según documentación que trascendió a ERA Verde, y el municipio dice que no encargó estas tareas. Se teme que el camino altere el cañadón y monte nativo que en el lugar alberga fauna y flora nativa. También que los movimientos de maquinaria pesada pueden desencadenar desmoronamientos del terreno al trastocar el natural escurrimiento de aguas. Apuntan que esta intervención forma parte de una infraestructura para facilitar un polémico negocio inmobiliario que proyecta la venta de lotes frente a la costa.
Vecinos de la playa de la localidad entrerriana de Villa Urquiza, en el departamento Paraná, denuncian que la realización de obras irregulares de apertura de un camino hacia la costa, ponen en peligro el ecosistema del lugar. Se trata de una bajada hacia la ribera que no cuenta con “evaluación del impacto ambiental e hidrólógico”. Es por esto que temen un impacto en el ecosistema del lugar, al mismo tiempo que se desplome la barranca por los movimientos de suelos. Pero no sólo eso: el sitio cuenta con antecedentes de hallazgos paleontológicos, por lo cual la acción de la maquinaria vial pesada podría dañar o arruinar este tipo de reliquias de alto valor científico y cultural.
La calle en cuestión que se está abriendo hacia el río Paraná es la continuación de la avenida “1ª Colonia Agrícola Militar Las Conchas”, por la que se llega a la Villa. En ese trayecto, se plantea pasar por la puerta de La Comandancia, propiedad que pertenece a María Eugenia Wippich y su hijo, Fernando Moni Wippich, quienes impulsan la interpelación al municipio por estas obras que afectan su campo de monte nativo y lindante a una quebrada cañadón. En las inmediaciones, dos familias, Romero y Picaso, temen también perder sus terrenos por la amenaza de juicios de desalojo, ya que estos trabajos están vinculados a un plan de loteo sobre la playa.
PLAYA CON HISTORIA
Las advertencias sobre los posibles desmoronamientos de las barrancas sobre las playas de Villa Urquiza no son nuevas, datan de décadas atrás. La historia del lugar, cuenta María Eugenia Wippich a ERA Verde, se remonta al año 1969, cuando se abre un camino al pie de la barranca de su propiedad. “Un camino que hicieron dinamitando y dañando las propiedades lindantes”, recuerda. Luego de eso, la antigua pobladora exhibe los reclamos efectuados por telegramas a la Dirección Provincial de Vialidad en los años 1974, 1975 y 1976 que advierten desbarrancamientos por intervención en el terreno.
En una época más reciente, en el año 1994, en la intendencia de Edgardo Kloker, Wippich realiza una donación del área sobre el río que pertenecía a su familia y se abre el actual camino sobre la playa “para seguridad y cuidado”, y que se extiende por 6.990 metros, precisa. Pero su voluntad de cooperar para el desarrollo y preservación de la zona no tiene eco, lamenta.
En su recopilación de sus reclamos, María Eugenia Wippich trae a colación notas de noviembre de 2008 dirigidas al entonces intendente Alberto Gastiazoro, donde cuestiona la extracción de material calcáreo, más precisamente las grandes piedras que se encontraban al pie de la barranca sobre la playa. Esos cantos, señalaba entonces, pertenecían a los “yacimientos hidrogeológicos de la Formación Alvear en la zona de playas de Villa Urquiza”. Y en esas cartas ya se pedía la evaluación de impacto ambiental por la extracción de esas grandes que afectaron la estabilidad de la barranca.
Las inquietudes sobre descuido en las intervenciones de estas barrancas sobre el río también fueron objeto de observaciones de los concejales de la actual gestión. Por caso, el 5 de agosto de 2020, desde el cuerpo legislativo de la ciudad se elevó una nota al presidente municipal, Manuel Tennen, para que el Ejecutivo, por intermedio de la Secretaría de Obras Públicas, “arbitren los medios necesarios para que a futuro las tareas que se desarrollen en nuestras barrancas y/o aperturas de calles públicas, no impliquen daños irreparables para el ambiente. Además, nos parece de suma importancia que, previamente a cualquier trabajo que realice personal municipal, se efectúen consultas y estudios del área que permitan contar con su planificación correspondientes”. En la nota, que firman los ediles Ariel Cusqueta, Nora Darchez, Miguel Cardenia, Lucila Erbes, Pablo Klocher y Silvia Klocker, plantean que “teniendo en cuenta el perfil natural que queremos preservar en nuestro pueblo, su importancia ecológica, paisajística, cultural e histórica, y convencidos que el resguardo de nuestras barrancas y su vegetación es deber de todos, es que consideramos primordial conservar su integridad, su flora y su fauna autóctona”.
MAQUINARIA PESADA
“La barranca se va desmoronando y desmoronando”, describe Fernando Wippich, quien ha tomado la posta de su madre en las demandas por el cuidado de lugar. Es así que según señala, durante la pandemia, comenzó el trabajo de maquinaria vial pesada perteneciente al municipio abriendo el camino que ahora ha disparado las alertas. Al advertir estos movimientos, el 17 de octubre de 2022, eleva una nota a la Municipalidad de Villa Urquiza, pidiendo explicaciones de los trabajos que se realizaban en las puertas de su propiedad, haciendo especial énfasis en si se tenía evaluado el impacto ambiental de tales trabajos. Esta nota, solicita además informes de un proyecto de loteo sobre las barrancas, frente a la playa, que presentaron María Elena Arias y Gastón Grand, y al cual le atribuyen la actividad vial que implica “el riesgo de más daños al ambiente”, se especificó en una nota a la que accedió ERA Verde y que también fue girada a la Secretaría de Ambiente provincial.
Sobre este pedido de información al municipio, la secretaria de Obras y Servicios Públicos de Villa Urquiza, Melisa Russian, responde el 22 de octubre de 2022, donde señala que “en relación a la obra de apertura de camino, nos encontramos a la espera del proyecto solicitado a la Dirección de Vialidad Provincial, bajo expediente municipal N 16.624/21. En dicha solicitud, se expresaba la ausencia de un estudio de los desagües pluviales y sus efectos a raíz de la pendiente natural del terreno, y el rediseño del cauce y entubamiento para brindarles una solución definitiva. Para llevar adelante dicho proyecto, es que se procedió en su momento a la limpieza del sitio, en un pequeño tramo, para llevar a cabo los relevamientos correspondientes, un geoposicionamiento mediante GPS para determinar la viabilidad del mismo”, apunta la funcionaria quien afirma que se encuentran “a la espera del proyecto de la DVP para llevar adelante otros estudios pertinentes y su debida aprobación”.
Pero de acuerdo a lo que trascendió del informe solicitado por la Dirección de Estudios y Proyectos de la Dirección Provincial de Vialidad (DPV), en el Departamento Proyectos de esta dependencia oficial, “no se cuenta con el proyecto de referencia”, que origina el pedido, y que por esta apertura de calle no hay expediente alguno iniciado, se indica en el documento fechado el 4 de abril. Esta información pondría en un entre dicho a las afirmaciones de Russian, donde no queda clara la intervención de la Municipalidad en los trabajos cuestionados.
De la Redacción de ERA Verde.