En un operativo tenaza, con fumigaciones por tierra y aire, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), junto con Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (FARER) y productores voluntarios, lograron doblegar casi en un su totalidad el tupido enjambre de acridios que amenazaba los cultivos en la provincia. El grueso de los insectos se había asentado a pocos kilómetros de Federación, donde fueron cercados y atacados reiteradamente.

Este sábado 25 de julio, las condiciones del tiempo permitieron que el avión fumigador despegara y pudiera fumigar letalmente la manga de langosta sudamericana (Schistocerca cancellata Serville) que había llegado a Entre Ríos. Desde su ingreso a mediados de junio desde el Paraguay, la «nube negra» de aproximadamente 7 kilómetros de largo por 2 kilómetros de ancho se había desplazado hacia el Sur. Esta marcha voraz pendía como espada de Damocles en cada lugar donde se la localizaba y era seguida de cerca por autoridades sanitarias y productores, aguardando que en el lapso que la manga se asentara en tierra, pudiera ser pulverizada. Esto finalmente se dio en inmediaciones de la ruta 14, entre los kilómetros 296 y 298, donde el miércoles por la tarde posaron los bichos. Allí se demarcó un polígono que abarcaba nueve establecimientos, entre ellos de cítrus y plantaciones de eucaliptos. En sucesivas pasadas de insecticidas con un sistema terrestre de turbinas y luego por avión, se logró menguar en muy buena proporción al grupo.

 

Según informó FARER, para cumplir con el objetivo de reducir la densidad poblacional se efectuaron tratamientos con equipos terrestres y aéreos, cubriendo una superficie aproximada de 400 hectáreas, caracterizadas por montes citrícolas y forestales. “Estas tareas complementan las ya realizadas los días 23 y 24, las que debieron interrumpirse por la ocurrencia de precipitaciones”.

 

El titular de la Sociedad Rural de Chajarí y prosecretario de FARER, Héctor Reniero, destacó que “estas tareas fueron posibles gracias a la mancomunión de esfuerzos, a la colaboración de distintos estamentos, entidades y productores que supieron sumar voluntades para el éxito de la tarea”, enfatizó.

 

Y agregó: “Resulta importante destacar la articulación público-privada en el abordaje de esta problemática, dando respuesta con premura ante la preocupación del sector productivo, ya que fue a través de una coordinación interinstitucional y el correspondiente trabajo de campo que se pudo realizar la tarea esperando contar con resultados satisfactorios”.

En el informe de situación emitido por SENASA y que FARER, acuerdan en la importancia de «la presencia tanto del gobierno provincial, a través de la Secretaría de Agricultura y Ganadería; del gobierno nacional con la participación de técnicos de SENASA e INTA; las organizaciones de productores, encabezadas por FECIER, CECNEA y APAMA; los profesionales de la agronomía, en la representación de AIANER Y CIPAF; otras entidades como FUCOFA, FARER, FAA y representantes municipales en la ejecución de los trabajos».

 

Reniero dijo que “FARER se ha movilizado y ocupado desde el inicio de la amenaza. En ese marco, nuestro presidente José Colombatto ha estado en permanente contacto con los organismos intervinientes a los efectos de que la entidad esté al servicio de la causa”, contó, al tiempo que explicó que “en mi caso por una cuestión de proximidad he sido uno de los representantes en la zona desde que el problema llegó a esta región”, detalló.

 

Por su parte, Colombatto destacó la labor “de FARER en su conjunto” pero especialmente “en este caso fue fundamental lo realizado por la Rural de Chajarí, liderada por Héctor Reniero y con la inestimable tarea de Martín Rapetti para el combate de la plaga”, reconoció sobre una figura clave en el seguimiento de la manda desde Corrientes.

 

Teatro de operaciones

En otro orden, desde SENASA se agregó que las condiciones ambientales -esto es baja temperatura y lloviznas- favorecieron a que la manga de langosta permaneciera concentrada, lo que permitió que durante la jornada de ayer se delimitara con mayor precisión el sitio donde se debían realizar las aplicaciones y se organizara toda la logística que dicha actividad conlleva.

 

En tanto, este domingo se continuaron las tareas de monitoreo, realizando recorridas para evaluar la eficacia de las aplicaciones que se estimó en un principio con una mortandad de un 80% a 85%. Se identificaron también las zonas con presencia de langostas activas y se programarán nuevos controles en el caso que fuese requerido, se indicó desde la entidad rural.

 

Al respecto, se indicó que la idea era llevar tranquilidad “a la comunidad agroproductiva y a la sociedad en su conjunto pues se realizaron las tareas en tiempo y forma, con los cuidados que las prácticas utilizadas requieren, de tal manera de cumplir con el objetivo propuesto: disminuir sustancialmente la densidad poblacional de la plaga”.

De la Redacción de ERA Verde