“Para evitar el colapso ecológico” del río Paraná, la provincia de Santa Fe anunció que suspenderá por un año el acopio de pescado para exportación. Pero la efectividad de la medida podría verse “comprometida” si no es acompañada por los demás Estados con jurisdicción en el río Paraná, apuntaron especialistas en la materia. Distintos estudios ya han advertido que los regímenes hidrológicos a la baja y la presión en la extracción ha impactado severamente en reproducción de los peces en la base de la cadena alimentaria fluvial. El investigador de la UNL y Conicet, Luis Espínola, señaló a ERA Verde que la decisión santafesina favorece el “manejo sustentable y de largo plazo del recurso íctico”, aunque observa que en una cuenca “transfronteriza” el efecto se reduce si los grandes frigoríficos trasladan operaciones a aguas de otras jurisdicciones. La iniciativa pierde “efectividad” si no hay coordinación interprovincial. El científico señaló la necesidad de contemplar el plano social ya que “los pescadores artesanales y de subsistencia podrían verse afectados si no se ofrecen alternativas productivas viables”. Por su parte, Entre Ríos anunció la baja del cupo de extracción para el trimestre octubre, noviembre y diciembre y lo estableció en 600 toneladas.

 

Los ministerios de Desarrollo Productivo y el de Ambiente y Cambio Climático de Santa Fe, dieron a conocer que desde el 3 de diciembre regirá por un año la suspensión del acopio de pescado con destino a exportación. La medida se implementará “con el objetivo central de proteger la biodiversidad y garantizar la sustentabilidad de la actividad pesquera”, así como “evitar la pérdida de las especies del río”, se indicó oficialmente.

La medida del gobierno santafesino se oficializó mediante la Resolución N° 332/2025 y alcanza a todas las especies cuando provengan de capturas realizadas en ambientes naturales del río Paraná y sus afluentes en jurisdicción provincial. La determinación que se argumentó con la idea de “evitar el colapso ecológico” en un primer momento sorprendió, aunque luego genero grandes dudas si la misma no era acompasada por las demás provincias con jurisdicción en el mismo río.

 

ESCENARIO CRÍTICO

 

En diálogo con ERA Verde, el investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y la Universidad Nacional del Litoral (UNL), Luis Espínola, se refrió a las condiciones en las que se da la medida anunciada por el gobierno de Santa Fe. Apuntó que “una bajante prolongada como la del río Paraná afecta la conectividad hidrológica, reduciendo la disponibilidad de ambientes aptos para el desarrollo y cría de las principales especies de interés comercial, lo que repercute directamente en su éxito reproductivo y alimentario”, algo que fue advertido en un trabajo que realizó con su par, Ana Pía Rabuffetti. Y agregó que, según el informe provincial del proyecto Evaluación Biológica y Pesquera de Especies de Interés Deportivo y Comercial (Ebipes), la población de sábalo de talla reproductiva disminuyó más de un 75 % desde 2019.

 

“En este contexto, la ausencia del régimen hidrológico pulsátil, sumada a la presión extractiva —particularmente por la exportación—, podría provocar una disminución significativa de las poblaciones. Además, facilitaría el proceso de homogeneización biótica, un fenómeno multicausal que altera la estructura del ensamble de peces, reduce la diversidad beta (variabilidad entre sitios) y genera paisajes más homogéneos”, planteó Espínola. En este orden, evaluó que “la medida adoptada por la provincia de Santa Fe es valiosa y pionera en cuanto al manejo sustentable y de largo plazo del recurso íctico. Favorecería el éxito reproductivo de especies con ciclos de vida estrechamente vinculados a la dinámica hidrológica: migración, inundación y cría en planicie”.

 

El investigador señaló a ERA Verde que al exceptuar este régimen a la acuicultura, “también puede contribuir a reducir la presión pesquera sobre los ecosistemas naturales. Desde la gestión y el manejo del recurso, la medida incorpora el principio precautorio, promoviendo la aplicación de estrategias de sostenibilidad pesquera a largo plazo. Sin embargo, si persisten los factores hidrológicos adversos —es decir, la falta de regularidad del régimen pulsátil con alternancia de aguas altas y bajas—, la recuperación podría no alcanzarse en el plazo previsto. En tal escenario, un año podría resultar insuficiente para restablecer poblaciones severamente mermadas, como advierte Ebipes. Ante la falta de conocimiento sobre el rendimiento máximo sostenible de estas poblaciones, la provincia aplica un criterio precautorio apropiado cuando el estado de los recursos es incierto”.

EN DUDA

 

Espínola apuntó que, de todos modos, “la suspensión de la exportación se limita a las aguas de la provincia de Santa Fe, pero la cuenca del Paraná es transfronteriza, abarcando otras provincias y países. Aunque la mayoría de los frigoríficos se concentran en Entre Ríos y Santa Fe, este punto es clave: los frigoríficos santafesinos podrían trasladar su actividad a otras jurisdicciones, reduciendo así el efecto de la ley provincial. En consecuencia, sin coordinación interprovincial o nacional, la efectividad de la medida se vería comprometida”, advirtió.

 

Por otra parte, el experto recordó que “sin mecanismos eficientes de fiscalización, seguimiento de licencias, trazabilidad de especies y control del origen de las capturas, la medida difícilmente genere un cambio real. Es indispensable establecer sistemas de monitoreo e indicadores claros de cumplimiento a nivel interprovincial o nacional”.

 

El especialista agregó que el plano social es “otro aspecto crucial” de la problemática. “Los pescadores artesanales y de subsistencia podrían verse afectados si no se ofrecen alternativas productivas viables. Es fundamental garantizar acompañamiento, capacitación y reconversión productiva, promoviendo el valor agregado del recurso y el fortalecimiento del consumo interno. De lo contrario, la medida podría beneficiar a los actores más grandes o centralizados, en detrimento de los pescadores de subsistencia”, indico a ERA Verde.

 

ENTRE RÍOS BAJA

 

Frente a la decisión tomada por el Gobierno de Santa Fe, este 7 de noviembre se conoció que la Secretaría de Agricultura Ganadería y Pesca de Entre Ríos, a través de la Dirección de Recursos Naturales y Fiscalización, dictó una nueva resolución con la que fija un nuevo cupo de extracción de pescado de río para la venta al extranjero, correspondiente a los meses de octubre, noviembre y diciembre de este año.

 

Con la resolución Nº 1.608, se fijó el máximo para la pesca en un volumen total de 600 toneladas para la especie sábalo y el denominado pescado de línea. “La disposición se sustenta en un informe técnico elaborado por el área de Fauna de la Dirección, que recomienda ajustar el esfuerzo pesquero en función de las condiciones hidrobiológicas y socio-productivas vigentes, priorizando un enfoque de gestión adaptativa y basada en evidencia”, se dijo para fundar la normativa.

 

Entre las recomendaciones se incluyó también “mantener las artes de pesca autorizadas, como la red de malla simple de 14,5 centímetros entre nudos opuestos; y restringir la pesca artesanal y comercial a los días lunes a jueves, ampliando la prohibición los días viernes, sábados, domingos y feriados. Asimismo, implementar una veda preventiva del 20 de diciembre de 2025 al 20 de enero de 2026, con el fin de proteger las poblaciones ícticas frente a las condiciones ambientales del período estival.

 

La resolución dispuso asimismo la prohibición de la pesca comercial y el acopio de productos los días viernes, desde las 0 horas hasta los domingos a las 24, y durante feriados nacionales y provinciales, entre el 7 de noviembre y el 19 de diciembre de 2025.

 

“La actualización del cupo responde a la necesidad de armonizar los aspectos ambientales, técnicos, comerciales y sociales vinculados con la actividad pesquera, procurando un uso racional y sustentable del recurso. Cabe destacar que, en comparación al año pasado, tuvo una reducción que supera el 60 por ciento”, se indicó

 

VISIÓN DE CUENCA

 

“Otra cuestión relevante –expresó Espínola– es que la medida (santafesina) no aborda directamente la alteración hidrológica. Resulta indispensable evaluar la conectividad hidrológica, la duración de los períodos de desborde y aislamiento, dado que la falta de pulsos regulares es crítica para el Paraná”.

 

Y agregó: “Una medida como esta tendrá mayores posibilidades de éxito si se coordina con el seguimiento hidrológico y el monitoreo científico-pesquero, junto con acciones de reconversión social y una efectiva articulación interjurisdiccional. A modo de resumen, la medida constituye un paso significativo y se alinea con la tendencia de numerosos países que no exportan sus recursos continentales, siendo fundamental para frenar la degradación del recurso íctico en el Paraná medio y garantizar su sustentabilidad a largo plazo. La estrategia debería orientarse a fortalecer el mercado interno mediante el agregado de valor al recurso pesquero”.

 

De este modo, “desde una perspectiva ecohidrológica, la decisión es coherente: frente a bajantes prolongadas, conectividad reducida y disminución de áreas de cría y éxito reproductivo, restringir la extracción destinada a la exportación resulta razonable. No obstante, su efectividad dependerá de la implementación. La medida, por sí sola, no basta para asegurar la recuperación y sostenibilidad del recurso íctico a largo plazo”, finalizó

 

ESCENARIO

 

De acuerdo a lo indicado por los ministerios de Ambiente y Cambio Climático y de Desarrollo Productivo de Santa Fe, la determinación se basa en una investigación de Ebipibes (proyecto nacional de Evaluación Biológica y Pesquera de Especies de interés deportivo y comercial en la cuenca del Río de la Plata). En el estudio se advierte que el sábalo -especie que cumple un rol ecológico esencial como eslabón fundamental en la cadena alimenticia- está en crisis y que su reducción amenaza no solo la biodiversidad, sino el equilibrio de todo el sistema acuático. La situación del recurso pesquero no ha evidenciado mejoras sustanciales pese a las medidas restrictivas ya adoptadas, debido a factores como la bajante extraordinaria del río Paraná, las bajas temperaturas y la presión sostenida de la pesca.

 

Los niveles hidrométricos del río Paraná registrados durante las campañas de Ebipibes entre 2020 y 2024 mostraron una clara tendencia a la baja, alcanzando los valores mínimos históricos de los últimos 20 años. Durante este tiempo, el río se mantuvo mayoritariamente por debajo del nivel de aislamiento, afectando la conectividad de los ecosistemas.

 

Según los informes Ebipibes, la bajante impactó directamente en la reproducción del sábalo y otras especies, como así también en el crecimiento y supervivencia de ejemplares jóvenes. De acuerdo con los datos obtenidos, la población de sábalos de talla comercial (aptos para la reproducción) disminuyó más de un 75 % desde 2019, comprometiendo de manera crítica la capacidad de recuperación de la especie. «Cabe mencionar que en las campañas realizadas durante 2025 no se ha evidenciado una recuperación de las poblaciones de peces ni mejoras en las condiciones hidrométricas, lo que prolonga el estado de vulnerabilidad del ecosistema del río Paraná».

 

ARTESANAL

 

Se señalo desde el gobierno de Santa Fe que la medida exceptúa expresamente la pesca y el acopio destinado al mercado interno y local, resguardando así a las familias de pescadores artesanales, que encuentran en esta actividad no solo su sustento económico sino también una práctica cultural y social ancestral vinculada a las comunidades ribereñas. También se permite la exportación cuando se trate de ejemplares provenientes de la acuicultura, fomentando esta actividad como alternativa productiva que agrega valor y favorece la diversificación de las economías locales.

 

Se hizo saber también que la decisión se adoptó luego de un proceso de trabajo participativo y de articulación institucional, que incluyó audiencias públicas, el funcionamiento del Consejo de Reconversión Pesquera, encuentros con actores del sector productivo, del ámbito ambiental y científico, y coordinaciones interministeriales. Asimismo, la resolución será puesta en conocimiento de la Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria (Assal), el Ministerio de Justicia y Seguridad, Senasa, la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) y organismos nacionales vinculados al control de la cadena comercial pesquera.

 

De la Redacción de ERA Verde