La quita de 4 hectáreas a la Escuela Agrotécnica de Villa Urquiza para cedérselas al municipio movilizó a la comunidad educativa a resistir la medida tomada por el Consejo General de Educación (CGE) de Entre Ríos. Padres y madres ponen en duda que el anunciado comodato sea para la construcción de un polideportivo y temen un negocio inmobiliario por detrás, se apuntó a ERA Verde. Hubo reuniones con autoridades de Gobierno y la presentación de un amparo ante la Justicia para no avanzar con una decisión que pone en jaque los programas pedagógicos que se llevan adelante en la institución. Se “rompe el sistema agroecológico” para la producción extensiva, se da cuenta en un informe técnico.

Gran conmoción en la comunidad educativa de la Agrotécnica Nº 39 de Villa Urquiza causó una noticia que trascendió a fines del año pasado. A través de sus perfiles en redes sociales, el municipio anunció la anexión de un lote que pertenece a la institución como “el primer paso para el Polideportivo municipal”. Es así que “con escribana pública, integrantes del equipo de gobierno tomaron posesión del terreno donde se construirá el sueño de un espacio polifuncional en las prácticas deportivas para todos los vecinos”, señalaron en un día que no dudaron en calificar como “histórico”.

 

Este acto fue posible por la firma del CGE de la resolución Nº 4.267, del 25 de noviembre de 2021, donde entrega en comodato al municipio de Villa Urquiza unas 4 hectáreas de las 72 que posee la escuela por el término de 20 años.

“La escuela como institución nunca fue notificada de esta medida”, fustigó en diálogo con ERA Verde el presidente de la Cooperadora Escolar, Diego Toso. En un repaso de los hechos, el representante de la comunidad educativa contó que los directivos, padres, madres y estudiantes se anoticiaron con el posteo de la Municipalidad. El 1 de diciembre pidieron explicaciones por nota al supervisor y presidente del CGE. Martín Müller, y como no hubo respuestas, el 23 de diciembre insistieron en la solicitud, con igual resultado. Finalmente, el 28 de diciembre fueron recibidos por los vocales del Consejo Griselda Di Lello, Humberto Javier José y Ezequiel Coronoffo, quienes se enteraron del conflicto al haber llegado el descontento a la prensa. Los funcionarios educativos se mostraron sorprendidos por la postura contraria al desguace y se abrió un nuevo expediente, ya que las dos notas anteriores aparentemente se perdieron en el entramado burocrático.

 

El 29 de diciembre se presentó un nuevo documento por parte de los padres y madres, pero las actividades en el CGE ya habían cesado por el receso administrativo. Así, la comunidad educativa se autoconvocó y ante la falta de respuestas oficiales, se presentó una medida de amparo “en resguardo del patrimonio de la escuela y solicitando se deje sin efecto la resolución del CGE”, contó Toso, uno de los firmante s de la demanda.

El titular de la Cooperadora comentó que “el origen del conflicto por las tierras de la Agrotécnica tiene más de 20 años de antigüedad. Todos los intendentes municipales que han pasado, han intentado en algún momento de su gestión, quitarle tierras a la Agrotécnica para construir un polideportivo. El objetivo es común en todos los intendentes, justicialistas y radicales”, admitió. Y a lo largo de todos estos años, “la escuela siempre fue categórica en el rechazo de la sesión de tierras”, apuntó. Agregó que en este sentido hay un expediente voluminoso en el CGE con 12 años de historia en resoluciones donde se acumulan dictámenes técnicos contrarios a no ceder tierras “para evitar el perjuicio educativo”. Y graficó: “Para una escuela agrotécnica que le quiten un pedazo de tierra es como para una técnica industrial le quiten un torno o una soldadora, con la magnitud de un aula”.

 

IMPACTO PEDAGÓGICO

 

Así, tal como lo expone Toso, la pérdida de las tierras de la Agrotécnica traen aparejadas cuestiones pedagógicas, ya que se perdería un espacio donde se desarrollan tareas con fines educativos para sus 131 estudiantes. “Ese pedazo de tierra está incorporado a la escuela dentro de los ciclos productivos. La escuela tiene un montón de actividades, ganadería, agricultura, apicultura, avicultura, y esas tierras están destinadas a los ciclos de rotación de pasturas”.

 

Un informe técnico del docente Víctor Breccia, explica necesidad que la EEAT Nº 39 conserve las 4 hectáreas cedidas al municipio. En este orden enumera que la escuela cuenta con tres sectores didácticos productivos, de Producción Industrial, Producción Vegetal y Producción Animal, con distintas variantes, que forman parte “de la estructura necesaria para la formación teórico/práctica y práctica del futuro técnico/a en Producción Agropecuarias”. Repasa que la primera agrotécnica de Entre Ríos tenía en 1985 “un campo prácticamente abandonado donde las ligustrinas tenían un altura que formaban un monte, (y) en 40 años se transformó en una escuela modelo referente en toda la provincia, desde donde se replican experiencias a todas las escuelas agro”.

Respecto a las características del sistema productivos sobre el que se educa, señaló que “actualmente la escuela responde a los parámetros planteados por la Agroecología, que en un principio surgió tras haber quedado el establecimiento dentro el ejido urbano de la localidad de Villa Urquiza, y actualmente respondiendo a la demanda mundial de producciones amigables con el medio ambiente y apostando a que la educación de nuestros alumnos esté acorde con la realidad que nos toca vivir. La escuela de este modo aporta además gran cantidad de información sobre sistemas de producción agroecológica extensiva, disponibles para la comunidad”.

 

Es así que siguiendo esta línea de trabajo, se explaya Breccia, los procesos productivos son de mayor duración “debido a que lo que se busca es estabilizar las producciones, y llevarlas adelante respetando los procesos naturales de producción propia de semillas y siembra por parte de las especies sembradas (…)”. Para llevar adelante este planificación, que abarca tanto la producción agrícola y de pasturas para el ganado, la escuela tiene dos rotaciones planteas.

“Dentro de la Agroecología las producciones netamente agrícolas (en nuestro caso destinado a la producción de reservas) revistan una complejidad mayor debido a que al ser cultivos de una sola especie objetivo estos duran tan solo una estación y durante la misma las condiciones climáticas y la presión de malezas son mayores al ser más puntuales sus efectos tantos positivos como negativos. Esta característica reviste un riesgo mayor y una variación en los resultados productivos año a año. Para sobrellevar este tipo de inconvenientes es que se plantea lo que se conoce como rotación de cultivos, donde en cada lote por separado se siembran distintos cultivos y en distintas fechas, pretendiendo atenuar los posibles impactos propios del ambiente”, señala didácticamente el profesor.

 

“Las 4 hectáreas que desafortunadamente el CGE cede al municipio de Villa Urquiza, se encuentran emplazadas dentro del lote de 29 hectáreas destinadas a la confección de reservas y dentro de un sistema agroecológico de carácter netamente agrícola. Dicha sesión implica un impacto negativo en la producción,  no solo por contar ésta con menos superficie, sino que rompe la actual cadena forrajera planteada, obligándonos a modificar todos los otros lotes, disminuye la capacidad de diversificación, y aumenta radicalmente los riesgos propios de cualquier impacto ambiental”, afirma el ingeniero agrónomo en un documento al que accedió ERA Verde.

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EN LA JUSTICIA

Respecto al litigio que llegó a tribunales, y que tomó la jueza de feria Elena Albornoz, se conoció que la magistrada el 20 de enero corrió traslado al Gobierno de Entre Ríos, al Consejo General de Educación (CGE) y a la Municipalidad de Villa Urquiza del recurso de amparo que presentó este miércoles 19, donde un grupo de padres de alumnos reclaman que se ordene dar marcha atrás con la quita de las 4 hectáreas.

 

Albornoz dio un plazo de 7 días hábiles para que se “informe sobre la exactitud del hecho que motivó la demanda y en caso afirmativo, la razón en que funda su actitud. Le hará saber asimismo, en dicho acto, que la recepción del mandamiento importa el traslado correspondiente y la oportunidad para ser oído”.

 

Toso apunta: “Entendemos que las tierras fueron entregadas en 1922 al CGE con el fin de que se establezca una escuela básica de agricultura, es decir con un fin específico. Entonces hoy el CGE no puede modificar ese cargo por el cual le fueron transferidas las tierras.  Otro de los puntos que entendemos es que el comodato por 20 años al municipio habilita construir un supuesto polideportivo y a su término deberían devolver las tierras en las mismas condiciones en las que lo recibieron. Es decir demoler el polideportivo (si se construyese), sacar los escombros y entregar el campo. La realidad es que así lo puedan hacer, la calidad productiva de la tierra no se recuperaría. Es una pérdida irreparable”, afirmó.

 

MUCHAS DUDAS

De todas maneras, la idea de la construcción de un polideportivo en esas 4 hectáreas están dentro de un limbo. La realidad, dice Toso, es que ninguna de las gestiones municipales todos estos años presentó un “proyecto serio donde se mencione cómo se van a ocupar las 4 hectáreas, qué tiempo de ejecución de obras, qué tipo de mejoras se le harían al supuesto polideportivo. Siempre alguna excusa económica, que los tiempos son dinámicos, que no pueden entablar un proyecto expeditivo. Nunca le llegó a la escuela, ni en expediente figura un proyecto definitivo de lo que sería este supuesto complejo”.

 

El presidente de la cooperadora observa que para el municipio ese lugar “es gratis. Se la quitan a una escuela, así es mucho más accesible que buscar un lugar para comprar y destinar fondos para eso”.

 

Por último, reflexiona: ““Las tierras que pretenden –no hay mensura de las 4 hectáreas especificadas en el comodato– están al lado del casco urbano. La importancia del lote es económica, la ubicación es inmejorable. Tienen todos los accesos asfaltados, el lote está al ingreso del pueblo, es inmejorable el posicionamiento. Y de las cosas que nos preocupa a la comunidad es el hecho que al no haber  un proyecto para tener una idea de la magnitud de lo que quieren construir, desconocemos si dentro de 10 años eso no termina dentro de loteo privado  u otro tipo de emprendimiento inmobiliario que sería totalmente distinto al fin por el cual ellos lo piden”.

 

 

Fotos: Cooperadora Agrotécnica Villa Urquiza

De la Redacción de ERA Verde