Coordinado por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), en el Parque Nacional El Palmar de Colón, se realizó un taller y simulacro integral para prevenir el ingreso del picudo rojo de las palmeras al Argentina. Esta plaga exótica, irrefrenable en el Uruguay, amenaza con cruzar la frontera y hacer estrados. Por eso el Servicio Sanitario ha reforzado los sistemas de vigilancia y respuesta ante este coleóptero del sudeste asiático.

Con el objetivo de fortalecer las acciones de prevención frente al picudo rojo de las palmeras (Rhynchophorus ferrugineus), una plaga ausente en la Argentina pero presente en la República Oriental del Uruguay, el Senasa llevó a cabo un taller y simulacro integral de control, en el Parque Nacional El Palmar, ubicado en Ubajay, provincia de Entre Ríos.

 

El encuentro, realizado junto a la Administración de Parques Nacionales, municipios y actores del sector, abordó temas clave como el estado de situación de la plaga a nivel internacional, la normativa vigente, las áreas protegidas en riesgo, la identificación de palmeras argentinas vulnerables, la vigilancia fitosanitaria; las características biológicas del insecto y la necesidad de trabajar en forma articulada entre las diferentes instituciones involucradas en la problemática para la prevención y respuesta, en caso que la plaga sea detectada en el país. También se trabajó sobre técnicas de monitoreo, obtención y acondicionamiento de muestras, medidas de seguridad, registro de datos y lineamientos del plan de contingencia.

 

Asimismo, el Senasa presentó las acciones oficiales de prevención y detección temprana que desarrolla: talleres y capacitaciones, difusión de materiales informativos, mecanismos de monitoreo, recepción de denuncias a través del Sistema Nacional Argentino de Vigilancia y Monitoreo de Plagas (Sinavimo) y la actualización permanente del estado de la alerta fitosanitaria.

Además, se realizó una actividad de simulación teórica, que incluyó la activación del plan de contingencia en diferentes escenarios, la definición de roles y responsabilidades de los actos intervinientes en cada uno de ellos, el circuito de la información y las medidas fitosanitarias que se deben implementar.

 

CAPACITACIÓN

 

La actividad incluyó un Simulacro Integral de Control, con reconocimiento en campo y la aplicación de procedimientos de control y registro, siguiendo los protocolos establecidos por Senasa y evaluando su implementación a campo. Todo esto permitió reforzar la articulación entre instituciones y mejorar la capacidad de detección temprana y respuesta eficiente ante eventuales focos del insecto.

Esta actividad, se enmarca en el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo y Emergencias Fitosanitarias (Sinagref), donde se trabaja en la prevención y preparación para lograr una respuesta más eficiente ante brotes de plagas.

 

ECOSISTEMA

 

El Parque Nacional El Palmar conserva más de 8.200 hectáreas pertenecientes a las ecorregiones Espinal y Pampa, con humedales de relevancia internacional. Reconocido como Sitio Ramsar y Área de Importancia para la Conservación de las Aves (AICA), protege los emblemáticos palmares de Butia yatay, así como sectores de espinal, selva en galería, sabanas, pastizales, ambientes ribereños y ecosistemas acuáticos. Además de su riqueza natural, el área posee un valioso patrimonio histórico, vinculado a antiguas ocupaciones charrúas y guaraníes, y a la posterior llegada de los jesuitas, quienes en la Calera del Palmar establecieron uno de los primeros asentamientos y centros productivos de la región.

UN PELIGRO

 

El Picudo Rojo es un escarabajo originario del sudeste asiático considerado una de las plagas más destructivas para las palmeras. Afecta principalmente a especies ornamentales y productivas como la palmera canaria (Phoenix canariensis), la palmera datilera (Phoenix dactylifera) y otras de numerosos géneros.

Es un insecto gregario (vive en grupo) que ataca a las palmeras tanto en viveros como en cualquier estado de su desarrollo y los daños que ocasiona son rápidos y severos, que van desde la caída de hojas hasta la muerte de la planta. Su cabeza es estrecha, con pico largo y delgado, al igual que su cuerpo. Su color es rojizo o anaranjado y tiene manchas negras. Puede medir hasta 5 cm. Las hembras depositan sus huevos en heridas o grietas del tronco, y las larvas se alimentan del tejido interno, provocando el debilitamiento y la muerte de la planta.

 

Dado que el Picudo Rojo es una plaga ausente en la Argentina, las acciones de vigilancia, prevención y capacitación impulsadas por el SENASA son fundamentales para evitar su ingreso y proteger el patrimonio vegetal del país.

ALERTA

Se recuerda que la notificación de la sospecha de Picudo rojo es obligatoria. La ciudadanía puede hacerlo a través de la oficina local del organismo más cercana, mediante el Sistema Nacional Argentino de Vigilancia y Monitoreo de Plagas (Sinavimo), enviando un correo electrónico a dief@senasa.gob.ar, o por WhatsApp al 1135859810