El operativo se realizó anoche en las islas del Delta del Paraná, en jurisdicción bonaerense y terminó con un detenido. La causa se enmarca en una investigación judicial que acompañó el Ministerio de Ambiente de la Nación donde su titular, Juan Cabandié, presentó una querella por la cacería de ciervos de los pantanos.

 

En el marco de la querella  por cacería de ciervos de los pantanos presentada por el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, Juan Cabandié, se realizó un allanamiento en una casa en la zona de islas en el partido bonaerense de San Fernando, donde se encuentra emplazada la Reserva de Biosfera Delta del Paraná. Allí se secuestraron 700 kilos de carne silvestre, armas largas, dinero en efectivo y un teléfono celular; el sospechoso fue detenido.

El operativo comenzó ayer a última hora de la noche cuando el Juzgado Federal de Campana libró la orden de allanamiento, que fue ejecutada por la Brigada de Control Ambiental del Ministerio de Ambiente, la Administración de Parques Nacionales, el departamento de Delitos Ambientales de la Policía Federal Argentina y la municipalidad de San Fernando.

 

En la propiedad se halló una especie de carnicería ilegal con todo lo necesario para faenar y fraccionar carne silvestre. Se encontraron tres frezzers, una mesa de desposte con sierras, cuchillos y balanzas.

 

Al momento del operativo se decomisaron aproximadamente 700 kilos de carne de animales silvestres, entre lo que había carne de ciervo de los pantanos lista para su comercialización. También había un ciervo de los pantanos despostado al que le faltaban las patas y la cabeza, y se encontró un cráneo de otro ciervo de los pantanos con 10 puntas, el cual habría sido cazado hace algunos meses. La evidencia daría cuenta que este negocio ilícito ya se venía cobrando la vida de varios ejemplares de esta especie en peligro de extinción, para la que el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible nacional realiza numerosos esfuerzos por proteger.

 

Asimismo, en la propiedad se encontraron cuatro carpinchos frenados y uno entero recién eviscerado, mulitas, y un gran número de dorados, tarariras y sábalos. Además había aproximadamente 200 kilos de carne vacuna fraccionada en bolsas. También se secuestraron tres armas largas y gran cantidad de municiones, de las que no se presentó documentación.