Ante la bajante histórica del Paraná, defensores y defensoras del Pueblo de ciudades y provincias del Litoral se pronunciaron expresando su preocupación y pidiendo preservar los recursos del río. Exhortan a los estados provinciales a trabajar de forma urgente sobre los ejes centrales de: Veda, Asistencia Económica a los pescadores, Provisión de agua potable y Políticas Públicas.

 

“La grave situación hidrológica por la que atraviesa el río Paraná, el peligro latente de daño a su flora, de su fauna y con ello a todo su ecosistema, lo que devendría en un daño ambiental de alto impacto para las provincias a las que representan las Defensorías firmantes, resultando necesario en forma urgente expedirse a través del presente documento y exhortar a los estados provinciales el trabajo inmediato”, señalan en un documento conjunto los defensores del Pueblo de las provincias que integran la cuenca del Paraná.

 

En la declaración se expresa la preocupación por la situación de la bajante histórica del río y se solicita que los gobiernos locales y nacionales adopten las medidas necesarias para preservar los recursos naturales. También sugieren ejes fundamentales:

 

1) Veda: Se propone establecer una coordinación entre las cinco provincias que forman parte de la cuenca del río Paraná, y las que pertenecen las Defensorías firmantes, para el dictado de medidas de veda o restricción para pesca comercial y deportiva que puedan ser uniformes en todos los estados provinciales, y de manera evitar medidas dispares que no permitan una protección integral de la flora y la fauna, y que no proteja los ciclos reproductivos de las diferentes especies que habitan el río Paraná, produciéndose depredación de los mismos y con ello la alteración del ecosistema.

 

2) Asistencia Económica para actividades relacionadas con la pesca: las medidas de restricción o veda afectan directamente la actividad económica de quienes viven diariamente del río, su flora y su fauna por lo que las medidas solicitadas en el punto 1, requieren que los estados provinciales en conjunto tomen medidas de contención social que permita la subsistencia en forma digna de los pescadores y sus familias y de todos aquellos que de forma directa tengan como fuente de ingreso actividades de pesca. Esto redundara en una protección de la cuenca

 

3) Provisión del Agua potable: como se expuso en los considerandos, la cuenca del río Paraná es fuente de provisión de agua potable para las cinco provincias, además de constituir un vertedero de líquidos cloacales, agrotóxicos. Esto requiere de un monitoreo y evaluación constante para asegurar la calidad del agua que los ciudadanos consumen. El acceso al agua potable es un derecho humano consagrado en nuestro sistema constitucional y convencional, agua que debe ser de calidad y apta para el consumo, requiriendo una constante intervención y control por parte de los estados provinciales.

 

4) Elaboración e Implementación de Políticas Públicas: en el marco de nuestro derecho convencional y más precisamente del acuerdo de Escazú, exhortamos a la elaboración de políticas públicas que tiendan a proteger la cuenca del río Paraná, su flora y su fauna, asegurando la participación de todos los sectores públicos y privados, permitiendo el acceso a la información que posea el estado en sus registros, asegurando de esta manera políticas públicas eficientes que sean capaces de generar impacto suficiente para la protección de la cuenca del río Paraná, su ecosistema. El consenso entre los diversos sectores permitirá una aplicación eficiente de las políticas públicas.

 

5) Conformar un organismo o comité integrado por las provincias de la cuenca del Paraná: siendo el Paraná uno de los pocos ríos que no tiene un comité de gestión, a pesar que su cuenca hídrica es la más importante del país y tal como lo dispone el artículo 3° de la Ley N° 25.688 de gestión ambiental de aguas, deberían las autoridades públicas dedicarse a la creación del mismo con el fin de gestionar el principal curso de agua del país para que se aborde de modo integral y participativo, todas las problemáticas ambientales que la atraviesan estableciendo un procedimiento de precaución, autorización, prevención, protección,  valuación, vigilancia y control permanente sobre el río Paraná.

 

Proyecciones

 

Según proyecciones del Instituto Nacional del Agua(INA), no existe tendencia a mejora del caudal durante el mes de agosto, pudiendo llegar a un punto crítico de -27 centímetros bajos el nivel de mar frente a las costas de la ciudad de Paraná.

 

En el documento, los defensores manifiestan “la preocupación por la bajante histórica que registra el río, con la consiguiente afectación de todo su ecosistema” y solicitan a los gobiernos locales y nacionales, que adopten las políticas públicas adecuadas para la preservación de los recursos naturales de la cuenca. Piden que la veda pesquera, como medida de protección para los recursos ictícolas, sea considerada en forma uniforme e integral por todos los estados provinciales y ciudades que integran la cuenca del río Paraná.

 

“La veda, como medida de protección para los recursos ictícolas debe ser considerada en forma uniforme e integral por todos los estados provinciales y ciudades que integran la cuenca del Río Paraná. Actualmente la Provincia del Chaco estableció un sistema de semáforos de alertas y vedas intermitentes que permiten ir tomando medidas para preservar la fauna ictícola de la actividad comercial. En el caso de la Provincia de Corrientes, levantó la veda, permitiendo la pesca comercial, poniendo en peligro las especies que habitan la cuenca del Río Paraná. En el caso de las provincias de Santa Fe y Entre Ríos, no obstante, la existencia de medidas judiciales”, señaló el documento.

 

Como se recordará, el Gobierno de Entre Ríos, en una reciente resolución de la Dirección de Recursos Naturales, la Nº 1.592/21 estableció medida para mitigar el impacto del extractivismo ampliar a cuatro días la restricción de la pesca comercial, pero mantuvo el mismo cupo de extracción que los períodos anteriores de 1.596,56 toneladas para el trimestre julio, agosto y septiembre, sosteniendo como criterio el “no innovar” sobre la restrucción.

 

“El Delta del Paraná es un ecosistema vulnerable que necesita protección”, citan los ombudsman sobre estudios de Ambiente de Nación, y señalan que de acuerdo al Plan Integral Estratégico para la Conservación y Aprovechamiento Sostenible en el Delta del Paraná -(PIECAS-DP), producido por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable (SAyDS) de la Jefatura de Gabinete de Ministros en mayo de 2008 “es un inmenso humedal, y como tal, además de albergar una rica diversidad biológica, cumple múltiples y fundamentales funciones como la recarga y descarga de acuíferos, el control de inundaciones, la retención de sedimentos y nutrientes, la estabilización de costas, la protección contra la erosión, la regulación del clima y una extensa lista de bienes y servicios al hombre. El ecosistema cumple un rol importante como reservorio de biodiversidad, brindando alimento, refugio y sitios de reproducción a numerosas especies de peces, aves, reptiles y mamíferos”.

 

También señalan que el río Paraná “constituye una fuente de agua para el consumo humano, para las provincias y ciudades que se encuentran en sus orillas y lugar donde además se depositan diferentes afluentes; en ese sentido la Asociación de Pescadores Deportivos en una nota dirigida a los Gobernadores de las Provincias señalaron que en la actualidad, se están licuando afluentes cloacales, desagües, químicos, pesticidas y otros afluentes contaminantes en el cuarenta (40%) por ciento del caudal, curso que además abastece de agua a más de cinco (5) millones de argentinos, cuando según el Instituto Nacional de Agua (INA) al mes de junio de 2021, alertó sobre un agravamiento de la bajante del rio Paraná que alcanzaría niveles similares a los más bajos registrados en el año 1944, afectación que también se traduce en la captación de agua para consumo urbano”.

 

Malos augurios

 

En el comunicado de las Defensorías, señalan que el Instituto Nacional del Agua (INA) proyecta que en agosto de 2021 “no existe una tendencia a mejora del caudal de la cuenca del Paraná. A la falta de lluvias, se le suma que las represas no cuentan con reservas suficientes de agua. Por lo que la bajante se irá pronunciando con el correr de las semanas y meses, con la clara afectación de la flora y fauna ictícola y la captación de agua para el consumo urbano”.

 

Las Defensorías del Pueblo se afirman en su carácter de “órganos de control y colaboradores críticos de la gestión, constituyendo uno de sus pilares la defensa de los derechos constitucionales de los ciudadanos”, por lo que entienden que encontrándose vulnerado el derecho al ambiente sano, equilibrado y sustentable, “resulta sumamente importante y urgente la intervención estatal”.

 

En el documento presentado en conjunto, se plantea un sistema de veda coordinado entre las provincias que integran la cuenca del Paraná, asistencia económica para las actividades relacionadas con la pesca, monitoreo y evaluación constante para asegurar la calidad del agua para consumo humano, políticas públicas que tiendan a proteger la cuenca del río Paraná y sus ecosistemas y la creación de un comité integrado por representantes de todas las provincias.

 

El documento conjunto fue firmado por el defensor del Pueblo del Chaco, Bernardo Voloj; el defensor del Pueblo de la provincia de Santa Fe, Raúl Alberto Lamberto; el defensor del Pueblo de la ciudad de Corrientes, Agustín Payes; la defensora del Pueblo de la ciudad de Paraná, Marcia Paula López y el defensor del Pueblo de la ciudad de Posadas Alberto Penayo.

Declaración Conjunta-Bajan Te Del Paraná by ERA Verde on Scribd

 

Foto: Esteban Etcheverría.

De la Redacción de ERA Verde.