En agosto florecen los lapachos, una marca característica de la capital entrerriana y del comienzo de un nuevo ciclo que se acerca. Pero de todas las tonalidades en rosa –hay dos géneros y nueve subespecies presentes en Argentina– hay un ejemplar que se distingue por los demás, ya que sus flores son blancas. “El individuo de avenida Ejercito es blanco (nacido) de semilla”, señala a ERA Verde en biólogo y experto en botánica, Pablo Aceñolaza. Esta condición hace que sea “una verdadera rareza en toda la provincia”, valoró.
Las flores del lapacho blanco situado en la esquina de avenida Ejército y calle Juan O’Brien en Paraná ya se pueden apreciar en todo su esplendor. El ejemplar se distingue notablemente de sus hermanos y primos que pintan en todas las tonalidades de rosado a la ciudad. Pero ¿Qué lo hace blanco y diferente de los demás?
El especialista en especies vegetales, Pablo Aceñolaza explicó a ERA Verde que los botánicos agrupan los denominados lapachos dentro de dos géneros: los Handroanthus y los Tabebuia. Ambos tienen una gran diversidad y distribución en el Noroeste Argentino y en menor medida en el Noreste. “Por años hubo discusiones entre los estudiosos sobre su correcta identificación, dado que existe una muy alta variabilidad en las poblaciones de la región. Luego de varios estudios se llegó a la conclusión que en Argentina existen siete especies de Handroanthus, más una variedad, y dos Tabebuia. El lapacho blanco corresponde a la especie Handroanthus impetiginosus, que generalmente tiene normalmente flores rosadas de tonalidades suaves a oscuras, con forma acampanada”, explicó sobre la familia de estos árboles que hermosean a Paraná.

UNO ENTRE MUCHOS
“Los ejemplares con flores blancas son muy raros naturalmente dado que su existencia depende de factores genéticos aleatorios. De un lapacho rosado generalmente salen lapachos rosados y excepcionalmente un blanco. Y de semillas de un lapacho banco, generalmente salen hijos con flores rosadas”, precisó a ERA Verde el biólogo para dar cuenta de la gran rareza que representa encontrarse con uno de este tipo.
“Hasta hace unos 20 años atrás los lapachos blancos eran motivo de admiración porque correspondían a individuos de aparición espontánea y esporádicos ya que dependía del azar asociado a la genética. Desde hace un tiempo los viveristas ajustaron las técnicas de injerto y lograron que, sobre pies de rosado, se garantice una copa de blanco, por lo que hoy es más frecuente encontrar blancos en la ciudad. El individuo de avenida Ejercito es blanco de semilla, lo que hace de ese ejemplar una verdadera rareza en toda la provincia. Desconozco si está protegido o no, pero es un árbol a considerar si se pretende hacerlo”, planteó el experto.
De la Redacción de ERA Verde
