Por Jorge Daneri (*) Señor presidente municipal de Paraná. Usted no comprende. Ni patota, ni violencia. La violencia ejercida sobre casi adolescentes, no tiene perdón. No recuerdo en Paraná, situaciones como las vividas en estas horas en calle Racedo desde la recuperación de la democracia.

 

Es usted el responsable de este contexto social. Debe convocar a un diálogo social y político serio y urgente. Existen los ámbitos para buscar esos comunes denominadores. La sentencia de primera instancia dictada en el amparo ambiental brindaba esos senderos de principios de acuerdos, de transitarlos, de ponerle aún más creatividad.

 

Se termina en argentina la patota, señor presidente municipal. Ya se comienza a terminar en Chubut y en Formosa, donde exponentes de patotas parecidas agraviaron al Señor también presidente de nuestra Nación en el primer escenario. Las investigaciones determinarán finalmente quién tomó la decisión de esta actitud, pero no son docentes, ni estudiantes, ni ecologistas.

 

Señor Presidente Municipal, no es con barras bravas o la patota sindical. No señor presidente.

 

La Defensoría del Pueblo de la ciudad tiene aquí un rol central. Es su momento, porque de proteger al pueblo, más aún cuando se trata de jóvenes, Señor presidente municipal. También lo tiene el Concejo Deliberante, que debería abrir una instancia novedosa y creativa de participación cívica frente al conflicto. Más allá de su judicialización, es un conflicto social y político, es un debate más que delicado y pendiente.

 

Usted lo está pensando con la cabeza del pasado siglo como quizás e infelizmente está imaginando la obra pública en la ciudad. Existen seres humanos que están mirando su futuro inmediato. Como su Ministro de Ambiente de la Nación lo expone en el artículo que ayer publicó Análisis Digital de autoría de Juan Cabandie; desde la Ley de protección de los bosques nativos, los mismos han sido desbastados y lo fueron durante sus gobiernos y el que nada cambió, sino que todo lo profundizó en éste como en tantos otros escenarios dantescos, señor presidente.

 

Los jóvenes por el clima, por los árboles, por los ríos, por sus aguas, los viejos como el que aquí escribe, también le estamos pidiendo a Usted, al Concejo Deliberante, a la Defensora del Pueblo, que logren conformar una mesa redonda de diálogo de saberes, para que temas tan centrales como presupuesto participativo  (ordenanza incumplida) o impactos ambientales acumulativos, y el más que relevante rol del área ambiental de la ciudad, y tantos otros, puedan ser concertados en ese espacio de construcción o reconformación de los comunes denominadores que la sociedad ahora necesita.

 

No olvidamos que se quiso construir un casino en pleno parque Urquiza (bajada los vascos) y aguas termales sin estudios de nada en la Toma Vieja, o un polo tecnológico en el nuevo parque de la ciudad, o habilitar los barrios privados durante la gestión precedente, todos escenarios que con tantos compañeras y compañeros de su propio partido político se pudo, concertadamente, detener, como con una diversidad social, política y ecológica, fantástica.

 

Tenemos un debate pendiente, es tan importante, que necesitamos una Carta Orgánica constituyente en la ciudad. Baje un cambio presidente municipal, lo necesitamos todos, más aún, en semejante crisis de civilización. ¿O no está notificado, señor presidente municipal Adán Bahl?

 

(*) Ex concejal de Paraná (1987-1991).