Pobladores de distintos barrios de Oro Verde, localidad lindante con la capital entrerriana, elevaron un petitorio a las autoridades municipales en donde solicitan medidas para detener la tala de especies nativas en las áreas naturales protegidas que lindan con el área urbana. Requieren la búsqueda de los responsables y la reparación de las especies extraídas, con una mayor atención por la protección de estos hábitats naturales, ya “que la salud del ecosistema es nuestra salud”, señalan en el texto al que accedió ERA Verde.

 

Vecinos autoconvocados en defensa del bosque nativo de los barrios Lomas de Oro Verde, Algarrobo, Oasis 3 y Oasis 4 de Oro Verde, ingresaron un pedido al intendente, Oscar Toledo, con el fin que tome medidas para “frenar el desmonte en todas las áreas protegidas y de reserva natural” que se encuentran en la jurisdicción. En un expediente que se dio entrada este miércoles 14 de junio, también se solicita “sanciones para los responsables de los desmontes”, y la “reparación de los daños”, con “restitución y/o reposición de las especies destruidas”.  Asimismo, que se identifique con señalética “todas las áreas protegidas y de reserva Provincial y/o Municipal”.

La acción se consumó luego de una serie de reuniones y convocatorias abiertas en las cuales los vecinos evaluaron la situación y relevamiento de casos que se han realizado por la zona. Como antecedentes se cuenta que en agosto de 2022 se presentaron denuncias ante la Secretaría de Ambiente de Entre Ríos y el director de Recursos Naturales, Mariano Farall.

 

En diálogo con ERA Verde, Natalia Cabaña contó que denunciando los desmontes en Oro Verde comenzaron a nuclearse cuando se hicieron públicos los estudios “que confirmaban la presencia de glisfosato en aire y agua” en el pueblo, en agosto de 2019. Entonces, se agruparon “bajo la denominación de Oro Verde Respira. Así logramos la sanción de diversas ordenanzas entre ellas de resguardo ambiental y a partir de un trabajo conjunto entre nosotros, con las autoridades y la policía se comenzaron a controlar las aplicaciones en la zona. Realizamos diferentes intervenciones por la calidad del agua y de concientización sobre esta problemática que impacta directamente en la salud, ferias verdes, cine”, recordó.

En Oro Verde se respira glifosato

Cabaña también se refirió a la experiencia de lucha “cuando se intentó instalar un horno pirolítico en el barrio; también nos organizamos y logramos frenar este proyecto. Y ahora, estas últimas semanas nos encontramos con esto. Estamos siempre alertas y los vecinos autoconvocados u otras organizaciones afines siempre nos acompañan. Justamente el sábado (10 de junio), compartimos la plantación de nativas con Proyecto Taguató (que promueve la flora y fauna nativa), a quienes les agradecemos muchísimo todo lo que hacen. Junto a ellos conversamos sobre esta situación, lo triste que es y las consecuencias inmediatas que estas acciones van a tener en los barrios linderos y en todo el ecosistema”, comentó.

 

PROTECCIÓN

La carta de los vecinos fue enviada con copia al Concejo Deliberante de Oro Verde, porque además expresamente plantea la necesidad de “ordenanzas ‘urgentes’ para las zonas donde aún está pendiente la reglamentación”, así como medidas de “concientización sobre la importancia de los corredores biológicos”; y la “custodia en las áreas afectadas hasta tanto se asegure el total y efectivo cumplimiento de las leyes de protección”.

 

Sobre las características el sector afectado por los desmontes, mencionan que pertenece a una región que “tienen gran relevancia biológica, forma parte de un corredor que conecta la Reserva Natural Protegida Escuela Alberdi con el Jardín Botánico de la UNER. Relicto que pertenece a la ecorregión del Espinal, caracterizada por Guayabo (Myrcianthes cisplatensis), Espinillo (Vachelllia Caven) Algarrobo Negro (Neltuma Nigra), Algarrobo blanco (Neltuma Alba), Chañar (Geoffroea decorticns) entre otras”.

 

Asimismo, señalan que los sitios donde se han registrado la pérdida arbórea es lugar de “alimentación y refugio para la fauna nativa residente y lugar de descanso para especies de aves migratorias que luego siguen su paso”. Es por eso que “entendiendo que las áreas referidas son sujetos vinculados a la vida, que la salud del ecosistema es nuestra salud y por lo tanto es necesario actuar de manera efectiva e integral, considerando que nosotros somos parte del conjunto, llevar acciones en contrario, destructivas, tienen consecuencias en la salud, en la comunidad y en la naturaleza”.

 

La misiva cierra “confiando que lo solicitado en la presente se efectivice a la brevedad”.

 

 

De la Redacción de ERA Verde