Un persistente y profundo olor a excremento invadió el ambiente de la capital entrerriana este 14 de mayo desde horas de la mañana. El fétido perfume se extendía de Sur a Norte, y fue objeto de comentarios entre vecinos y visitantes. “Es un olor asqueroso”, “no se aguanta”, “cómo extraño el aire puro de mi pueblo”, se escuchó en distintos testimonios que recabó ERA Verde. Oficialmente las autoridades municipales no encuentran una explicación. Antecedentes del mismo fenómeno se remontan a 2017 y 2021, cuando tampoco se supo a ciencia cierta el origen del molesto olor como a materia en descomposición. En estas oportunidades se atribuyó al colapso de alguna cámara de líquidos cloacales, emanaciones del Volcadero e incluso a un feedlot en la zona de Oro Verde. Precisamente en esta localidad el hedor era más profundo.
Un fétido olor de orígenes desconocidos se instaló en la ciudad de Paraná desde temprano en la mañana de este sábado. La pestilencia similar a excremento de animales se podía percibir desde el Sur de la capital provincial, pasando por el centro donde era profundo, hasta la costa de Puerto Sánchez, al Norto, contó a ERA Verde un ocasional turista que almorzaba en un comedor de pescado: “Es un olor asqueroso”, comentó y aludió a los problemas con olores nauseabundos que padece la ciudad de Gualeguay –de donde es oriundo el testigo–, a raíz de la actividad del frigorífico de aves Soychú. Pero en efectos, el “olor a caca” es por causas por estas horas desconocidas. Esto fue confirmado por fuentes oficiales de la Municipalidad de Paraná que también fueron alertados por distintos medios por los vecinos.
En un comunicado, se indicó que se buscaban establecer las causantes del fuerte olor en distintos sectores de la ciudad. La labor estaba a cargo de la Subsecretaría de Ambiente y Acción Climática de la Municipalidad. Investigan características y antecedentes. En primera instancia se han descartado emisiones que tengan que ver con procesos de combustión, pese a que se han identificado, durante la jornada, pequeños focos en la zona oeste.
“Por las características y antecedentes encontrados, podría deberse a actividades del sector primario o procesos biológicos antes que a actividades industriales o procesos naturales. Se presume que el origen del olor podría estar en el sur o suroeste de la ciudad y hasta por fuera del ejido urbano”, se precisó.
REPERCUSIONES
En las cadenas y grupos de WhatsApp era el comentario casi obligado por que olor a mierda era evidente al aire libre. Y a través de estos medios se recordó sobre situaciones similares que padeció Paraná en anteriores oportunidades. En los registros periodísticos se data que en abril de 2017, cuando en una cadena de mensajes con información falsa atribuía la podredumbre en el aire a una dudosa la calidad del agua e incluso a un supuesto colapso en plantas elevadoras de líquidos cloacales vinculado con un hoy lejano conflicto entre la comuna y trabajadores de Obras Sanitarias.
Como en aquella oportunidad hace cinco años, el de este mayo de 2022 se describió como olor a “cloaca” o “bosta” e incluso algunos relacionaron con quema de basura en descomposición, en un intento por encontrar explicación al repugnante aroma.
Un dato que fue confirmado por varios pobladores a ERA Verde fue la pestilencia se sintió con mayor potencia en toda la zona Sur, sureste, el centro y la vecina ciudad de Oro Verde. Se trataba de un tufo ácido y persistente en las papilas olfativas que a más de uno lo obligó a fijarse en la suela de su calzado para corroborar si había o no pisado mierda de perro.
Otras hipótesis sobre la sensación hedionda cercana fueron también atribuidas a derrame de desechos en el río, quemas en el Volcadero, una fumigación aérea fuera de control cercana al ejido urbano, una fuga del Parque Industrial, una emisión del Cementerio Municipal, y la deriva de gases de una producción de feedlot –el sistema intensivo engorde de ganado bovino–, el desbande del humo de ladrillerías y el desmadre de cloacas rebalsadas.
En tanto en el caso similar de febrero de 2021, las crónicas aluden al mismo tipo de mal olor instalado en zona Sur, por Santos Domínguez y Garrigó, también por la mañana, y a lo largo de tres días. La fetidez llegaba entonces hasta Toma Nueva, con la queja obligada de los vecinos desconcertados que no podía abrir ni puertas ni ventanas sin que se colara el aire nauseabundo. “Es insoportable” se reiteraba hace un año y ahora.
De la Redacción de ERA Verde