Representantes del Gobierno entrerriano, junto a sus pares bonaerense, santafesino y nacional acordaron un plan de acción para el monitoreo y gestión de incendios en el Delta del Paraná. El objetivo es proteger “este ecosistema único y optimizar la respuesta ante emergencias ambientales”, se apuntó oficialmente.

El acuerdo se selló en un encuentro inter jurisdiccional que se desarrolló el viernes 8 de agosto en la ciudad de Rosario. En representación de Entre Ríos participó el responsable del Plan Provincial de Manejo del Fuego, Pablo Aceñolaza. En ese marco se firmó un acuerdo que establece criterios unificados de actuación, fortaleciendo la coordinación institucional, capacitación de recursos humanos, asistencia técnica mutua y uso eficiente de los recursos disponibles en cada jurisdicción.

 

«El Delta es un territorio atravesado por múltiples jurisdicciones provinciales, por lo que sería un error no abordarlo con una mirada conjunta. Las divisiones administrativas no reflejan los límites reales de esta región ambiental, que constituye un ecosistema único», sostuvo Aceñolaza.

Se conformaron dos mesas de trabajo orientadas a institucionalizar mecanismos de respuesta más eficientes y a fortalecer las capacidades operativas. Uno de los principales resultados fue la elaboración de un Protocolo Interprovincial de Actuación, que establece contactos directos para la atención inmediata de emergencias; relevamiento de recursos y capacidades disponibles; tiempos de activación operativa; coordinación de sistemas de alerta temprana; y criterios para la permanencia en zonas afectadas.

 

DETALLES

 

La reunión representó un paso concreto hacia un abordaje articulado entre las provincias que comparten el territorio del delta del Paraná, con el objetivo de mejorar la prevención y la respuesta ante incendios, y reforzar la protección del ambiente y de las comunidades afectadas.

Durante la jornada se conformaron dos mesas de trabajo con el objetivo de institucionalizar mecanismos de respuesta más eficaces y mejorar las capacidades de intervención en el territorio.

 

Por un lado, se elaboró un Protocolo Interprovincial de Actuación que contempla la definición de contactos directos para la atención rápida de emergencias, el mapeo de recursos disponibles en cada jurisdicción, los tiempos de activación operativa, la coordinación de alertas tempranas y los criterios para la permanencia en zonas afectadas.

A su vez, se dio inicio al diseño de acciones de formación conjunta con dos niveles de capacitación. El primero, de orientación operativa y práctica, busca unificar criterios y técnicas entre los brigadistas de las tres provincias. El segundo, con una mirada a largo plazo, apunta a la creación de programas que otorguen certificación específica a quienes intervienen en el ecosistema del delta.