Este nuevo ladrillo difiere de los ladrillos tradicionales ya que la combinación de los componentes seca por si sola sin necesidad de un horno para tener dureza. De hecho, una vez que se les da la forma a los ladrillos, estos se secan y endurecen a temperatura ambiente. Y es por esto que la producción se lleva a cabo sin la liberación de gases de efecto invernadero a la atmósfera, y el ladrillo que se obtiene es súper ecológico.
Sumado al hecho de reutilizar materiales de deshecho y sus buenas propiedades térmicas y mecánicas, parece ser que estamos ante el ladrillo del futuro.
La idea para su realización nació después de haberse detectado en la India altos niveles de contaminación causados por el sector de la producción de ladrillos. Para resolver el problema, los estudiantes del MIT decidieron crear un ladrillo ecológico y económico adecuado para la construcción de bajo costo, que permitiese dar viviendas de calidad a gente de bajos recursos. Por tanto, el nuevo ladrillo es parte de un proyecto más amplio, la sostenibilidad ambiental y la inclusión social se juntan una vez más.