Europa aún no sale del asombro de las temperaturas ardientes de este verano. Los jóvenes del mundo se apropian del grito de la tierra que Leonardo Boff denunciara en su olvidada obra magistral «Grito de la tierra, grito de los pobres», con movilizaciones multitudinarias en ciento de ciudades de la madre tierra. El IPCC – panel de expertos de la Convención de Cambio Climático- denuncia que modelos agropecuarios como el de Argentina son totalmente funcionales a la dinámica dominó en sus impactos negativos frente al cambio climático.

Sudamérica desde sus pueblos, mayoritariamente, aún no visualiza y toma real dimensión en todas sus escalas sobre los graves efectos regionales y globales de las políticas extractivistas de los últimos gobiernos de Brasil y Argentina, como de Paraguay y también, Infelizmente, la propia Bolivia de Evo Morales, que aún conservando sus esfuerzos por la coherencia política de la izquierda democrática indigenista, no puede salir de la tela de araña del modelo productivo-consumista dominante. Uruguay profundiza el modelo de las mega plantaciones de árboles exóticos en manos de pocos y la visión de la cuenca de los pájaros destinada a ser declarada zona desprotegida o área no-natural de sacrificio en beneficio de las corporaciones de la celulosa. Mayoritarias Derechas, menos Izquierdas en el poder, funcionales, cómplices y socias del mismo modelo.

En Argentina, candidatos y candidatas coinciden en las líneas mas generales de profundización de lo mismo. El supuesto futuro de la Argentina Potencia se focaliza en cuatro objetivos que quieren estar fuera de duda: Vaca Muerta; República de la Soja; Cuenca blanca o de la celulosa; minería de las corporaciones estratégicas de las nuevas tecnologías y como hace más de quinientos años, oro y plata.

No existe aún una sola propuesta seria, innovadora y de evolución positiva por parte de las coaliciones electorales sobre políticas públicas de adaptación al cambio climático de manera sinérgica o transversal hacia el conjunto de las plataformas políticas en debate. ¿En debate?

Es que estas cuatro objetivos políticos centrales que enarbolan desde el Gobierno vigente, pero también del precedente, como desde la Sociedad Rural hace unos días; o desde la sagrada Vaca Muerta; o las 24 horas del Secretario de Comercio de los EEUU en el país donde nos comunicó que somos un matrimonio gracias al aporte amoroso de nuestros recursos naturales; o accediendo a los anuncios de la segunda Botnia por parte del gobierno Uruguayo – digo, cualquier política de adaptación al horno climático, comenzarían a pulverizarse, frente a semejante batería de más de lo mismo agravado. Es decir, las propuestas políticas con mas chance de triunfo, son una convocatoria al horno.

La Corte Suprema de Justicia de la Nación, en un FALLO histórico (Caso Amarras) da lecciones a la política vigente sobre los derechos de las aguas y la naturaleza, incluso frente a la falta de certezas o la existencia de duda probatoria. Con este FALLO muchos negocios oscuros se van a ir terminando.

En la Sociedad Rural, como en Vaca Muerta, en la cuenca de los pájaros y la cordillera argentina, frente a la duda, el derecho esgrimido por los negacionistas al mejor estilo Trump, los lleva a desarrollar todo tipo de estrategias para que siga jugando su fichas en el casino de la impunidad jurídica, siempre a favor de los mercaderes del extractivismo del agua y la naturaleza. Sin embargo en otro escenario esperanzador y contundente, la misma Corte dio su otra lección con el FALLO que puso definitivamente la claridad necesaria sobre la plena y operativa vigencia de la Ley de protección de los Glaciares.

 

Las principales espadas electorales, silencian estos escenarios humanos, algunos desgarradores de glaciares, humedales, derechos de las aguas y la naturaleza, agrotóxicos y diversidad de enfermedades y contaminación, menos aún de los que protegen a la diversidad cultural y sus pueblos originarios. El calor del norte no les quema las vestiduras, el frío no lo sienten, son otros los que lo sufren. Mas de lo mismo.

No existe justicia social sin justicia ambiental y climática. Negarlo, como estos mega candidatos lo hacen, es una enorme mentira donde vamos derecho, al fin, o siempre por derecha, al horno.

 

Jorge Oscar Daneri