La Justicia ordenó frenar las obras de una caleta que se habría estado construyendo en un sector de isla La Invernada, en Victoria. Las obras en el boliche bailable fluvial conocido como Garden Island se habrían realizado sin autorización y violando la manda del titular de Juzgado Federal N° 2 de Paraná, Daniel Alonso, que ordenó la no intervención del Delta del Paraná con fines de preservarlo de incendios. La denuncia fue presentada por la ONG El Paraná No se Toca a principios de agosto al municipio de Victoria, pero la comuna aguardó la respuesta de la justicia ya que no observaban irregularidades, según se explicó a ERA Verde.
La prensa de la ciudad de Rosario dio a conocer estos días que la Justicia Federal obligó a un parador bailable en el delta a suspender la construcción de un canal. El cañadón va desde la costa del brazo interior denominado Paraná Viejo –en el kilómetro 426– hacia el interior de la isla La Invernada, hasta una laguna conocida como el Embudo. Garden Pool Party es un complejo de cabañas que en el verano funcionan con barra y música. Según consignó diario La Capital, la obra fue frenada por Prefectura por orden de la Justicia Federal.
En las imágenes que se presentaron al juzgado se observan como un gran callejón, casi 150 metros, que va desde la costa donde está el bar de Garden Island hacia el interior. La arteria cruza de este a oeste el islote hacia la zona del Embudo para que las embarcaciones puedan ingresar desde allí al Paraná Viejo y tengan más lugar para amarrar, se explicó. Pero sucede que para efectuar este tipo de intervenciones debe haber una autorización de la justicia porque rige una medida cautelar que prohíbe obra en esta zona de humedales.
Desde la ONG El Paraná no se Toca, que impulsó la denuncia, Jorge Bártoli dijo que «la zona del Paraná Viejo es un desmadre por falta de autoridad municipal y falta de ordenamiento territorial; nosotros lo venimos poniendo de manifiesto desde hace mucho tiempo: hay loteos ilegales, desforestación, introducción de especies exóticas, construcciones fuera de toda norma, fiestas electrónicas, movimientos de suelo y disposición de la basura. Esta obra viene a sumarse a este compendio de agresiones al humedal», fustigó.
Desde la Delegación Municipal de Islas de Victoria aclaró que sobre la acción de máquinas y el movimiento de tierras intervino Prefectura por pedido del el Juzgado Federal N° 2 de Paraná, a cargo de Daniel Alonso.
«Está bien que la Justicia actúe de inmediato y tome medidas porque los lugareños que quieren comunicarse de un lugar a otro por la zona de ribera o el camino de sirga (calle que debían dejar los propietarios ribereños para uso público) no pueden circular y genera eso un gran problema», le dijo a este diario desde la repartición Gustavo Andino.
Una alta fuente del municipio, en tanto, señaló a ERA Verde que no hubo intervención en este episodios ya que no observaban contravención alguna a los trabajos y que en todo caso eran de vieja data.
Fiesta todo el año
No es la primera vez que este parador y otros ubicados del Puente que une Rosario con Victoria hacia el sur, hasta el paraje El Charigüé, obliga a vecinos y ambientalistas a reclamar a la Municipalidad de Victoria para que no habilite mega fiestas.
En febrero del año pasado el motivo de los reclamos se basó en la fiesta que se preparaba por las redes en Garden Island. ¿De qué se quejaban los que viven y cuidan en lugar?
De contaminación sonora, lumínica y de residuos además del frenético trafico náutico en medio de una zona declarada reserva natural (ordenanza 2.185/03 del municipio de Victoria).
Durante estas movidas que llegan a albergar hasta 2 mil personas y cientos de embarcaciones se forman verdaderos islotes con lanchas y yates en los bares o se ancla en la costa para bailar a todo volumen sobre las embarcaciones, sin control alguno de decibeles ni de lo que se consume antes de navegar con premura para luego volver a Rosario y no hacer colas en las guarderías náuticas.
De hecho la web de Garden Island advierte en su verano de 2019 (en un sajón «Summer 2019») que están: «Ubicados en un parador exclusivo» y se han «propuesto desarrollar las mejores fiestas del río» para Rosario y la región. «Nuestros números hablan por sí solos: más de 5.000 asistentes en solo 3 años confirman la calidad y diversión que se vive en nuestros eventos».
Fuente: La Capital de Rosario.
De la Redacción de ERA Verde.