El intendente de la capital provincial, Adán Bahl, pidió “responsabilidad ciudadana” y “solidaridad” a quienes hoy cuentan con el suministro de agua potable en sus hogares. La restricción del servicio se debe a que por la bajante del río no llega el agua cruda a la bomba de captación que lo envía a la planta potabilizadora. Por este problema se calcula un impacto en el 15% de la población. Por otro lado, crecen los pedidos para que la Provincia establezca una veda pesquera. Como medida se amplió a cuatro días la restricción de la pesca comercial, pero mantienen el mismo cupo de extracción que los períodos pasados: 1.596,56 toneladas para el trimestre julio, agosto y septiembre.
El río Paraná llegó hoy frente a las costas de la ciudad a los 8 centímetros sobre el nivel del mar, en una condición de nivel estacionario, según Prefectura Naval Argentina. Está lejos de la cota de aguas bajas (2,30 metros) y su altura promedio de 3,21 metros para esta época del año. En su máxima depresión de este año, el río llegó a los -12 centímetros y el Instituto Nacional del Agua (INA) advirtió que podría descender hasta los -20 centímetros para mediados de julio e incluso más, a -27 durante el año.
En Diamante, la altura del río se incrementó al alcanzar hoy los 34 centímetros de altura, pero por debajo de los 2,40 metros del límite y 1,09 metros menos que a principios de junio. En La Paz, el río Paraná creció unos 20 centímetros los últimos días y se mantiene hoy con 60 centímetros, 1,20 metros menos que el 6 de junio pasado, muy por debajo de los 3,20 metros de límite de aguas bajas y de los 4,22 que Prefectura Naval registró como promedio entre 1996 y 2020. En Victoria, el río bajó nueve centímetros y se mantiene desde fines de la semana pasada en 1,09 metros, lejos de los 2,60 metros que marcan las aguas bajas.
Se indicó oficialmente que en 1944 la situación fue peor que la actual: frente a Paraná, el río marcó 1,40 metros por debajo del cero, al igual que en Diamante (-1,38); Victoria (-41) y en La Paz (-1,11).
Restricción de agua potable
La gran bajante, tal como se anticipo, comenzó a generar serios problemas para el servicio de agua potable en las ciudades costeras, tal como el caso de Paraná. Hoy el intendente Adán Bahl recorrió la zona donde se encuentran bombas de extracción de agua cruda, donde informó sobre las acciones en marcha para salvar el problema que se presenta a partir que el río ya no llega a las bocas de captación. En la zona de la Toma, el presidente municipal sostuvo que la bajante histórica del río Paraná es una situación “crítica e inédita” que perjudica la distribución normal del servicio.
Bahl indicó que las dificultades existentes en la bomba captadora de agua del muelle uno, la más cerca de la orilla y que alimenta la planta potabilizadora ubicada en avenida Ramírez afecta el abastecimiento del 15% de la ciudad. Y debido a que ha dejado de funcionar, durante estos días el caudal de agua no fue suficiente para que el servicio llegue a todos los barrios.
En este orden, dio detalles de una obra que, dijo, “dará una solución definitiva” a este drama. Explicó que se iniciaron tareas para el traslado de la bomba ubicada en un muelle que quedó seco para para ubicarla más cerca del cauce del río. “Esto es una solución definitiva, que nos va a permitir independizarnos para siempre de los problemas que acarrean las bajantes. No obstante, va a demandar un tiempo hasta que esté terminada”, anticipó. Es por esto que pidió “responsabilidad ciudadana” y “solidaridad” a quienes hoy cuentan con el suministro en sus hogares. “Necesitamos hacer un uso consciente y prudente del recurso, por nosotros y por nuestros vecinos, para que a nadie le falte un servicio tan esencial. Esta bajante nos pone a prueba como sociedad. Es inminente que actuemos con responsabilidad. Demostremos que somos solidarios”, concluyó.
Sin veda por ahora
Por su parte, el secretario de Agricultura y Ganadería de Entre Ríos, Lucio Amavet, en declaraciones a la agencia Télam dijo que el Gobierno provincial está “preocupado y ocupado” ante la bajante histórica del río Paraná, que llegó a alturas por debajo del nivel del mar y que provocó deterioro en sectores económicos, productivos, turísticos y sociales de esa provincia.
Dijo que “con Nación, municipios y todos los sectores afectados trabajando en construir herramientas y decisiones políticas que hagan pasar con menos sobresaltos esta situación climática que llega por segundo año consecutivo”. La bajante “genera una gran problemática en la toma de agua de las ciudades, en el transporte fluvial, en el turismo y en el cuidado del recurso ictícola”, admitió Amavet.
Para la preservación del recurso íctico, se indicó que el Gobierno provincial extendió los días para la veda a la pesca comercial a cuatro días en la semana. Pero paradójicamente, mantiene el mismo cupo de extracción que los períodos pasados, ya que decidió “no innovar” en el volumen según se desprende de la Resolución Nº 1.592, y establece para el período de julio a septiembre la captura y acopio de 1.596,56 toneladas de sábalos y especies acompañantes.
La medida fue criticada por sectores de la pesca deportiva quien junto con sectores académicos se inclinan porque se establezca una veda total para la recuperación de la fauna íctica golpeada severamente en su reproducción por la bajante prolongada.
Con información de Prensa Municipalidad de Paraná y Télam.
De la Redacción de ERA Verde