Argentina no cuenta con ninguna ley que garantice su reciclado a nivel nacional y es el tercer país de Latinoamérica que más residuos de este tipo produce.
¿Qué pasa cuando un celular, una computadora o un refrigerador dejan de funcionar? En Argentina, como no existe ninguna reglamentación nacional que lo controle, casi siempre terminan en basurales o abandonados en algún sitio de la casa. Con el objetivo de frenar estas prácticas que contaminan la tierra y las napas de agua subterráneas, el diputado nacional Daniel Filmus presentó un proyecto de ley para reducir, reutilizar y reciclar los residuos eléctricos y electrónicos (RAEE).
“Es necesario proteger al medio ambiente en nuestro país, donde cada habitante genera 8,7 kilos promedio anual de residuos electrónicos, y preservarlo de la contaminación por la creciente cantidad de RAEE. Es imprescindible que los productores, distribuidores y usuarios se sumen a un sistema de reducción, reutilización y reciclado con las condiciones mínimas establecidas por el Estado en sus diferentes niveles”, dijo el legislador del FpV / PJ.
El proyecto cuenta con el respaldo de Greenpeace, que viene alertando sobre las consecuencias ambientales de este tipo de residuos. Para Leonel Mingo, coordinador de campañas de la ONG, se trata de “una iniciativa de vanguardia que mantiene la esencia del que obtuvo media sanción de la Cámara Alta en 2010”, también impulsada por Filmus, que por entonces era senador nacional.
El legislador aseguró que “la iniciativa reúne experiencias y legislaciones internacionales adaptadas a nuestro país y aportes de todos los actores de la actividad: desde los productores y distribuidores a través de sus cámaras, de las organizaciones no gubernamentales y los gestores de RAEE más importantes del país, hasta los propios reutilizadores sociales, además de importantes contribuciones de legisladores de diversos bloques, por lo que consideramos que será acompañado por los votos suficientes para ser aprobado”.
El proyecto de Filmus exigirá que tanto las empresas como los consumidores realicen un tratamiento adecuado de los RAEE (residuos eléctricos y electrónicos). Según el texto presentado se prevé “la responsabilidad extendida de los productores a la etapa de post consumo sobre la gestión de la basura que se deriva de los productos que ponen en el mercado”. En tanto, los usuarios deberán entregar los residuos electrónicos o eléctricos al adquirir otro aparato equivalente o que realice funciones análogas.
Un poco de números
De acuerdo a un informe de la Asociación GSMA Latinoamérica y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), los argentinos generamos unos 8,7 kilos de equipos electrónicos en desuso durante el 2017.
Según el mismo informe, nuestro país es el tercer mayor generador de residuos electrónicos de América Latina, con casi 500 kilotoneladas (miles de toneladas). Brasil está al principio del ranking con más de 1.500 kt, seguido por México con más de 1.000 kt.
El caso de la Ciudad de Buenos Aires
Solo la Ciudad de Buenos Aires llegará a generar 33 mil toneladas de residuos electrónicos durante 2018. Es decir, cada porteño producirá 11 kilos de basura electrónica. Así lo afirmó un informe recientemente difundido por la Federación de Comercio e Industria (FECOBA).
La cifra significa un incremento de alrededor de un 12 por ciento con respecto al 2017, cuando se generaron 30.175 toneladas de residuos electrónicos, y de algo más de un 30 por ciento con respecto a 2016, cuando se totalizaron 25.826 toneladas.
Actualmente, los RAEE representan el 2 por ciento de la basura recolectada en Buenos Aires, de los cuales en un 45 se componen de electrodomésticos de línea blanca (heladeras, lavarropas, aire acondicionado), mientras que los componentes de equipos de informática y telecomunicaciones representan el 30 del total. El 25 por ciento restante, por su parte, corresponde a reproductores de video, audio y televisores.
De estos desechos, en promedio, el 25% de los componentes son reutilizables y el 72% son materiales reciclables. Hasta se pueden exportar. Un caso representativo es el de una empresa bonaerense que exportó 50 toneladas de plaquetas electrónicas a Bélgica por 200.000 euros.
Reciclar, un mercado emergente y rentable
Aunque las cifras son cada vez es más elevadas, el presidente de FECOBA, Fabián Castillo, destacó que en la Ciudad de Buenos Aires hay “181 empresas dedicadas al tratamiento de residuos y de reciclado y/o recuperación de residuos, de las cuales 174 son Pymes”.
El directivo, en ese sentido, entiende que los empresarios están ante la posibilidad de “generar un valor agregado” con esta actividad. Según él, “renovar o reemplazar los equipos electrónicos tiene un costo muy alto por las constantes innovaciones y la limitada vida útil de los equipos. Entonces, que las Pymes empiecen a reciclar es un desafío pero también una gran oportunidad”.
Fuente: Foro Ambiental