El nivel del río Paraná continuaba descendiendo hoy en varias ciudades de Entre Ríos y seguía lejos de su altura promedio, informó el Instituto Nacional del Agua (INA). El organismo espera que esta tendencia «desfavorable» permanezca hasta el 30 de septiembre, e incluso podría extenderse hasta enero del 2022. Pese a los pedidos de distintos sectores para proteger el recurso íctico, el cupo de extracción y exportación de pesca permanecerá igual por lo que resta del trimestre iniciado en el corriente.
Este lunes el río bajó nuevamente la cota de las aguas y se ubicó en -1 centímetro debajo del nivel del mar frente a la capital entrerriana. Esta marca sigue lejos de su nivel de aguas bajas (2,30 metros) y de su altura promedio en junio (3,21 metros). Además el INA espera que baje hasta los -30 centímetros (debajo del nivel del mar) a fines de julio.
En Diamante, la altura del río descendió hasta los 20 centímetros de altura, por debajo de los 2,40 metros del límite de aguas bajas y de los 2,91 metros promedio para esta época del año, y 1,23 metros menos que el 6 de junio pasado.
En La Paz, el río Paraná bajó 10 centímetros en las últimas 24 horas y alcanzó los 38 centímetros, 1,42 metros menos que hace un mes, muy por debajo de los 3,20 metros de límite de aguas bajas y lejos de los 4,22 que la Prefectura Naval Argentina (PNA) registró como promedio entre 1996 y 2020.
Para esa ciudad entrerriana, el INA espera que la altura «continúe disminuyendo gradualmente» hasta alcanzar los 22 centímetros a fines de julio, pero que «podría descender hasta los -5 centímetros».
En tanto, en Victoria el río volvió a bajar el fin de semana y alcanzó hoy los 1,02 metros, lejos de los 2,60 metros que marcan las aguas bajas y de los 3,5 metros que tenía allí el río Paraná tan solo tres meses atrás, el 13 de abril.
Además, el INA espera un promedio para el mes de julio de 0,95 metros; es decir, 2,86 por debajo del nivel mensual promedio desde 1996 y 1,14 metros inferior al promedio de julio 2020.
En 1944, la situación fue peor que la actual: frente a Paraná, el río marcó 1,40 metros por debajo del cero, al igual que en Diamante (-1,38), Victoria (-41) y en La Paz (-1,11).
Persistente y extraordinaria
La bajante del río Paraná extraordinaria tiene «una perspectiva al 30 de septiembre netamente desfavorable, con probabilidad cierta de extenderse en los subsiguientes cuatro meses, por lo menos», aseguró hoy el Instituto Nacional del Agua (INA).
El organismo nacional apuntó que julio será «especialmente crítico, con afectación de todos los usos del recurso hídrico», principalmente en la «captación de agua fluvial para consumo urbano».
Además, el INA espera impactos en «las tomas de agua para consumo urbano, para refrigeración de centrales de generación eléctrica y de procesos industriales», problemas en «la navegación fluvial, fauna íctica, estabilidad de márgenes» y una «exposición a incendios en márgenes e islas».
«Esto genera mucha preocupación, es una bajante histórica que impacta en el agua potable y esto es lo más urgente que hoy nos ocupa, además de lo ambiental», dijo días atrás el gobernador, Gustavo Bordet, y precisó que está «en contacto permanente con todos los intendentes» de la vera del río.
Bordet sostuvo que «claramente hay un cambio climático, fundamentalmente en las nacientes de los ríos con la deforestación, y con un cambio en los suelos y en los sistemas de cultivos que modifica las condiciones ambientales».
Ante esta situación crítica, desde distintos sectores, tanto pescadores deportivos, ambientalistas y científicos, han realizado un llamado para implementar medidas de restricción y veda a la pesca comercial. Pese a los informes y estudios de las variables del río que apuntan a que la fauna corre peligro en su reproducción, no se han efectuado medidas para proteger el recurso.
En este orden, se recordará, ERA Verde dio cuenta que la Comisión de Pesca Continental del Consejo Federal Agropecuario en la reunión del pasado 28 de junio decidió fijar el cupo de pescado con destino a la venta al exterior en los mismos parámetros que lo hizo a principio de año. Así, para el período julio, agosto y septiembre, el organismo federal asignó para Entre Ríos la cuota de exportación de 642,9 toneladas para el trimestre. Por su parte a través de la resolución de la Dirección de Recursos Naturales de Entre Ríos Nº 1.592, la provincia estipuló el permiso para la captura y acopio de 1.596,56 toneladas de sábalos y especies acompañantes para el mismo período bajo el criterio de “no innovar” ante la situación, tal como se consignó en el documento oficial.
Con información de Télam
Foto: Esteban Etcheverría
De la Redacción de ERA Verde