En una suerte de balance realizado junto con periodistas, el ministro de la Producción provincial, Juan José Bahillo, relanzó sus pretensiones a la gobernación. El funcionario aspira a que en Entre Ríos la cría de cerdos para el mercado chino sea realizada por productores locales y dijo que la provisión de agua no es un problema. Se refirió a la inconclusa ley de fumigaciones y no hubo referencias a los incendios que este año devastaron grandes sectores de los humedales del Delta del Paraná, según la información que pudo trascender.
En un ronda de prensa, el titular de la cartera de Producción, Turismo y Desarrollo Económico de Entre Ríos, bridó declaraciones este martes con motivo de cerrar el año y dejar en claro que sus aspiraciones a ocupar la cabeza del Ejecutivo provincial siguen intactas. Entre los diversos temas que abordó se refirió a la polémica sobre el acuerdo entre Argentina y China para instalar mega factorías de cerdos y que cuenta con la oposición de distintos sectores sociales, políticos y ambientales. Y en este orden, Bahillo dejó una particular perspectiva sobre la disponibilidad, cuidado y acceso al agua.
Luego de dar un panorama de cómo afectó la pandemia del Covid-19 a las expectativas de los proyectos que tenía diagramado impulsar en la dependencia a su cargo, el ministro de la Producción describió cómo fueron reformulados con la asistencia del gobierno nacional.
Cajas chinas
En cuanto al memorándum de entendimiento para la instalación de mega granjas de chanchas madres con financiación china, el portal Página Política recordó que en su momento Bahillo solicitó dos de las 25 que había anunciado Cancillería y que se instalarían en el país. De acuerdo a lo consignado por el sitio informativo, el ministro dijo haberle dado “una vuelta de rosca al asunto”. Y explicó: “Tengo dudas si van a llegar las grandes granjas, como se dijo. Lo que no está en dudas son los contratos comerciales en los que se está trabajando para producir carne porcina y exportar a China. Ese contrato es para conseguir el financiamiento chino para que sean los productores entrerrianos los que puedan llevar adelante ese desarrollo”. En resumen, la idea es que sean los entrerrianos quienes produzcan para los chinos, que son los que requieren de ese producto a escala, se indicó.
–El espacio para esas unidades y el consumo del agua es lo que está en la lupa crítica en el plano ambiental. ¿Qué se hace con eso?
–Ese problema está en una granja en la que se pensaban inicialmente 12 mil madres en 130 hectáreas. Esa era la idea original que, además, contemplaba un frigorífico y una planta de alimentos balanceado, más una planta de efluentes y reciclado para volver a reutilizar todos los desechos que genera, incluso para biogás y riego. Y alimento, claro. Los cuestionamientos vienen por el efluente y el consumo del agua, que es un cuestionamiento válido para las regiones semiáridas. En Entre Ríos cuando plantamos 130 hectáreas de arroz utilizamos tres veces más agua que la granja. En la provincia, por suerte, el agua no es un recurso escaso, lo que no significa que no la cuidemos y contaminemos la napa. En cuanto a lo sanitario, nos regiremos por los estatus brasilero y canadiense. Por otro lado, se está pensando con volúmenes menores a los que se dijo oportunamente y respetando las distancias y el curso del agua que ya están fijados por ley. Se alentaría para realizarlas en el departamento Feliciano y La Paz, porque son los menos poblados en lo productivo. Una de las cosas que hicimos este año con el Senasa fue un mapa de calor en los establecimientos productivos. Cuando se superponen las capas, el departamento Nogoyá, y parte de los departamentos Paraná, Diamante y Victoria, como así también Uruguay y Colón, te quedan en rojo. Por eso se alentaría esos lugares que decía. La idea es corregir asimetrías productivas.
Otro de los temas aludidos fue el de las fumigaciones con agrotóxicos. Se le preguntó a Bahillo sobre la ley que naufragó en 2018 por enfrentamientos en el oficialismo en la Legislatura luego de haber pasado por dos años de trabajo en una comisión bicameral. Se trata de una normativa que incluso fue solicitada por el Superior Tribunal de Justicia cuando en uno de los fallo de amparo por las escuelas fumigadas, se exhortó al Poder Legislativo a que “en un plazo razonable, dicte una Ley que regule la temática”, según una sentencia de octubre de 2019.
Bahillo contó que el texto fue abordado en el ámbito universitario y por académicos de otros sectores. Reconoció que hubo diferencias sobre las distancias, pero reveló la puesta en marcha de un software que registrará en una memoria el proceso completo de fumigación, el lugar y el estado del tiempo para evitar que la práctica se realice irregularmente, por ejemplo cuando sople viento o se viole la distancia. Ese aparato tendrá un valor estimado en 4 mil dólares que deberá adquirir el productor y lo financiará el Estado. El ministro reconoció que “la policía ambiental era, en buena parte, el problema”.
Fuentes: Página Política – Dos Florines.
De la Redacción de ERA Verde