Científicos del Conicet llevaron adelante un trabajo de relevamiento de la fauna de pájaros en la provincia. El estudio identificó ciertos sectores donde podría preservarse más de 350 especies, mucha de ellas amenazas de extinción a nivel mundial. La investigación reveló la urgencia de contar con más espacios que puedan incluirse “dentro del sistema de áreas protegidas a toda la avifauna que se puede encontrar” en el territorio.
En el marco de una investigación desarrollada en el Instituto Nacional de Limnología (INALI) del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y la Universidad Nacional del Litoral (UNL), se reconocieron nuevas áreas prioritarias para la conservación de más de 350 especies de aves en Entre Ríos. El trabajo fue llevado adelante por Juan Andrés Sarquis y dirigido por Alejandro Giraudo y Vanesa Arzamendia.
El abordaje partió de relevar que actualmente Entre Ríos posee dos parques nacionales y varias áreas protegidas de jurisdicciones municipales y provincial. Pero además de estas zonas de resguardo, se hace necesario ampliar la cantidad de sectores de amparo para la diversidad biológica frente a fenómenos inquietantes como el cambio climático y la extinción masiva de distintas especies.
En este sentido, Sarquis explicó en diálogo con ERA Verde que su investigación reconoció otras áreas de la provincia que reúnen condiciones ambientales idóneas para 350 especies de aves, de las cuales 17 especies se encuentran amenazadas a nivel mundial. Los científicos efectuaron este relevamiento a partir de “más de 30 años de trabajos a campo, museos y búsqueda bibliográfica anotando los registros geográficos mediante coordenadas de latitud y longitud, modelos de distribución de especies y algoritmos de optimización de reservas”, comentó.
“Para poder identificar las más importantes para la conservación de las aves el primer paso constituye en conocer y entender cómo se distribuyen las especies. Para ello, se utilizan datos georreferenciados mediante GPS (datos con latitud y longitud) de distribución de todas las especies de aves que habitan la provincia. Una vez que la base de datos se encuentra completa se confeccionan mapas a través de algoritmos específicos que utilizan variables ambientales y el efecto que generamos los seres humanos sobre la tierra en pos de identificar las áreas con la mayor cantidad de especies de aves y, también, aquellos ambientes que ofrecen características más propicias para que habiten aves amenazadas. En un paso posterior se comparan estas áreas identificadas con las áreas protegidas ya existentes en la provincia. De este modo, se identifican lugares claves a priorizar en la ejecución de políticas ambientales que permitan la concreción de nuevas reservas o corredores para conservar la avifauna entrerriana”, se detalló.
Más hábitats
El trabajo realizado por el grupo de investigación reveló además que “aún faltan áreas en Entre Ríos para lograr incluir dentro del Sistema de áreas protegidas a toda la Avifauna que se puede encontrar en la provincia. Actualmente, la pérdida de diversidad biológica es una de las principales consecuencias de la mayor crisis ambiental global que ha vivido la humanidad, transformándose en un tema de interés mundial. En la provincia de Entre Ríos, el avance de la frontera agrícola y la urbanización han dejado pocos remanentes de hábitat naturales, que presentan diversos grados de modificación. En este contexto poder establecer nuevas áreas protegidas es una prioridad ya que cumplen una importante función en la conservación de la biodiversidad regional”, afirmaron los científicos del INALI en su trabajo.
Asimismo, aportaron que “los mapas generados muestran patrones de asociación entre una especie de ave en particular y variables climáticas como la precipitación y la temperatura, es decir que el resultado brinda las áreas donde existen las condiciones climáticas para que la especie pueda desarrollarse. Esto fue realizado por los investigadores para las 350 especies de aves seleccionadas. Posteriormente, por medio de un programa utilizado para la selección de reservas, se procesó toda la información disponible y se optimizó la detección de las áreas donde se encontró la mayor riqueza de aves de la provincia”. Los investigadores recalcaron que se realizó al mismo tiempo un especial análisis sobre las 17 especies amenazadas que habitan la provincia, entre ellas el Cardenal Amarillo, el Ñandú y Tordo Amarillo.
El trabajo de los científicos, se argumentó, orienta a trabajar en las provincias que forman parte de la cuenca del Plata, centrándose en los grandes ríos Paraná, Paraguay y Uruguay lo que implica reunir información de Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Misiones, parte de Chaco y Formosa. A pesar de ello, los investigadores recalcaron que los mapas construidos se realizaron a escala provincial porque la flora y fauna pertenecen a las provincias. Así mismo señalaron que en los últimos 20 años se trabaja con mapas de mayor escala y alcance nacional en pos de identificar áreas interprovinciales que permitan aunar esfuerzos entre las provincias para conseguir planes más integrales y eficientes de conservación.
GPS
En relación a los resultados obtenidos en cuanto a los mapas de áreas para la conservación los investigadores explicaron que “existen áreas importantes en el Norte sobre el río Paraná en la Paz, Arroyo Feliciano y Río Guayquiraró. También hay áreas importantes en el Norte del Rio Uruguay (departamento Federación). Al Sur encontramos áreas prioritarias para las aves cerca de Paraná y Diamante y en el Delta del rio Paraná y el bajo Uruguay (departamento Islas del Ibicuy), que se extienden bordeando el Uruguay hasta Gualeguaychú”, situaron.
“Cuando utilizamos la Influencia humana se denota que los departamentos Feliciano y Federal cobran mayor importancia que el La Paz y Federación. Por poseer actividades económicas como animales bajo montes, baja densidad poblacional, mayor cantidad de bosques y ambientes mejor conservados. Así también el Delta del Paraná y el bajo Uruguay cobran una importancia fundamental por ser ambientes inundables con baja actividad en comparación con el resto de la provincia”, se graficó.
Por último se resaltó que “el cambio climático va a afectar la distribución de las aves en Entre Ríos desde el presente al 2050. El norte del río Paraná muestra una menor prioridad en relación con los bosques linderos al rio Uruguay. El Delta del rio Paraná y bajo río Uruguay denotan ser importantes en todos los análisis realizados, siendo esperable comenzar con el Delta y río Uruguay en las próximas acciones de conservación. Si incluimos la actividad humana La selva montielera continua siendo fundamental para las aves, principalmente en Feliciano y Federación, así como el delta e islas de Victoria”. La recomendación entonces es “comenzar acciones inmediatas en el espinal Delta del Paraná y bajo Río Uruguay”, concluyeron.
Además de Giraudo, Arzamendia y Sarquis, componen el equipo Gisela Bellini, Romina Pavé, Juan Andrés, Eugenia Rodríguez, Carla Bessa, Pamela Olguin, Evelina León, Lorena Sovrano y Silvia Regner.
De la Redacción de ERA Verde