La desaparición de tres pescadores domiciliados en Rosario que habían ingresado al Delta entrerriano a través de un acceso desde la ruta 174 que une la mencionada ciudad santafesina y Victoria, desencadenó una intensa búsqueda de familiares y amigos. Lamentablemente, en la semana se conoció que fueron encontrado sin vida dos de ellos, mientras el último todavía era rastreado. La aciaga incursión en un territorio que pertenece al área natural protegida de jurisdicción entrerriana puso en foco la falta de control de las fuerzas de seguridad sobre el humedal. Es “una tragedia que se podría haber evitado”, señalaron desde el movimiento socio ambiental “El Paraná No se Toca”. Desde el grupo de organizaciones recordaron que desde hace tiempo han observado que la conexión interprovincial es tierra de nadie. En este territorio operan fuerzas de tres jurisdicciones: Prefectura Naval Argentina, Gendarmería Nacional, Policía de Entre Ríos y Delegación Islas de la Municipalidad de Victoria. Ninguna controló el paso irregular, sin matrícula ni identificación, de la embarcación donde se transportaban los desaparecidos.

Tres pescadores, Joselino Valdez Rojas, Francisco Javiero Areco Grande y Derlis Santa Cruz, se adentraron en el Delta entrerriano. Ingresaron, según los testimonios, por el canal de servicio de la ruta 174 que une Victoria con Rosario a la altura del kilómetro 34. El sábado 17 de mayo al mediodía fue la última vez que tomaron comunicación son sus familiares, quienes denunciaron su desaparición el domingo. En ese sector comenzó una búsqueda que continuó aún con las dificultades por intensas lluvias del lunes. Fue así que el cuerpo sin vida de uno de los pescadores de nacionalidad paraguaya, Rojas, fue encontrado el martes por la noche en inmediaciones de arroyo La Camiseta. Cerca de ahí también se detectó unidad la embarcación que utilizaban. Un segundo cadáver, de Areco Grance, el miércoles en la zona del puente, a unos kilómetros desde donde fue el último contacto, se informó a través de la prensa rosarina.

 

La búsqueda del tercer pescador continúa, pero ya comenzaron a hacerse conjeturas sobre qué pudo llevar a la muerte al menos de dos de ellos y el cómo se dieron las circunstancias. “Desde este grupo hace muchos años que venimos denunciando el descontrol total a lo largo de la traza vial Rosario-Victoria”, señalaron desde el “El Paraná No se Toca” en un posteo en redes.

 

La organización con integrantes con experiencia territorial en el Delta del Paraná planteó: “Este fin de semana sucedió lo que tarde o temprano ocurría, tres personas bajaron una embarcación en el kilómetro 35 –donde es muy común– y no está permitido”, revelaron sobre una de las primeras irregularidades que se da por sentado pero que puede explicar en parte el inicio de “algo que pudo ser evitado”, tal como subrayaron.

 

“Según declararon sus conocidos (de los pescadores) esto lo hacían semanalmente, pasaban acarreando el bote sin identificación, matrícula y nombre por la cabecera del puente sin que Gendarmería (Nacional) lo advirtiera, luego la bajaban sin que Prefectura (Naval Argentina), policía (de Entre Ríos) o delegación (Islas de la Municipalidad de Victoria) advirtiera esta recurrente irregularidad”, enumeraron.

 

TESTIMONIOS

“Justamente miembros de este grupo, el sábado (17 de mayo) paso por el lugar haciendo un relevamiento de fauna atropellada, también pudieron observar cientos de autos detenidos a los costados de la ruta y bajadas clandestinas, ddonde hay cartelería que no está permitido detenerse, acampar y pescar”, señalaron desde la ONG.

 

“Esto que ocurrió se podría haber evitado si las autoridades que deberían controlar la conexión hicieran su trabajo, pero están totalmente ausentes. La Ruta Nacional 174 Conexión Rosario Victoria, donde todo se puede y nada funciona. Y por lo visto esto seguirá igual acumulando tragedias evitables”, lamentaron desde la orgamnización.

 

 

De la Redacción de ERA Verde