Un grupo de vecinos de la zona de Costa Grande, en el departamento Diamante, solicitaron a la Secretaría de Ambiente de Entre Ríos que clausure de inmediato una cantera de material calcáreo que tiene a mal traer a los habitantes del lugar y un establecimiento educativo. Denuncian que la actividad extractiva se realiza desde hace dos años sin la autorización de los organismos competentes y que la misma atenta seriamente a la salud y el ambiente. La explotación se encuentra lindante a la Escuela Primaria Nº 48 «Gral. José de San Martin» y la polvareda que produce cubre con un material nocivo a todos los estudiantes y docente en pleno dictado de clases.

 

A través de una nota enviada a la secretaria de Ambiente provincial, Daniela García, pobladores de Costa Grande, a pocos kilómetros de la ciudad de Diamante, le solicitan “que se tomen las medidas urgentes” y que “ordenen el cese inmediato y clausura de la explotación de canteras de brosa” que se instaló de forma irregular hace aproximadamente dos años al lado de una escuela. De hecho por gestiones y reclamos llevados adelante ante la Dirección de Minería de Entre Ríos, se comprobó que “no está registrada ninguna cantera en ese lugar, por lo tanto, está fuera de la Ley de Minería de Entre Ríos Nº 10.158, que regula la actividad”, se le confirmó desde la dependencia oficial. Se les indicó que las empresas operarias en el lote en cuestión, Transvic SA y Roskofp, no están autorizadas a hacerlo allí.

Antes, los vecinos han realizado innumerables reclamos por los daños que produce la explotación calcárea, así como “la amenaza a bienes y servicios ambientales” que causa. Además, señalan que es “fundamental” la “protección que merecen los niños y niñas que acuden a la escuela rural” que se encuentra al lado de la cantera”. Se trata de la Escuela Primaria Nº 48 «Gral. José de San Martin», que cuentan con 13 estudiantes matriculados y con personal único que se ven tapados por un nocivo polvillo que producen las tareas de extracción y tráfico de camiones en pleno horario de clases que se dictan al aire libre, en el patio que da al frente, como medidas de prevención del Covid-19. La paradoja es que para protegerse del Coronavirus se ven expuesto a una polvareda que producen el paso de unos 70 camiones diarios que han logrado contabilizar los vecinos.

 

Se advierte a su vez que de no efectuar medidas precautorias y de control, podrán iniciar “las acciones judiciales preventivas que corresponden”, se indicó en el escrito al que accedió ERA Verde.

GPS

 

La escuela rural Nº 48 de Costa Grande, se encuentra en un camino vecinal, al que se accede a través de la Ruta Provincial 11, a unos 5 kilómetros pasando el ingreso a la ciudad de Diamante, y luego de esa entrada otros 4 kilómetros en dirección hacia el río Paraná. Al lado, allí mismo, se ha instalado ilegalmente una cantera de extracción de brosa, hace aproximadamente dos años. Y desde entonces, los vecinos han venido padeciendo “daños constantes en el ejercicio de derechos fundamentales como la vida, la salud y el medio ambiente sano”, se fundó en el informe girado a Ambiente de Entre Ríos. Con el ir y venir incesante de camiones, que proveen de materia al municipios y localidades de los alrededores, han crecido los “problemas acarreados por la actividad extractiva de brosa, la que transporta los constantes ácaros (dermatofagoides) durante la mayoría de los días”.

 

Algunos pobladores sufren enfermedad como EPOC, broncoespasmos agudos y cierre de glotis. Y los 13 estudiantes de la escuela, también están bajo este peligro. La directora del establecimiento “se cansó de pedirle que rieguen, que hagan mejoras y hasta una bomba de agua, pero nunca ha tenido respuestas”, contó a ERA Verde la vecina Marijo Chémez, quien aportó pruebas fotográficas donde se observa cómo los camiones transitan a una velocidad regular a metros de la puerta del colegio, en el huerto que da al frente, mientras los chicos y las chicas retozan en el patio o efectúan las actividades deportivas.

 

Para esta habitante de Costa Grande “el desenvolvimiento diario de sus días se ve cubierto del polvo volátil de la brosa que se acumula en su vivienda, en su dormitorio, es su comedor diario, debiendo estar en constante limpieza utilizando aspiradoras o trapos húmedos. La mayoría de los días la vida de mis mandantes transcurre en un total encierro, ya que el uso exterior de su vivienda se ha tornado casi imposible, habiendo casi perdido la posibilidad de disfrutar del sol y la sombra de sus árboles”, se le describió a García.

 

Como antecedente se encuentra que el reclamo fue expuesto con una presentación en septiembre del año 2020 por “actividades no declaradas” y lo que motivo la realización de una audiencia pública en la Junta de Gobierno de Costa Grande, el 12 de marzo de 2021, “en la que estuvieron presente esta Secretaria, Autoridades de Parques Nacionales, Vecinos, Autoridades de la Junta de Gobierno y la empresa Transvic. Posteriormente en fecha el día 2 de junio del 2021 hicimos una denuncia sobre el funcionamiento de una cantera de extracción de brosa efectuada por la misma firma Transvic, la que funciona desde enero/febrero de este año, sin que exista aprobación por parte del organismo provincial respectivo”. Y en virtud de estos reclamos, en febrero “se notificó a dos de las firmas que realizan dicha actividad en la zona, Farall y Roskoff, la necesidad del cese de actividad”, pero “en septiembre la Secretaria corroboro que continuaban trabajando”, plantearon los denunciantes.

PELIGRO VIAL Y AMBIENTAL

 

Además de los daños a la salud, se ha dejado expresado que “los camiones generan a su vez un peligro para la seguridad vial de los chicos y familiares que acuden mayoritariamente a caballo o a pie. La empresa ni siquiera cumple con el riego del camino ni ninguna otras medidas paliativas obligadas en este tipo de actividades. Es como advertimos que esta explotación se desarrolla sin contar con el Certificado de Aptitud Ambiental correspondiente, remarcando que estamos a la ladera de una escuela, lo que implica la imposibilidad de obtener un informe técnico que habilita dicha explotación para iniciar y continuar con la actividad”, se afirmó en el pedido a las autoridades provinciales.

 

Entre las normativas violatorias de la explotación minera, también se ha observado que las actividades de extracción de brosa en la zona se efectúan “a escasos 300 mts del límite con un sitio Ramsar Delta del Paraná (Sitio no 2255), localizado en las provincias de Santa Fe y Entre Ríos, y a unos aproximados 2.500 mts del Parque Nacional Pre Delta”. En este orden se manifestó que se está ante “la presencia de un ejercicio abusivo de los derechos individuales de propiedad que avanzan sobre el normal funcionamiento de la sustentabilidad de los ecositemas mencionados”.

 

 

De la Redacción de ERA Verde