El enorme edificio que se construye detrás del Parque Nuevo en Paraná se realiza en una zona desforestada y vulnerable a la erosión. Y dado el “contexto geotécnico de la zona y la magnitud de la obra”, se recomienda “un monitoreo estructural preventivo que permita detectar posibles afectaciones diferidas a lo largo del tiempo” sobre las propiedades lindantes. Así lo indica lo indica el informe técnico geológico realizado en el marco de la demanda judicial contra el Fideicomiso Signature y la empresa CDS Desarrolladora, que llevan adelante la construcción de una torre de 15 pisos y subsuelos en avenida Estrada de la capital entrerriana. Este edificio es resistido por vecinos lindantes que pidieron una medida de no innovar que se tramita en el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial N° 1 de Paraná, a cargo de Juan Carlos Coglionesse. Según se informó a ERA Verde, en este proceso se aguarda que un perito ambiental acepte realizar un estudio ya que los designado por sorteo no han aceptado hasta ahora ser parte.
La demanda contra el fideicomiso Signature Estrada para suspender la polémica obra del edificio en altura sobre las barrancas frente al río, en la zona de Bajada Grande, no ha registrado mayores avances para su resolución. Como se recordará, la impugnación alega una acción preventiva de daños y un pedido de inconstitucionalidad contra las normativas municipales que permitieron la aprobación del proyecto que, como trascendió en su momento, se realizó por vía de excepción al Código Urbano en un procedimiento poco claro, sin Estudio de Impacto Ambiental y sin audiencias públicas. Sí, recientemente, se presentó el informe técnico del perito geólogo que evaluó el estado, ya avanzado, de las obras del edificio en altura sobre avenida Estrada de Paraná. Lo hizo en el marco de los informes técnicos solicitados por el magistrado actuante.
En este orden, en el documento presentado el 31 de marzo pasado por Pedro Cardoso, de “Gexplo Consultora en Geología y Medio Ambiente”, señala como antecedente la controversia legal por el edificio de 15 pisos “y varios subsuelos” en la avenida José Manuel Estrada N° 2.863 y la “preocupación por la potencial inestabilidad del terreno, especialmente debido a la cercanía de las barrancas del río Paraná y la falta de estudios geotécnicos e investigaciones ambientales exhaustivos” que expresan los vecinos demandantes. En el escrito al que accedió ERA Verde se planeta justamente que la intervención se da en este contexto, donde la preocupación principal de las litigantes “radica en la posibilidad de deslizamientos de las barrancas producto de las obras, con el consiguiente riesgo para las viviendas y el patrimonio del barrio”.
El geólogo Cardoso destaca del caso “la tensión entre el crecimiento urbano y la necesidad de preservar el medio ambiente y la seguridad de los residentes en una zona con características geológicas específicas” que, además de las irregularidades observadas demandan “la pericia geotécnica” como “fundamental para evaluar la estabilidad del suelo y la seguridad del proyecto de construcción”.
FISURAS
En el extenso informe conocido por ERA Verde, se observa las consideraciones del caso, las revisiones, los exámenes previos, los criterios técnicos, la metodología llevada adelante y los trabajos a campo. Por su especialidad, el técnico aporta su visión desde el estudio de la “Geomorfología”, la “Hidrología e Hidrogeología”, así como considera el “Acuífero Aluvial: Dinámica Hidrogeológica Local”.
La pericia, en cuanto, a los “Indicadores de Riesgo Identificados”, no identifica “indicadores críticos de riesgo asociados a la estabilidad de la barranca ni al comportamiento estructural del edificio”, ya que reconoce que los constructores la cimentación de la barranca a unos 15 metros de profundidad “mediante pilotes” fue “correctamente dimensionada y apoyada en un estrato de mayor resistencia, reduciendo el riesgo de asentamientos diferenciales o movimientos inesperados”. No obstante, por las características de la obra totalmente inédita e implantada en ese entorno –que se puede observar por los registros fotográficos–, se presentan ciertas dudas en cuanto a la presencia de fisuras en una pendiente deforestada exprofeso por el avance urbano sin control ni planificación y expuesta a la erosión hídrica.

En coloración amarillo la zona desforestada y vulnerable a la erosión.
En el tramo de recomendaciones, “para garantizar un control adecuado de las posibles afectaciones a propiedades vecinas”, el estudio de Gexplo aconseja “la implementación de un plan de monitoreo estructural preventivo que contemple”: la “Instalación de Sensores de Vibración”, “Monitoreo de Fisuras”, “Relevamiento Fotográfico Pre y Post Obra” y “Control del Nivel Freático”.
En las conclusiones sobre la inspección de campo Cardoso no observa “evidencias de afectaciones estructurales en propiedades vecinas ni signos de asentamientos diferenciales que pudieran atribuirse directamente a la construcción del edificio. La estabilidad actual del entorno sugiere que las medidas adoptadas por la constructora fueron técnicamente correctas, incluyendo la cimentación profunda y los estudios previos de estabilidad de la barranca, lo que contribuyó a minimizar los riesgos inmediatos en el área de influencia del proyecto”. Sin embargo, sobre “las preocupaciones expresadas por los vecinos”, entiende “son absolutamente válidas, especialmente considerando el contexto geotécnico de la zona y la magnitud de la obra. Las denuncias sobre fracturas en el asfalto de los caminos cercanos, así como la posibilidad de fisuras en propiedades lindantes, justifican la necesidad de un monitoreo estructural preventivo que permita detectar posibles afectaciones diferidas a lo largo del tiempo”, concluye.
El juicio por la torre de Bajada Grande se hará en “proceso sumarísimo”
De la Redacción de ERA Verde