Por Nadia Burgos (*) y Facundo Scattone (**) Otra vez el presidente Javier Milei y el gobernador Rogelio Frigerio anuncian negocios sobre nuestros bienes comunes. Esta vez, dicen que van a incluir el dragado de 34 pies en partes del río Paraná en una nueva licitación de la hidrovía. Pero lo que no dicen es que esto significa profundizar el río para que pasen buques cada vez más grandes, lo que significa destruir los ecosistemas, alterar los cauces, arrasar con la biodiversidad.

 

El río Paraná no es una autopista. Es uno de los reservorios de agua dulce más importantes del planeta. Es vida, sustento y cultura de las poblaciones que habitan en su orilla. No queremos un río Paraná dragado para ricos. Queremos un río Paraná vivo, de las poblaciones y libre de todas corporaciones.

 

Defendamos el río Paraná.

 

(*) Integrantes de la Red Ecosocialista del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST).

(**) Integrante del Nodo Brote Nativo.