El 17 de julio de 2024, la Secretaría de Ambiente de Entre Ríos, impuso la sanción de “clausura total y definitiva de toda actividad vinculada al establecimiento denominado ‘Wakeland’”, propiedad del ganadero Enzo Vignale y administrado por su hijo Federico. La medida se estableció mediante resolución Nº 1.634 a raíz de una serie de infracciones reiteradas al organizar fiestas electrónicas clandestinas en el Área Protegida Islas y Humedales de Victoria. El predio en cuestión ya contaba con un cierre preventivo, luego que fuera allanado por la Justicia Federal, que constató “daño ambiental cierto y consolidado” con riesgo de ser mayor. Por estas irregularidades, en noviembre del año pasado, la fiscal Rosana Luggren solicitó el procesamiento de los empresarios por “concurso real” de distintos delitos en 9 hechos, que fue admitido por el magistrado Federico Ángel Martín. Ahora, se conoció que los ganaderos quieren rehabilitar su campo para lo cual iniciaron gestiones ante el Gobierno provincial. Esto fue confirmado a ERA Verde y se precisó que deben presentar un proyecto de trabajo “compatible” con los que se pueden hacer en la reserva, así como recomponer el lugar y los daños que produjeron.

Los empresarios ganadero Enzo y Federico Vignale, con actividad agropecuaria en la zona de islas de Victoria, tienen su campo en el kilómetros 8 de la Ruta Nacional 174, a metros del acceso al puente hacia Rosario. Allí realizaban cría de novillitos para la exportación y también gestionaban un parador turístico deportivo conocido como “Wakeland”, donde además de servicios recreativos náuticos realizaban raves con afamados DJ’s rosarinos. Pero resulta que esas convocatorias de música y consumos recreativos masivos se realizaban sin autorización, de forma “secreta” y en infracción de a la medida cautelar federal que desde el 1 de julio de 2020 dispuso la prohibición “de acciones humanas con capacidad para alterar el medio ambiente, especialmente la quema de recursos naturales, actividades que impliquen riesgo de incendio aún de carácter accidental; construcción de diques o terraplenes de cualquier naturaleza o realización de actividades que pongan en riesgo el ecosistema”.

 

Esta medida judicial tomada por el titular del Juzgado Federal 2 de Paraná, Daniel Alonso, fue citada, justamente, en el auto de procesamientos a los Vignale que se produjo en noviembre del 2024 cuando por hechos reiterados en violación a este amparo fueron procesados por el juez de Victoria, Federico Martín. Antes, a principios de ese año, ya la Secretaría de Ambiente de Entre Ríos había clausurado el predio, ante reiteradas denuncias de fiestas clandestinas en incumplimiento con la medida cautelar que rige sobre los humedales del Delta inferior del Paraná.

 

MÁS DELITOS

 

Por otro lado, los Vignale están procesados por la justicia por “modificaciones del curso de agua natural mediante una serie de terraplenes o desvíos que impiden el flujo natural de las aguas”. Según constató la justicia, se confirmaron tres movimientos de suelo en 2023: el 26 de febrero se observaron “movimientos de suelo realizados en el lateral derecho del parador” y se advirtió “la existencia de pajonales tirados en el lateral izquierdo” del mismo; el 14 de marzo hubo movimientos de suelo y desmonte por una superficie aproximada de 50 metros por 10 metros; y el 12 de mayo, cuando las autoridades encontraron tierra removida, “realizándose dos lagos artificiales y un tercero en proceso, rodeado de terraplenes e impidiendo el flujo de agua en una próxima crecida del río”.

PERDÓN

Clausuran “total y definitivamente” Wakeland, el parador de las fiestas en el Delta

Federico Vignale estuvo en el último congreso ganadero organizado por la Sociedad Rural de Rosario, y dialogó con el sitio Bichos de Campo. En estas circunstancias le expresó al medio especializado su voluntad de que se levante la clausura del predio, y poder de esa forma volver a darle vida a emprendimientos deportivos en el lugar. “Tenemos una problemática para resolver. Hay una resolución dictada por la provincia de Entre Ríos que nos clausura el campo. Es un lugar que nosotros usamos para actividades deportivas y sociales, para hacer eventos y para trabajar con la gente”, explicó. La clausura del predio, según el productor, se produjo a partir de un evento social realizado allí.

 

“Fue un cumpleaños grande. A raíz de eso hubo una denuncia en el fuero federal e intervino la Policía Federal. Ahí es cuando se produce el gran problema. La provincia decide clausurar definitivamente el lugar”, se defendió Vignale. Lo cierto, es que haya sido un “cumpleaños que se le fue de las manos” o un evento masivo convocado en la clandestinidad adrede, el daño ambiental está consumado y probado con evidencias en la Justicia. En esa zona no se pueden hacer fiestas electrónicas ni de ningún tipo, por el sonido, los vehículos, los residuos, y con presencia masiva.

 

“La clausura alcanzó a todo el parador. La parte deportiva hoy ya está destruida. Si no conseguimos otra vez la habilitación, no tenemos forma de reflotarla. Quedó mucha gente sin actividad deportiva y social. Es una pena lo que nos está sucediendo”, aseguró el ganadero.

 

EN TRÁMITE

Por hechos reiterados procesan a dos ganaderos por las fiestas en las islas de Victoria

Consultado al respecto, el director de Áreas Naturales Protegidas de Entre Ríos, Pablo Aceñolaza, confirmó a ERA Verde que Vignale inició un trámite para que se levante la clausura de su lote. Para esto, señaló el funcionario, debe presentar un proyecto compatible con actividades que se puedan realizar dentro de la Reserva Islas y Humedales de Victoria. Esto es que se encuadre a lo establecido por la Resolución N° 211 se establece el Plan de Manejo del área natural y en el que se especifica una zonificación con objetivos, usos permitidos y lineamientos para la gestión.

 

Además, aseguro Aceñolaza, los empresarios deben realizar una recomposición del lugar, con plantación de árboles nativos, así como remediar los daños constatado. El proceso administrativo está en marcha y se encamina con la idea de seguir trabajando y “llegar a un acuerdo que permita el levantamiento de la sanción”, se expresó.

 

A Bichos de Campo, Federico Vignale le dijo que el encuadre legal de su campo dentro “del área natural protegida no está bien claro. Cuando se declaró, los privados que teníamos título tendríamos que haber hecho un convenio con la provincia, y eso nunca sucedió. Tampoco se realizó el informe técnico que corresponde, que lo tiene que hacer el municipio sobre las 375.000 hectáreas que comprende el área, incluyendo lo público y lo privado”, se excusó.

 

“Lo que pedimos es que la provincia lo aclare. Queremos saber si somos parte del área protegida o si pertenecemos al Piecas (Plan Integral Estratégico para la Conservación y Aprovechamiento Sostenible en el Delta del Paraná). Y si hay convenios hechos con los productores y con las áreas competentes, que se muestren. En nuestro caso no hubo nada de eso, y tengo entendido que a muchos otros productores tampoco”, aseguró Vignale.

 

Consultado sobre la posible afectación ambiental de las actividades que se realizaban en el lugar, Federico remarcó que su intención es ordenar y regular el uso del territorio. “Creería que es un área de turismo, muy querida por los ciudadanos de Rosario. La gente busca refugio en la isla. Por eso sería bueno que haya un orden: que se habiliten paradores que puedan recibir gente, y no que se instalen en propiedades privadas sin permiso”.

 

Cautelar federal para evitar incendios en el Delta

Foto: Bichos de Campo

Con información de Bichos de Campo

De la Redacción de ERA Verde